Durante el periodo colonial, las potencias europeas se enfrascaron en una carrera por la apropiación de territorios en África, impulsada por intereses económicos y el potencial bélico superior.
En el transcurso de la centuria, el crecimiento de la producción industrial y el mejoramiento de los medios de transporte llevó a las potencias europeas a posicionarse en el norte de África y a penetrar en regiones del continente que habían permanecido fuera de su dominio, en busca de mercados para sus productos, materias primas y territorio.
A pesar de que varias naciones europeas habían declarado ilegal la trata de esclavos (Gran Bretaña en 1807, Holanda en 1814 y Francia en 1818), esta actividad siguió siendo lucrativa en África occidental durante la primera mitad del siglo XIX,las expediciones al interior del continente buscaban nuevas rutas y objetos para “un comercio nuevo y legítimo”
Las exploraciones europeas al interior del continente entre 1795 y 1854 descubrieron al mundo las principales características de estas regiones.
A mediados del siglo XIX, en el territorio hoy conocido como Sudáfrica, existían dos colonias británicas, dos repúblicas boérs (antiguos colonos holandeses) y numerosos reinos africanos; con una población aproximada de 300 mil blancos y entre 1 y 2 millones de africanos
A principios del siglo XIX, la presencia de los países europeos en el continente africano se había reducido a factorías comerciales en la zona costera occidental que habían constituido enclaves importantes para el tráfico de esclavos y de otros productos como el marfil
El descubrimiento de grandes yacimientos de diamantes en 1868, aceleró el proceso de dominación y explotación sobre los africanos negros, transformados en mano de obra para el trabajo en las minas, excluidos de los beneficios económicos, segregados y discriminados por la población blanca.
La explotación y comercio de algunos productos naturales, como el aceite de palma, se vieron favorecidos por medios de transporte novedosos como el barco de vapor; asimismo, las naciones europeas iniciaron una carrera por apropiarse de territorio, símbolo del colonialismo, en la que poblaciones y reinos nativos serían vencidos y sometidos gracias al potencial bélico de los europeos.
Convencidos de la superioridad europea, los colonos se fueron apoderando de las mejores tierras y desplazaron a los antiguos habitantes hacia espacios menos productivos.
Los intereses colonialistas de Alemania en África, con un potencial industrial y bélico significativo, inauguraría una nueva época en el proceso de colonización del continente africano, tal y como quedaría consignado en la Conferencia de Berlín (1884-1885).
En los setenta, Gran Bretaña y Francia “habían considerado la idea de dividir el África occidental en esferas de influencia, en las que sólo las firmas de uno u otro país tendrían derecho a comerciar”
Colonialismo en Asia
En el continente asiático, las potencias europeas y los Estados Unidos aplicaron políticas de colonización de distinto tipo, que fueron desde el comercio forzado y la apropiación territorial
La India y Birmania fue tomada por los ingleses, Indochina por los franceses valiéndose de la superioridad tecnológica y su poderío militar, hasta la creación de colonias de poblamiento, como Australia o Nueva Zelanda, en el caso inglés
Estas colonias absorbieron la población excedente de las metrópolis y disfrutaron de autonomía política.
En el continente europeo, Inglaterra y Francia encabezaban a las economías capitalistas en expansión
Gracias al desarrollo capitalista y la hegemonía industrial y comercial alcanzada por estas dos potencias europeas, les permitió extender su control y dominio sobre amplios territorios del planeta para ir configurando imperios, sobre todo a partir del último cuarto del siglo XIX, cuando conformaron conjuntos políticos que integraron territorios de distintos continentes y una diversidad de naciones, razas y cultura
Debido al desarrollo económico, las dos naciones tenían la mayor cantidad de vías férreas en este periodo
Francia era la más poblada de Europa, había iniciado tardíamente su proceso de industrialización, primero en lo textil y, en los años cuarenta del siglo XIX, en las industrias extractiva y metalúrgica
En los años sesenta ya era la segunda potencia mundial, sólo atrás de la Gran Bretaña
Inglaterra era el “taller del mundo” y era la principal potencia marítima, comercial y militar, practicaba el libre comercio
Era una economía compradora de materias primas y alimentos y vendedora de artículos industriales.
Su crecimiento económico se sustentaba en el desarrollo industrial y el comercio sin barreras
Europa comenzo su expansion a otras regiones del mundo desde el siglo XVl para la explotacion de materia prima y nativos esclavizados
Con la Revolucion industrial hubo dearrollo en la produccion, principalmente en la textil nuevos medios de transporte y de comunicación ya que fueron factores en la transformación de las políticas de dominación y control colonialista.
Adquirió características diferentes en el transcurso del siglo XIX, que fueron conformando al imperialismo colonialista
Explotaron de diversas maneras los recursos naturales y la mano de obra nativa gracias a su superioridad tecnologica y belica asi apoderandose de diversas partes del planeta
El territorio y los pueblos de los continentes asiático y africano fueron presa de las ambiciones de las potencias capitalistas