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a Vanessa gallon lopez 4 éve

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El cataclismo de Damocles.

El texto reflexiona sobre la analogía entre el arca de Noé y el arca de la memoria, comparando el compromiso de la sociedad para sobrevivir con la construcción de un arca que simboliza el cambio necesario para evitar desastres futuros.

El cataclismo de Damocles.

Elaborado por: Juan Carlos García Castañeda.

El cataclismo de Damocles.

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"Esto no es un mal plagio"

El autor nos da a entender, que esta comparando nuestra realidad con la de Juan en su destierro de Patmos, quién tuvo una visión de lo que sucedería, pero que encontrándose ya en la guerra, lo único que podrá hacer será vivir las consecuencias.

Analogía entre el arca de Noé y el arca de la memoria.

Refiriéndonos al arca de Noé el auto nos narra acerca de un compromiso como sociedad para sobrevivir, tal como lo hizo Noé construyendo una arca, con la esperanza de salvarse del diluvio que Dios envió como castigo al mundo por no seguir sus mandatos, asemejando esta analogía con la arca que sería el cambio que necesitamos y el diluvio como la advertencia de lo que sucederá sino subimos en el arca.
Teniendo como base una realidad como la que plantea Gabo en su escrito, podemos relacionarla con el arca de la memoria, la cual representa una síntesis alrededor del absurdo descontrol de grandes potencias mundiales donde no prevalece ni el respeto por la vida ni la integridad de la población sobrellevando las consecuencias de continuar con la guerra.

¿Hacía quién va dirigido el texto?

Va dirigido a la humanidad en general, y a los gobernadores con el propósito de concientizar acerca de los costos de guerras innecesarias, de que entendamos que las decisiones egoístas en nuestros países convierten nuestro mundo en un lugar invivible sin paz, sin educación, sin salud, haciéndonos cada vez más inconscientes de nuestra realidad.

Idea principal.

La preservación de la vida humana en la Tierra sigue siendo todavía más barata que la peste nuclear, el principio de la entropía y las posturas de la humanidad que de manera encadenada va llevándonos a un final inevitable causada por el mal uso de los recursos naturales y recursos humanos.

García Márquez, G. (1986)

Conclusión.

Los gobernantes causan cataclismos al dar más importancia a la compra y fabricación de armas que a la educación, la salud y el bienestar de su población. García Márquez nos invita a reflexionar acerca de cómo nuestro mundo pasó de ser un lugar en el que imaginábamos ser felices, a ser sobrevivientes de guerras que no son nuestras. Aunque este texto fue escrito en 1986, hasta la actualidad nada ha cambiado por completo, continúa el hambre infantil, la falta de escolaridad, seguimos ignorantes ante esta realidad. Los países ricos, las grandes potencias buscan su beneficio propio, dejando a un lado su pueblo, a sus niños inocentes, a sus hombres y mujeres que solo podemos esperar a que todo ese dinero invertido en armas algún día tome el rumbo hacía una mejor calidad de vida y nuestro desarrollo social y educativo. La guerra es el negocio que acaba con nuestro planeta, sufrimos el terror de gobernantes egoístas faltos de humanidad y conciencia.

Argumentos.

Frente a este despilfarro económico descomunal, es todavía más inquietante y doloroso el despilfarro humano: la industria de la guerra mantiene en cautiverio al más grande contingente de sabios jamás reunido para empresa alguna en la historia de la humanidad.
En la salud, por ejemplo: con el costo de 10 portaviones nucleares Nimitz, de los 15 que fabricó EU antes del año 2000, podría realizarse un programa preventivo que protegiera en esos mismos 14 años a más de 1.000 millones de personas contra el paludismo, y evitara la muerte -sólo en África- de más de 14 millones de niños.
El único consuelo de estas simplificaciones terroríficas es comprobar que la preservación de la vida humana en la Tierra sigue siendo todavía más barata que la peste nuclear.
Ninguna ciencia, ningún arte, ninguna industria se ha doblado a sí misma tantas veces como la industria nuclear desde su origen, ni ninguna otra creación del ingenio humano ha tenido nunca tanto poder de determinación sobre el destino del mundo.
En 1986, existían en el mundo más de 50.000 ojivas nucleares emplazadas. En términos caseros, esto quiere decir que cada ser humano, sin excluir a los niños, está sentado en un barril con unas cuatro toneladas de dinamita, cuya explosión total puede eliminar 12 veces todo rastro de vida en la Tierra.

Tema.

Lo único que puede salvarnos de una barbarie: una cultura de paz.