a Nelson Florez 1 éve
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Uno de los objetivos de un ataque de inyección de código es permitir la ejecución de código malicioso en el sistema o aplicación objetivo. Esto puede permitir que los atacantes realicen una variedad de acciones dañinas, como robar información confidencial, modificar datos, obtener acceso no autorizado a sistemas o incluso tomar el control total del sistema comprometido. Los ataques de inyección de código pueden llevar al compromiso de datos confidenciales almacenados en sistemas o aplicaciones. Los atacantes pueden aprovechar la vulnerabilidad de inyección de código para acceder, modificar o robar información confidencial, como contraseñas, datos de tarjetas de crédito, información personal u otra información sensible.
El objetivo principal de un ataque DDoS es saturar los recursos de un sistema o red, lo que provoca una interrupción del servicio. Como resultado, los servicios en línea pueden volverse inaccesibles para los usuarios legítimos, lo que causa una pérdida de productividad, interrupción de operaciones comerciales y daño a la reputación de la organización afectada. Si una organización depende de servicios en línea para su funcionamiento o generación de ingresos, un ataque DDoS puede tener un impacto financiero significativo. La interrupción prolongada de los servicios puede resultar en la pérdida de ventas, transacciones o contratos, lo que conduce a una disminución de los ingresos y a posibles dificultades financieras.
La ingeniería social se utiliza para engañar a las personas y obtener acceso a información confidencial. Esto puede incluir contraseñas, datos de tarjetas de crédito, información personal, detalles de cuentas bancarias u otra información sensible. Los atacantes pueden utilizar esta información para cometer fraude financiero, robo de identidad, extorsión o realizar actividades delictivas. Mediante tácticas de ingeniería social, los atacantes pueden persuadir a los usuarios para que revelen credenciales de acceso o proporcionen acceso no autorizado a sistemas y redes. Esto les permite obtener control sobre los sistemas, comprometer la infraestructura de una organización y acceder a datos confidenciales o realizar acciones maliciosas.
El objetivo principal del phishing es engañar a los usuarios para que revelen información confidencial, como contraseñas, números de tarjetas de crédito, datos de cuentas bancarias u otra información personal. Los atacantes utilizan técnicas de ingeniería social y sitios web falsos para obtener esta información y luego pueden utilizarla para cometer fraude financiero, robo de identidad u otras actividades delictivas.
Consecuencias
El malware puede comprometer la seguridad de los sistemas y redes infectadas. Puede proporcionar a los atacantes acceso no autorizado, permitiéndoles robar información confidencial, como contraseñas, datos bancarios o información personal. Esto puede conducir al robo de identidad, fraude financiero u otras actividades delictivas. Algunos tipos de malware, como los virus, los ransomware o los troyanos, pueden causar la pérdida o la corrupción de datos almacenados en los sistemas infectados.