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par Elena Marrero Il y a 7 années

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Canarias y la expansión imperialista

Durante el primer tercio del siglo XIX, el plátano se convirtió en el principal motor económico de las Islas Canarias, atrayendo grandes inversiones a pesar de la competencia de la fruta centroamericana.

Canarias y la expansión imperialista

Canarias y la expansión imperialista

Destino turístico

Gracias a diversas inversiones de capital, casi siempre británico, permitieron la construcción de grandes hoteles.
A comienzos del siglo XX Las Palmas, el Puerto de la Cruz y, en menor medida, Santa Cruz de Tenerife se convirtieron en localidades muy visitadas por los turistas ingleses, que, con frecuencia, acudían al archipiélago a recuperarse de alguna enfermedad.
Para el Reino Unido las islas Canarias desempeñaban tres importantes funciones económicas:
Exportación de fruta y principal destino turístico.
Destacado centro para la producción.
Importante estación carbonera.

Cultivos de exportación

El plátano se convirtió en el principal motor de la actividad económica insular en el primer tercio del siglo XIX.
Su elevada rentabilidad , a pesar de la competencia de la fruta centroamericana en los mercados europeos, atrajo grandes inversores y le permitió ocupar mejores zonas de cultivo.
De la mano de los inversores ingleses, los cultivadores locales emprendieron una nueva andadura e invirtieron en costosas obras de capitalización.
Sobre 1900 la expansión de nuevos cultivos permitió a agricultores y comerciantes superar la grave crisis provocada a finales del siglo XIX por la depreciación de la cochinilla.

Inversión británica

La opinión pública local acuñó el término brizantinacion para hacer referencia a la hegemonía extranjera.
Las compañías extranjeras controlaban buena parte de las operaciones comerciales, la actividad portuaria, suministro de carbón, reparaciones navales, el negocio turístico, los servicios públicos, la banca y los seguros.
La presencia de una nutrida colonia de comerciantes extranjeros en los principales puertos no era ninguna novedad.
Sin embargo, a comienzos del siglo XVIII, la precensia extranjera, aquí río gran protagonismo en Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife y el Puerto de la Cruz.

Los puertos canarios

El Puerto de la Luz, se convirtió en el principal puerto de la fachada atlántica africana.
Los conflictos diplomáticos generados por la concesión de instalaciones de cables telegráficos con suministros en Canarias o el establecimiento de compañías carboneras alemanas en los puertos isleños pusieron de manifiesto que el archipiélago se había convertido en un escenario más de la rivalidad colonial ente el Reino Unido y Alemania.
Desde 1880 los puertos canarios se convirtieron en estaciones carboneras para los vapores de nacionalidades que conectaban los principales puertos europeos con las colonias africanas y países sudamericanos.
Debido a la situación geográfica del archipiélago, Canarias se convirtió en un enclave de gran importancia en las rutas de navegación hacia el continente africano y América del sur.
El desarrollo de la navegación a vapor hizo necesaria la presencia de estaciones carboneras para el suministro de combustible en los viajes marítimos a distancia.