La fitofarmacología se centra en el estudio y uso de productos vegetales con fines terapéuticos, buscando minimizar los efectos secundarios de los químicos tradicionales. En las últimas décadas, ha habido un incremento significativo en la investigación sobre las plantas medicinales, lo que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a establecer guías para la evaluación de medicamentos herbolarios en 1992.