a ivan rosas escobedo 3 éve
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Se trata de buscar referencias, comparar en caso de que haya posiciones diversas al respecto, reflexionar acerca de cómo esos conceptos ayudan a desentrañar nuestro objeto de estudio de manera que vayamos construyendo un cuerpo conceptual coherente, exhaustivo y con marca personalizada, que demuestre la apropiación e interiorización de eso que estamos exponiendo y que luego necesitaremos “aterrizar” empíricamente.
La dimensión conceptual constituye el centro del marco teórico, pues con ella se busca explicitar, clarificar y definir las diferentes dimensiones e indicadores a partir de los cuales se ha operacionalizado el objeto de estudio.
La dimensión histórico-contextual, se trata de resaltar aquellas características fundamentales producto de la interacción del sistema conceptual con su contexto que son necesarias para: ubicarlo histórica y epistemológicamente, comprender los planteamientos de dicho sistema conceptual que utilizaremos para analizar el objeto de estudio, justificar la necesidad de complementaciones a dicho sistema producto de sus limitaciones para el abordaje del objeto de estudio.
Nuestra principal preocupación, entonces, debe ser que nuestro marco teórico sea capaz de cumplir cabalmente con esta última idea, más allá de la naturaleza de los elementos que lo componen.