Inglaterra

Se Produce Por...

Revolución Industrial

REVOLUCIÓN AGRICOLA

LEY DE CERCAMIENTOS

Fueron dictadas por el parlamento británico y según estas normativas, las tierras debían ser cercadas mediante un trámite ante el estado; en caso contrario, era obligatorio desprenderse de ellas.

ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN

Hasta el siglo XVIII, el aumento de la producción se lograba gracias a la ampliación de Área Cultivada. Sin embargo, durante ese siglo comenzaron a difundirse técnicas que mejoraban la productividad de la tierra. Por ejemplo, la rotación de los cultivos. Así, se generalizó la alternativa entre cereales de invierno y cereales de primavera. También el cultivo de alfalfa y trébol (que incorporan nutrientes y nitrógeno a la tierra) se alternaba con tubérculos (como la papa) que airean el suelo. Gracias a esta combinación, la tierra no se agotaba y se evitaba tener que dejarla durante un año descansando para recuperar su fertilidad.

INNOVACIÓN EN LA MAQUINARIA AGRICOLA

A lo largo del siglo XVIII comenzaron a incorporarse las primeras sembradoras, segadoras y trilladoras mecánicas, y se mejoraban los arados al reemplazar los de madera por los de hierro. Esto permitía ampliar la capacidad productiva con menor cantidad de trabajo.

FLOTA MERCANTIL

Gracias a la expansión colonial entre los siglos XVI y XVIII, Gran Bretaña contaba con importantes mercados coloniales en todas partes del mundo, como la India, Ghana, Las Trece Colonias de América del norte, las islas del Caribe y Ceilán. A su vez, poseía una flota mercante en constante crecimiento que le permitía conectar estos mercados tan distantes entre sí.

USO DE LA MONEDA

A diferencia de la gran mayoría de las economías europeas, donde todavía se practicaba el trueque, en Gran Bretaña el uso de la moneda estaba muy difundido. (la Libra Esterlina fue introducida por el Rey Enrique II en 1158)

CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN

Debido a las mejoras en la alimentación y la salud (por ejemplo, en higiene y en avances médicos, como la vacuna contra la Viruela), la tasa de natalidad aumentó a medida que disminuía la de mortalidad y muchas ciudades Inglesas superaron con creces los 50.000 habitantes a comienzos del siglo XIX.