par Carlos López Il y a 1 mois
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Características de la evaluación de aprendizajes por competencias En palabras de Elola y Toranzos (2000), la evaluación de los aprendizajes comprende cinco características fundamentales, que amplían el horizonte de su comprensión y aplicación, a saber: La primera, es la búsqueda de indicios, esto se refiere a la obtención de información, que constituyen los aspectos visibles de aquellos procesos o elementos más complejos que son objeto de la evaluación. La segunda, concierne a la forma de registros y análisis, esta característica permite a través de un conjunto variado de instrumentos, registrar todos estos referentes; de tal manera, que todos estos insumos permitirán llevar a cabo la tarea evaluativa. La tercera contempla los criterios, este es uno de los elementos de más dificultosa construcción metodológica y a la vez más objetable en los procesos de evaluación. Por una parte, se corre el riesgo que se plantea inicialmente en reducir toda la evaluación a una acción de carácter normativo, en el cual solo se intenta establecer el grado de satisfacción o insatisfacción de determinadas normas. Por otra parte, se puede caer en la tentación de eludir la búsqueda o construcción de criterios con lo cual toda acción de evaluación resulta estéril puesto que solo es posible hacer una descripción más o menos completa del objeto de estudio, pero no resulta factible realizar un análisis comparativo. Con respecto a la cuarta característica contentiva al juicio de valor, vinculado con la anterior, constituye el componente distintivo de todo proceso de evaluación, donde se encuentra la acción de juzgar y discernir; este es el elemento que diferencia la evaluación de una descripción detallada, o de una propuesta de investigación que no necesariamente debe contar con estos. La quinta característica, está centrada en la toma de decisiones como un componente inherente al proceso de evaluación y, que lo diferencia de otro tipo de indagación sistemática. De allí, que las acciones evaluativas cobran sentido en tanto soporte la toma de decisiones. No obstante, Castillo (2002) subraya otras características implícitas en la evaluación de los aprendizajes orientadas en avanzar en el proceso de aprender, comprobar y hacer balance de los conocimientos adquiridos. Asimismo, destaca que el evaluar el proceso de aprendizaje se trata de comprobar los conocimientos que el estudiante ha adquirido, en relación con el logro de los objetivos de la planificación educativa. La evaluación de los aprendizajes está llamada a desempeñar un papel determinante en el clima y contenido del encuentro didáctico, que debe orientar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Ésta se ha convertido en la clave que facilita la comunicación entre el docente y el estudiante; es decir, en el vehículo para la aproximación progresiva de las representaciones que tienen éstos sobre los contenidos que se abordan. En el mismo tenor, Raven (2018), estable tres características importantes que deben tener una evaluación por competencias: Énfasis en los resultados, donde cada uno de éstos deben ser cuantificados y evaluados de forma individual y grupal; los resultados deben ser interpretados de forma clara, así como transparente, y la evaluación debe basarse únicamente en el perfil académico del estudiante. Tal como se puede apreciar, las características que delimitan la evaluación de los aprendizajes por competencias, se puede definir en términos pedagógicos, como una actividad cuyo objetivo es la valoración del proceso y resultados del aprendizaje de los estudiantes, a efectos fundamentales de orientar, regular la enseñanza y contribuir al logro de las finalidades formativas, destacando las estrategias evaluativas, las cuales juegan un papel significativo en el fortalecimiento de dichos aprendizajes.