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Evaluación conductual
Evaluación psicológica
Surgió como consecuencia del enfoque conductista de la evaluación, connotando algo más amplio que la simple aplicación de tests, en los últimos años, el término Evaluación Psicológica ha interrumpido en el campo de la Psicología.
Forns (1985) conceptualiza la evaluación del siguiente modo: "La evaluación psicológica es un proceso de análisis científico de la conducta humana, este proceso de análisis conlleva un doble eje, diacrónico y sincrónico en relación al individuo objeto de análisis, atendiendo a la par: a) al sujeto como ser biológico y socio-cultural; b) a sus diversos ambientes. condicionantes y reactivos ante su conducta; y c) a sus propias conductas en las tres variantes de motora, fisiológica y cognitiva".
El término evaluación psicológica se ha introducido en la psicología abarcando un amplio campo de aplicabilidad, aunque tendencialmente se sigue utilizando Psicodiagnóstico y Evaluación Psicológica como sinónimos (Maganto, 1995b. p. 19).
Fernández-Ballesteros en 1983 definió el Psicodiagnóstico o Evaluación Psicológica como "aquella disciplina de la psicología que se ocupa del estudio científico del comportamiento, de un sujeto o grupo de sujetos determinados, en su interacción recíproca con el ambiente físico y social, a fin de describir, clasificar, predecir, y, en su caso, explicar su comportamiento" (p. 76).
El objetivo prioritario de la Evaluación Psicológica ha de ser el sujeto, conviene recordar que la evaluación puede dirigirse también a contextos, situaciones, grupos humanos, y a la valoración de intervenciones. La define como "aquella disciplina de la Psicología científica que se ocupa de la exploración y análisis del comportamiento de un sujeto humano con distintos objetivos básicos o aplicados a través de un proceso de toma de decisiones en el que se incardinan a la aplicación de una serie de dispositivos, tests y técnicas de medida o/y evaluación (p. 17)".
La apertura de nuevos Campos (escolares, institucionales, terapéuticos, salud...), así como el surgimiento del enfoque conductual dieron pie a la sustitución del término Psicodiagnóstico por el de Evaluación conductual, modificándose y ampliándose el concepto.
Kanfer y Saslow proponen un esquema que se basa en los 7 puntos siguientes:
Análisis de la situación problema. Clarificación de la situación problemática que identifique las variables que mantienen la conducta problema. Análisis motivacional. Análisis del desarrollo o de factores biológicos, sociales y conductuales que influyen en la conducta problema. Análisis del autocontrol. Análisis de las relaciones sociales o de las personas que influyen positiva o negativamente en la conducta problema. Análisis del ambiente sociocultural y físico.
La crisis de la Evaluación Conductual-en la década de los 80 en opinión de Fernández-Ballesteros (1994c, p. 53) "parece causada por el enfrentamiento de dos importantes fuerzas: la primera de ellas queriendo mantener planteamientos conductuales radicales, la otra tratando de compatibilizar el modelo conductual con otros enfoques cognitivos y personologistas".
Desde esta perspectiva, Fernández-Ballesteros (1994c, p. 25) define la Evaluación Conductual como "Aquella alternativa a la evaluación psicológica a través de la cual se trata de identificar las conductas objeto de estudio, tanto motoras coma fisiológicas o cognitivas, así como las variables ambientales y/o personales que las mantienen o controlan, con el objetivo de realizar un tratamiento o cualquier tipo de intervención conductual o valoración".
La primera definición de Evaluación surge en EEUU en 1948 y hace referencia a un proceso en el que se plantean hipótesis, se seleccionan técnicas y se llega a unos resultados sobre los que se informa.
Murray descubre las fuentes del funcionamiento personal creativo y adaptativo y estudia a lo largo de un periodo largo de tiempo a un pequeño grupo de sujetos, explorando diversas áreas.
Durante la Segunda Guerra Mundial Murray y sus colaboradores prepararon un programa de evaluación para la Oficina de Servicios Estratégicos que tenía por objetivo predecir qué hombres podrían prestar un servicio eficaz.
En la evaluación se acentúan los aspectos positivos y de desarrollo potencial que existen en la conducta del ser humano.
Se puede destacar que la informatización de los tests se dio de cuatro maneras distintas (Bunderson, Inouye & Olsen,1989): a) tests convencionales informatizados, b) elaboración automatizada de informes, c) tests adaptativos informatizados, y d) construcción automatizada de los tests
En los últimos treinta años ha tenido lugar un enorme desarrollo de la tecnología psicométrica con la aparición de los modelos englobados bajo la denominación de Teoría de Respuesta al Ítem (TRI). En pocas palabras, los modelos de TRI generan mediciones invariantes respecto de los tests utilizados para obtenerlas.
Por otro lado, la ayuda que significa para los psicólogos la elaboración automatizada de informes puede ser también una fuente de abusos sino se utiliza adecuadamente, no se trata de sustituir la tarea del psicólogo sino de tener un punto de partida para responder a los objetivos de la evaluación.
Diagnóstico etimológicamente deriva del griego dia - gignosko que significa aprender a conocer, conocer, tener conocimiento, entender algo... (Maganto, 1995b, p. 15) En el campo de la psicología el concepto Psicodiagnóstico ha tenido unas connotaciones clínicas, en parte porque ha sido derivado de la medicina, y en parte porque ha estado vinculado a las perspectivas psicodinámicas.
Pelechano delimita 7 aspectos a la expresión Psicodiagnóstico: • Se trata de una expresión con claras connotaciones médico-psiquiátricas. • Es un acercamiento empirista y aplicado en el que predomina la detección de diferencias entre los seres humanos identificados previamente por algún criterio externo. • Disminuye al máximo el momento discursivo teórico y se acentúan los correlatos operativos. • Pretende un estudio global del individuo, acerca del funcionamiento y dinámica de su personalidad y de su inteligencia. • Acercamiento en el que prima lo cualitativo frente a lo cuantitativo. • Se trata de un método en el que se pretende conocer a un ser humano y se encuentra bien definida tanto la situación como los tipos de recursos que ha de tener el diagnosticador. • El método de trabajo implica una interacción verbal entre dos personas (psicodiagnosticador y psicodiagnosticado) y no-verbal, interacciones en las que se sugiere que no se influya en la persona que realiza la prueba.
El término Psicodiagnóstico tuvo en sus inicios una clara semántica médica, pero tal denominación ha perdido en parte su vigencia, aunque en opinión de Fernández-Ballesteros (1992a) "este término sigue teniendo aplicabilidad cuando el objetivo de evaluación es el del diagnóstico psicológico: es decir, el de establecer la clasificación del sujeto en estudio con fines clínicos (p. 27)".
Modelos de evaluación:
Directrices para la Evaluación Informatizada
Directrices para la Evaluación a través de Internet
En los últimos años, se ha producido un incremento sustancial en la oferta de servicios psicológicos a distancia. En varios países de Europa se están llevando a cabo trabajos sobre evaluación a distancia vía Internet en las áreas de trabajo y educación (Colegio Oficial de Psicólogos & ITC, 2000).
Para los tests por Internet los estudios de validación deben llevarse a cabo a través de Internet con participantes que completen la prueba en las mismas condiciones que lo haría la población objetivo. El test debe ser usado sólo en los modos de administración para los cuales ha sido diseñado.
La interacción psicológica a través de Internet no escapa a las normas propias del ciberespacio en cuanto a la protección de las transacciones. Los sistemas deben tener revisiones regulares que garanticen su adecuado funcionamiento y mejoren los niveles de seguridad.
La rapidez, los bajos costos y la gran accesibilidad de Internet son un beneficio para la EP. Un nuevo test puede estar disponible en todo el mundo en cuestión de instantes sólo por contar con una conexión a Internet. La evaluación a través de Internet implica menores costos ya que se evita la impresión de todo el material y los gastos de distribución y corrección propios de los tests de lápiz y papel.
A saber, que el psicólogo hará uso de los tests de forma adecuada, profesional y ética, prestando la debida atención a las necesidades y derechos de las personas implicadas en el proceso de evaluación, y teniendo muy en cuenta las razones para utilizar los tests, así como el contexto en el cual se lleva a cabo su aplicación.
Además, los psicólogos tienen el compromiso de proporcionar una explicación de los resultados, utilizando un lenguaje que pueda entender la persona evaluada, independientemente de que la puntuación e interpretación sean hechas por el propio psicólogo o por medio de servicios automatizados u otros servicios externos (APA, 1992).
Los primeros intentos por determinar las directrices técnicas para los TAIs fueron resumidos en un artículo de Green, Bock, Humphreys, Linn y Reckase (1984). Los autores trataron los temas: dimensionalidad, error de medición, validez, estimación de parámetros de los ítems, características del pool de ítems, y factores humanos.
En términos generales las directrices de la ITC buscan llamar la atención sobre cuatro aspectos relacionados con la evaluación informatizada: • Tecnología: Asegurar que los aspectos técnicos de los TIs sean tenidos en cuenta, • Calidad: Garantizar la calidad del TI y de los materiales usados y asegurar un manejo adecuado del mismo a través de todo el proceso de evaluación • Control: Control de la autenticación del evaluado y de su práctica previa, y 4) la • Seguridad: Resguardar tanto los materiales del test como los datos de los evaluados.
Modelo del Atributo: Este modelo se interesa por la persona. La conducta está determinada por una serie de variables intrapsíquicas o rasgos y los niveles de inferencia son intermedios. Su objetivo es predecir o explicar la conducta en base a esos rasgos y los ámbitos en los que se utiliza son básicamente en el contexto escolar y organizacional.
Modelo Dinámico: Este modelo requiere altos niveles de inferencia, las variables que utiliza son, esencialmente, los mecanismos de defensa (proyección, introyección, sublimación, identificación…). El método que sigue es la Observación clínica, sigue técnicas proyectivas de escasa estructuración con el objetivo de explicar y comprender la conducta. Ámbito clínico.
Modelo Conductual: Es el modelo que tiene el menor nivel de inferencia, ya que la conducta, al ser objetiva, se ve, y no hace falta inferir nada. Las variables relevantes son las conductas motoras, reacciones fisiológicas o cogniciones. La técnica más utilizada es la observación, el objetivo es la explicación y control o modificación de la conducta y el ámbito en el que se aplica puede ser clínico, de laboratorio, escolar u organizacional.
Modelo Constructivista: Con un nivel de inferencia alto, las variables que se analizan son los significados personales que la persona le da a su mundo, las técnicas utilizadas son subjetivas, como la Rejilla, y se utiliza en el ámbito clínico.
En el libro de Adams (1964) no aparece el término de evaluación (assessment) sino el de valoración (evaluation) y medida (measurement).
Distingue 5 pasos en el proceso de valoración:
• Determinación de lo que se quiere valorar • Definición operativa de lo que se desea valorar • Selección de las situaciones adecuadas que permitan obtener resultados • Registro de las observaciones previstas de tal modo que sea susceptible de análisis objetivo • Resumen y síntesis de los datos recogidos y elaborados.
Evaluación y valoración son dos términos etimológicamente idénticos en castellano, pero la principal diferencia es que la evaluación está dirigida a personas y la valoración se dirige más a objetos o tratamientos.
Pelechano (1988a) indica algunas de las principales condiciones que deben tener estas valoraciones (p. 59): • Deben proporcionar información suficiente como para poder tomar decisiones alternativas, lo que sugiere una pluralidad de enfoques y análisis. • Los resultados de la valoración deben permitir mejorar el programa que se está realizando o se haya realizado. • La valoración debe tener en cuenta los objetivos del programa inmediatos, a medio y a largo plazo. • Deben tenerse en cuenta tanto los objetivos del programa y los efectos estrechamente relacionados con ellos, como los efectos no esperados, ofreciéndose explicación tanto de los efectos esperados y los no esperados. • Los diseños de análisis a utilizar deben ser principalmente multivariados. • Los procedimientos de obtención de información deben cumplir los requisitos mínimos de objetividad, fiabilidad, validez, viabilidad, utilidad, y responsabilidad ética.
Actualmente se debe estar de acuerdo en aceptar que la evaluación psicológica no puede limitarse al uso de tests, debiendo incorporar otras técnicas como: entrevista, técnicas subjetivas, técnicas objetivas, técnicas psicofisiológicas, etc.
Para Mckeen Catell los tests mentales eran unos sistemas normalizados de procedimientos que permitían obtener información objetiva respecto al rendimiento de personas ante la realización de tareas-tipo, acuña el término “Test Mental”.
Fernández-Ballesteros (1992c) define el test como "un instrumento. Sistemático y tipificado que permite la comparación de un sujeto con un grupo-normativo (p. 139)”.
Francis Galton (1822-1911): Acerca las técnicas de evaluación a la población general gracias a la creación de su Laboratorio Antropométrico en Londres, considera que la inteligencia se podía inferir por la medición de las características sensoriales a través de tareas perceptivas como agudeza visual, estatura, peso, capacidades auditivas, respiratorias o motoras.
