par Abigail Gomez Il y a 3 années
400
Plus de détails
-HONESTO. Negocia de buena fe, no busca engañar a la otra parte y cumple lo acordado. -HUMILDE Y REALISTA. Tiene los pies en la tierra, se afirma en lo que sabe y es consciente de lo que no sabe, y de que nadie puede pretender saberlo todo. -PROFESIONAL: Es una persona capaciada, con gran formación. Prepara con esmero cualquier nueva negociación, no dejando nada al azar. -DETESTA LA IMPROVISACIÓN, Y LA FALTA DE RIGOR Y DE SERIEDAD. COnoce con precisión las características de su oferta, y así la defiende. -METICULOSO. Recaba toda la información disponible, ensaya con minuciosidad sus presentaciones, define con precisión su estrategia y sus objetivos y le da mucha importancia a los pequeños detalles. -FIRME Y SÓLIDO. Tiene las ideas muy claras, siendo suave en las formas pero firme en sus ideas, aunque sin llegar a la inflexibilidad. En la negociación no se puede ser blando. Esto no implica que haya que ser duro, agresivo o arrogante, pero sí es fundamental tener las ideas muy claras y el coraje de luchar por ellas. -TIENE AUTOCONFIANZA O SEGURIDAD EN SÍ MISMO.Se siente seguro de su posición, de su saber hacer, no se deja impresionar por la otra aprte, no se siente intimidado por el estilo agresivo del oponente. Sabe mantener la calma en situación de tensión. -CONSISTENTE Y COHERENTE. Existe una correlación entre lo que dice y lo que hace, que genera en la otra parte confianza y credibilidad.
-ÁGIL. Capta inmediatamente los puntos de acuerdo y desacuerdo, reacciona con rapidez, encuentra soluciones, toma decisiones sobre la marcha, sabe ajustar su posición en función de la nueva infromación que recibe y de la marcha de la negociación. No deja escapar una oportunidad. -RESOLUTIVO. Busca resultados en el corto plazo, aunque sin precipitarse. Sabe cuáles son sus objetivos y se dirige a ellos. Los obstáculos están para superarlos, por lo que no desiste sin plantear batalla. -ACEPTA EL RIESGO. Sabe tomar decisiones con el posible riesgo que conllevan, pero sin ser imprudente. -PACIENTE. Sabe esperar. Uno no debe precipitarse intentando cerrar un acuerdo por miedo a perderlo. -CREATIVO. Encuentra la manera de superar los obstáculos, inventa soluciones novedosas y detecta nuevas áreas de colaboración. -VALORA EL APRENDIZAJE DERIVADO DE LA EXPERIENCIA. Lo realmente importante no es la experiencia en sí misma, sino su reflexión sobre ella.
-Le preocupa especialmente mantener una buena relación personal. -Evita a toda costa el enfrentamiento; prefiere ceder antes que molestar a la otra parte. -Busca colaboración, facilitando toda la información que le soliciten, y planteando claramente sus condiciones. -Le gusta jugar limpio, por lo que no utiliza ninguna táctica de presión. -Confía en la palabra del otro, cede generosamente y no manipula.
Este negociador puede resultar excesivamente blando, de una ingenuidad de la que se puede aprovechar la otra parte, en determinadas situaciones (en las que, por ejemplo, el oponente es del tipo anterior).
-Lo único realmente importante es alcanzar su objetivo a toda costa. -Intimida, presiona y no le importa crear un clima de tensión. -Elevada autoconfianza, se cree en posesión de la verdad. Considera a la otra parte como un contrincante al que hay que vencer. -Las relaciones personales no es un tema que le preocupe, ni tampoco los intereses del oponente. -Si negocia desde una posición de poder, se aprovechará de la misma, imponiendo su planteamiento. Utilizrá cualquier estratagema para presionar y lograr sus metas.
Este tipo de negociador puede ser efectivo en negociaciones puntuales, pero es totalmente inapropiado para establecer relaciones duraderas.