La Ablactación

¿Qué es?

La ablactación es el proceso mediante el cual se introducen a la dieta del niño, de manera progresiva, alimentos diferentes a la leche (alimentación complementaria), hasta incorporarlo a la dieta familiar.

¿Con qué frecuencia debo ofrecerle alimentos complementarios a mi hijo?

Niños amamantado (6 a 8 meses de edad), se debe proporcionar 2 a 3 comidas al día.

Niños de 9 a 11 meses y 12 a 24 meses de edad, deben recibir 3-4 comidas al día, además de colaciones (como una fruta, un pedazo de pan o galleta) ofrecidas 1 o 2 veces al día.

¿Cuándo puede el niño consumir los mismos alimentos que el resto de la familia?

A los 12 meses la mayoría de los niños o niñas pueden comer el mismo tipo de alimentos que el resto de la familia, bajo una alimentación correcta.

Recomendaciones Generales

algunas de ellas

Alimentar a los lactantes directamente y asistir al niño o niña mayor cuando come por sí solo, respetando sus signos de hambre y satisfacción.

Alimentar despacio y pacientemente, así como animar al niño o niña a comer, pero sin forzarlos.

Si el niño o niña rechaza varios alimentos, experimentar con diversas combinaciones sabores, texturas y métodos para animarlos a comer.

Evitar las distracciones durante las horas de comida si el niño o niña suele perder el interés rápidamente.

Recordar que las comidas son periodos de enseñanza y aprendizaje mutuos entre padres de familia e hijos, donde se puede hablar con los niños y mantener el contacto visual.

Lavarse las manos antes de preparar alimentos y lavar las manos de los niños antes de comerlos.

Servir los alimentos inmediatamente después de su preparación y guardarlos de forma segura si no son consumidos al momento.

Utilizar utensilios limpios para preparar y servir los alimentos. Deben emplearse utensilios adecuados y permitir que el niño intente comer solo, aunque se ensucie.

Evitar el uso de biberones.

A partir del 6o. mes se recomienda incluir carnes y, a partir de los 2 años de edad, dar leche descremada.

Variar los alimentos para cubrir las necesidades nutricionales. Deben consumirse alimentos de origen animal lo más frecuentemente posible. Las frutas y verduras ricas en vitamina A deben ser consumidas a diario (por ejemplo, frutas y verduras de colores oscuros, aceite de palma roja, aceite u otros alimentos fortificados con vitamina A).

Debe ofrecerse agua simple potable. Los jugos de fruta deben incluirse cuando el niño o niña pueda tomar líquidos en taza. De preferencia deben ser naturales sin la adición de edulcorantes. Preferir agua simple potable para no remplazar o desplazar alimentos.