Desarrollo de las funciones ejecutivas en la educación de niños y niñas
El desarrollo neuropsicológico en la infancia es un proceso complejo que requiere diversas etapas para establecer habilidades cognitivas. Las funciones ejecutivas son esenciales y abarcan aspectos como la metamemoria, el control inhibitorio y la comprensión del sentido figurado.
Conjunto de procesos mentales que de manera independiente y variada tienen incidencia en los procesos de cognición y regulación de la conducta.
Las funciones ejecutivas vinculan actividades relacionadas con las acciones mentales, la memoria de trabajo, la toma de decisiones, la organización del tiempo y la solución de problemas, entre otras.
Desarrollo de las funciones ejecutivas en la educación de niños y niñas
el proceso educativo en niños y niñas debe establecerse más allá de la mecanización de acciones conceptuales y cumplimiento estricto de alcance de notas; por lo cual se debe afianzar en dotar de habilidades, capacidades y destrezas que se vinculen desde el cerebro a su actividad vital diaria tanto personal como colectiva.
Acciones cerebrales de las funciones ejecutivas
Memoria de trabajo
Actitud abstracta
Comprensión del sentido figurado
Metamemoria
Procesamiento riesgo-beneficio
Seguimiento de reglas
Control inhibitorio
Estudios sobre aplicación de pruebas neuropsicológicas resaltan importantes hallazgos como:
Existen edades fundamentales para el enriquecimiento y fortalecimiento de las funciones ejecutivas por medio de la practica del conocimiento escolar y familiar: en el rango entre los 9 y 12 años de edad, en niños y niñas, la practica de ejercicios neuroescolares mejora la correlación de la atención sostenida y la memoria de trabajo en áreas como matemáticas, inglés y sociales, que significan un prolongado desarrollo de las capacidades cerebrales a largo plazo (Fonseca, Rodríguez & Parra, 2016).
La obtención de elementos que faciliten las habilidades y capacidades de cognición social se hallan muy ligados a la creación de un escenario constante de discernimiento y retroalimentación intelectual, en donde es fundamental la familia para la articulación de las practicas conductuales de los niños en aras del mejoramiento de sus destrezas (Tamayo, Merchán, Hernández, Ramírez & Gallo, 2017).
El desarrollo neuropsicológico de los niños requiere, por su complejidad, que se establezcan diversas etapas para el establecimiento de habilidades cognitivas.