DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
DIAGNOSTICO
TX
TX
CUADRO CLINICO
CUADRO CLINICO
Mixto o neuroisquémico
CUADRO CLINICO
Neuropático
Isquemia del pie diabético
CLASIFICACIÓN
FACTORES DE RIESGO
COMPLICACIONES
ACCIONES DE ENFERMERIA
PREVENCIÓN
CUADRO CLINICO CLASICO
MECANISMO FISIOPATOLOGICO
EPIDEMIOLOGIA
¿QUÉ ES?

PIE DIABETICO

La Organización Mundial de la Salud (OMS)
define pie diabético como la infección,
ulceración y destrucción de tejidos profundos
de la extremidad inferior, asociados con alteraciones neurológicas y diversos grados de
enfermedad vascular periférica

• La prevalencia de oscila según edad, género y lugar de origen desde el 2,4% hasta el 5,6% de la población general, con al menos un 15% de diabéticos que padecerán durante su vida de úlceras en pie y una hasta el 85% de los pacientes con amputaciones que han padecido previamente de una úlcera diabética en pie.
• En el año 2010, la población mundial estimada de pacientes aquejada de diabetes superaba los ciento cincuenta y dos millones de personas, correspondiendo la mayor parte de este incremento se debe al aumento de incidencia de esta patología en los continentes africano y asiático.
• La prevalencia del pie diabético esta situada entre el 8% y 13% de los pacientes con diabetes mellitus. Esta entidad clínica afecta mayormente a la población diabética entre 45 y 65 años.

Enfermedad vascular periférica establecida.
• Neuropatía periférica.
• Deformidades en el pie.
• Presión plantar elevada.
• Callosidades.
• Historia de úlceras previas.
• Amputación previa
• Edad avanzada o tiempo de evolución de enfermedad superior a 10 años.
• Movilidad articular disminuida.
• Mal control metabólico.
• Calzado no adecuado.
• Higiene deficiente de pies.
• Nivel socioeconómico bajo.
• Alcoholismo
• Aislamiento social
• Hipertensión arterial
• Hipercolesterolemia
• Tabaquismo
• Diabetes
• Grupo étnico

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Las personas que presentan uno o más factores de riesgo, deben ser controladas cada seis meses.

Isquemia del pie diabético.
Neuropático.
Mixto o neuroisquémico.

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Podemos clasificar el pie según el riesgo siguiendo la siguiente clasificación: • Según factores de riesgo: Pie de alto riesgo. En las personas con DM, cuando coexiste uno o más de los siguientes factores de riesgo: ulcera o amputación previa, vasculopatía periférica, neuropatía.Pie de moderado riesgo. Cuando coexiste al menos uno de los siguientes factores: complicaciones propias de la DM (nefropatía, retinopatía), alteraciones del pie (deformidades o existencia de onicopatías, hiperqueratosis o helomas), alteraciones biomecánicas y estructurales, hábitos y prácticas inadecuadas y mala agudeza visual o imposibilidad de realizarse los autocuidados. Pie de bajo riesgo. No existe ninguna de las condiciones anteriormente citadas.Según la clasificación de Wagner: - Grado 0: ausencia de úlceras en un pie de alto riesgo. - Grado I. Úlcera superficial que compromete todo el espesor de la piel pero no los tejidos subyacentes. - Grado II. Úlcera profunda que penetra hasta los ligamentos y músculos pero no compromete el hueso o la formación de abscesos. - Grado III. Úlcera profunda con celulitis o formación de abscesos, casi siempre con osteomielitis. - Grado IV. Gangrena localizada. - Grado V. Gangrena extensa que compromete todo el pie.

Consecuencia de la dificultad de la sangre arterial, rica en nutrientes, de irrigar los miembros inferiores.

Neuropático. Sufrimiento de los nervios periféricos (neuroinflamación) que, a su vez, causa una reducción de la sensibilidad ante eventuales cortes, callos o lesiones en los miembros inferiores.

Se comporta como un pie neuropático hasta que existe una lesión, luego tiene clínica de isquémico

Dolorosa, pulsos ausentes, márgenes irregulares, habitualmente localizada en los dedos, callosidades ausentes o poco frecuentes, hallazgos sensoriales inespecíficos, flujo
sanguíneo disminuido, venas colapsadas, pie frío, aspecto pálido y cianótico, sin deformidades óseas.

Indolora, con pulsos presentes, aspecto en sacabocados, localizada en la planta del pie,
existe callosidades, pérdida de sensibilidad reflejos y sentido vibratorio, flujo sanguíneo
aumentado, venas dilatadas, pie seco y caliente, aspecto rojizo y deformidades óseas

No existen actualmente tratamientos que restauren la función nerviosa, están orientados principalmente a paliar los síntomas. Antidepresivos tricíclicos, Inhibidores de la recaptación de serotonina, Gabapentina, etc.

Decoloración en los pies, los pies fríos, necrosis, escaso aporte de sangre arterial y venosa

El mejor tratamiento es la revascularización (aumentar el aporte de oxígeno al pie) Se debe hacer una vez aparecida la úlcera, sin esperar a que ésta se haya complicado, porque en este caso, la posibilidad de requerir una amputación menor es mayor.

Enfermedad vascular periférica. Las paredes de las arterias se vuelven estrechas, lo que hace que la circulación sea más lenta y no llega el oxígeno correctamente, el pie sufre una herida, infección, etcétera y esto provoca que la recuperación sea muchísimo más lenta.
• Neuropatía diabética. Las señales nerviosas no suben y bajan hacia los pies correctamente, lo que hace que se pierda la sensibilidad de los pies y la persona no se dé cuenta que existe una herida en sus pies y que puede llegar a infectarse y llegar a una gangrena y así la amputación de la extremidad.

• Hormigueos y calambres
• Ausencia de sensibilidad.
• Aparición de úlceras en la piel del pie.
• Úlceras.
• Pie artropático o artropatía de Charcot.
• Necrosis digital.
• Celulitis y linfangitis.
• Infección necrotizante de tejidos blandos.
• Osteomielitis.
• Neuropatía diabética

• Diapasón graduado de Rydel-Seifferd.
• Biotensiómetro.
• Uso del monofilamento de Semmes-Weinstein (5.07-10g).
• Ecografía Doppler.
• Sensibilidad a la temperatura.
• Exploración de la presencia de alodina.
• Exploración de la presencia de hiperalgesia.
• Exploración de la función motora.
• Exploración de la piel

• El origen de la úlcera.
• Evaluación circulatoria.
• Si se encuentra presencia de alcoholismo, hernia de disco, intoxicación por metales y drogas, colagenosis, anemia perniciosa, neoplasias, uremia y lepra.

-Evitar caminar descalzo, en calcetines sin zapatos o en sandalias con suelas delgadas, ya sea dentro o
fuera de casa.
- No utilizar zapatos demasiado ajustados, que tengan bordes ásperos o costuras irregulares.
- Inspeccionar visualmente y explorar manualmente el interior de los zapatos antes de colocárselos
- Utilizar calcetines/medias sin costuras; no utilizar calcetines ajustados o a la altura de la rodilla y cambiar los calcetines diariamente
- Lavar los pies diariamente (con temperatura siempre por debajo de 37oC), y secarlos cuidadosamente, especialmente entre los dedos
- No utilizar ningún tipo de calefactor o botellas de agua caliente en los pies
- No utilizar agentes químicos o emplastos para retirar las durezas y callosidades; se debe acudir al profesional de salud adecuado para estos problemas
- Usar emolientes para lubricar la piel seca, pero no debe colocarse entre los dedos
- Cortar las uñas de los pies de forma recta.
- Hacer que sus pies sean revisados regularmente por un profesional de la salud

• Dentro del papel asistencial de la enfermería lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de abordar un paciente con pie diabético es el de controlar su diabetes.
• Observar los pies todos los días en busca de heridas, ampollas, grietas, zonas rojas, durezas, deformidades.
• Limpiar los pies a diario con agua templada y jabón neutro.
• Secar bien los pies con una toalla sin frotar.
• Hidratar tras la higiene con una crema hidratante sin perfume.
• Cortar las uñas rectas dejando que sobresalgan los bordes.

• Infección.
• Isquemia.
• Dolor neuropático.
• Neuropatía periférica.
• Vasculopatía
• Deformidades, callosidades y alteraciones en la marcha