Las competencias esenciales de un gerente público incluyen la creatividad, que es vital para la innovación y el destaque en el mercado. El pensamiento crítico es fundamental para analizar y resolver problemas, comprendiendo sus causas y efectos.
Estos son capaces de motivar a sus colaboradores, contribuir a su desarrollo profesional y potenciar al máximo su rendimiento.
Trabajo en equipo
Un buen gerente no se limita únicamente a delegar, sino que se involucra y participa activamente en las labores necesarias para alcanzar las metas de la empresa.
Capacidad de negociar
Suelen emplearse para alcanzar acuerdos en ámbitos distintos, como las finanzas, ventas e incluso en recursos humanos.
Capacidad de planificar
Un buen gerente es una persona capaz de organizar tareas de forma efectiva, establecer plazos realistas y delegar labores en las que se tome en cuenta las capacidades de sus colaboradores.
Intuición
Se requiere de una gran intuición para tomar las decisiones más convenientes para los objetivos de la organización.
Iniciativa
. En muchas oportunidades deberá asumir la iniciativa, aunque esto implique tomar decisiones difíciles.
Autocontrol
Un gerente debe ser capaz de controlar sus emociones y evitar reaccionar de forma negativa ante cualquier tipo de provocación.
Creatividad
Las empresas requieren de colaboradores creativos que aspiren siempre a innovar en sus labores para así destacarse de la competencia.
Comunicación
Es tarea del gerente lograr que todos sus colaboradores tengan claro sus tareas y contribuir con el cumplimiento de los objetivos de la empresa.
Pensamiento critico
Un buen gerente debe ser capaz de resolverlos, analizando antes la situación a fondo para comprender sus causas y efectos.