Asegurar una educación inclusiva y adaptada para personas con discapacidades es fundamental en una sociedad que valora la igualdad y los derechos humanos. Este enfoque educativo no solo se centra en la accesibilidad y la flexibilidad del sistema, sino también en la prevención y rehabilitación, con el objetivo de integrar a las personas con limitaciones físicas, emocionales, sensoriales y cognoscitivas.