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representan entre un 5 y 10% de las alteraciones prostáticas.
El adenocarcinoma es la neoplasia prostática más común. La sintomatología es similar a la ya vista, y no son comunes los problemas locomotores, excepto que se produzca metástasis hacia los nervios u órganos de la periferia.
Diagnóstico: sintomatología clínica y anamnesis. Para confirmar el diagnóstico es necesario hacer una biopsia. Se recomienda la biopsia guiada por ultrasonografía.
Tratamiento: vía quirúrgica. También se recomienda la castración y la administración de quimio o radioterapia. La vía quirúrgica puede dar como efecto secundario la incontinencia urinaria. El abordaje puede ser por vía pelviana o perineal. También puede haber inconvenientes con la anestesia, porque la mayoría de los casos de neoplasias se ven en animales de más de 10 años.
se dan en general en forma crónica. Son causados por infecciones ascendentes a base de E. coli, Klebsiella, Estreptococos y Estafilococos.
La sintomatología difiere si el proceso es agudo o crónico. Los problemas locomotores están asociados sobre todo a prostatitis agudas.
Diagnóstico: sobretodo ecografía. Se puede aislar líquido prostático de la tercera porción seminal para hacer cultivo y detectar microorganismos, y así hacer un diagnóstico definitivo.
Tratamiento: usamos antibióticoterapia. Hay que atravesar la barrera hematoprostática y tenemos un pH ácido. Se necesitan entonces antibióticos que se comporten bien en esos pH ácidos y que además puedan atravesar la barrera (deberían ser liposolubles). Se han obtenido buenos resultados con la ciprofloxacina y la sulfamethoxazole/trimethoprim. Se puede hacer un antibiograma y administrar los dos antibióticos más específicos.
Se puede castrar para disminuir la concentración de testosterona o usar Finasteride.
no son muy comunes. Se ven como vacuolas en el parénquima prostático. En la ecografía vamos a ver como un panal de abejas, ya que son muchas vacuolas juntas. Pueden aparecer dentro del parénquima o en la periferia de este. Estos quistes aparecen en su mayoría de forma unilateral. Es común que posteriormente a estos quistes se den cuadros de prostatitis.
es una alteración en los tipos celulares del parénquima prostático debido fundamentalmente a un exceso de estrógenos. Por palpación digital no notamos muchos cambios en la consistencia del parénquima prostático, aunque se dice que tiende a endurecerse un poco. La vía de diagnóstico segura es la ecografía. También es importante la anamnesis, ya que es muy probable que el animal en el pasado haya tenido un tumor de células de Sértoli o una dosificación externa de estrógenos por algún problema.
es causada por un cuadro relacionado a la testosterona. A nivel de la próstata se produce una degradación de la testosterona por medio de una enzima que la transforma en dihidrotestosterona. Esta dihidrotestosterona es la causante de la hiperplasia e hipertrofia. La dihidrotestosterona se continúa degradando a androstenediona, la cual es aún más fuerte y causa mayor hiperplasia e hipertrofia en la próstata. Estos dos metabolitos de la testosterona en conjunto son los causantes de esta patología. Las técnicas farmacológicas más modernas apuntan a tratar de romper el proceso metabólico atacando a las enzimas.
Si bien la mayor parte de los perros mayores de 5 años presentan cierta hiperplasia prostática, no todos van a llegar a presentar sintomatología. Los síntomas están asociados a problemas urinarios, reproductivos (alteración del plasma seminal, etc.) y problemas en la defecación. Por lo general no aparecen los problemas locomotores porque son más comunes en las prostatitis agudas.
Diagnóstico: en perros mayores a 5 años se puede hacer una palpación rectal periódica cada 6 meses o cada año, para detectar aumento de tamaño en forma simétrica (los dos lóbulos aumentan). No hay alteración de la consistencia del tejido prostático. Si queremos un diagnóstico más preciso podemos hacer una ecografía, que nos va a permitir identificar aumento de tamaño, forma y características de la consistencia de la próstata.
Tratamiento: el tratamiento más utilizado en animales que no son destinados a la reproducción es el quirúrgico, la castración. Como esta patología es hormono dependiente, al extraer la fuente de testosterona más importante del organismo (el testículo), en 1 o 2 semanas la próstata se reduce a su tamaño normal. Luego, con el tiempo llega a la atrofia.
En animales destinados a la reproducción, se buscan alternativas terapéuticas. A veces se utilizan estrógenos para reducir el tamaño de la próstata, pero se han dejado de usar porque los tratamientos son largos, y al administrar estrógenos por 1 mes o más nos puede producir una aplasia medular. También pueden causar metaplasia prostática.
Actualmente lo que más se usa son los progestágenos (ya sea acetato de megestrol como medroxiprogesterona). Dosis: copiar. Con esto logramos una especie de castración química, porque producimos una inhibición en el eje hipotálamo hipofisario. Los tratamientos pueden ir de 1 a 2 meses, con una dosificación oral diaria. A las 8 semanas de tratamiento la próstata reduce notoriamente su tamaño, y el animal puede ser usado para reproducir a los 3 o 4 meses de terminado el tratamiento. Este problema puede reaparecer al año o al año y medio, porque la fuente de testosterona sigue funcionando y además el animal ya está sensibilizado.
Se está empezando a usar un medicamento de humanos que es el Finasteride. Este fármaco inhibe a la enzima que permite la degradación de la testosterona en dihidrotestosterona. Se da durante 4 a 6 semanas, y hasta ahora no se han encontrado efectos secundarios. Aún no ha sido aprobado y por ahora se utiliza solamente de forma experimental.
Afecta fundamentalmente a toros.
Las causas son infecciosas ej brucelosis.
Síntomas: inflamación unilateral de las vesículas seminales, glándulas agrandadas y fibrosas.
El semen se ve con exudados purulentos en semen, normozospermia, astenzoospermia, bajos contenidos de fructosa.
Afecta sobre todo a las categorías jóvenes de toros. Esta afección se encuentra mucho en toros de sobreaño, porque es cuando generalmente se empiezan a usar para el servicio. La incidencia en toros adultos es prácticamente menor a la mitad.
Los agentes pueden aprovechar la muda de dientes y ubicarse a nivel de dientes y colonizar las vesículas seminales, pero no es muy frecuente.
La presencia de la enfermedad se produce a partir de agentes específicos. El Corynebacterium ha sido el más frecuentemente aislado. Brucella ha sido diagnosticada en algunos establecimientos lecheros, y debemos tener cuidado porque es una zoonosis. Las enfermedades venéreas pueden dar algún toque a nivel de vesícula seminal.
Estos agentes, pueden llegar a la glándula por 3 vías: deferente, ascendente o sanguínea.
Lesiones: - Orgánicas: hay aumento de tamaño que se detecta a la palpación, y pérdida de la lobulación.
- Funcionales: hay reducción de fructosa (lo que lleva a la pérdida de vigor del semen a la congelación) y citrato y aumento de pH.
Signos: - Aguda: hay inflamación con dolor, peritonitis que aumenta el dolor y que reduce la libido y el vigor en la cópula, fiebre. Es de curso muy rápido por lo tanto, cuando revisamos a un animal generalmente va a estar cursando la forma crónica.
- Crónica: es indolora, el animal no reacciona a la palpación. Hay pérdida de lobulación y una fibrosis o aumento de consistencia de la glándula. Si es a Corynebacterium hay depresión, envaradura y dificultad en la micción.
Signos del Corynebacterium: genera inflamación con mayor dolor y la inflamación es frecuentemente unilateral. Las expresiones de dolor aparecen en actos fisiológicos sencillos como la micción.
Diagnóstico: - Clínico: por palpación detectamos mayor tamaño y pérdida de la lobulación. Si es a Corynebacterium está irregular, hay fibrosis y abscedación (lo que provoca la presencia de pus en el semen).
El semen en el aspecto macroscópico puede verse de color gris a rosáceo. En Corynebacterium hay grumos intermitentes o continuos de pus (signo muy característico que sirve para diagnóstico). En el aspecto microscópico en general no existen cambios. Puede haber reducción en la motilidad solo si hay otros órganos afectados (como por ejemplo cuando tenemos orquitis por Brucelosis). Si no hay afección constante en otros órganos como el testículo, el volumen y la concentración no tienen por qué alterarse. Aumenta el pH y el número de neutrófilos (por los grumos de pus). Hay reducción de la motilidad del semen cuando es sometido a congelación y descongelación (por falta de fructosa). Hay gran variabilidad en los eyaculados, y puede haber toros en los que no se dan la mayoría de estos signos.
Pronóstico y tratamiento: En los toros jóvenes se da la remisión espontánea, pero es de curso lento (lleva semanas o meses). El pronóstico es más reservado en toros que están trabajando en programas de congelación para inseminación artificial o en trabajos de monta natural. No se puede congelar el semen si el toro se encuentra en la fase aguda (porque además de ser baja la motilidad, el toro va a estar reacio a saltar debido al dolor). Es fundamental establecer un periodo de reposo, el cual es variable en función de la gravedad del cuadro. Se hace un reinicio gradual de la actividad sexual a través de masaje o a través de extracciones espaciadas de semen.
La respuesta a tratamientos con antibióticos es errática. Se pueden usar macrólidos (gram +) y sulfas (gram -). También se plantea la extirpación de las vesículas, sobre todo en los casos a Corynebacterium, donde es unilateral. El mejor tratamiento es el reposo sexual con paulatina vuelta a la actividad.
1. Subalimentación : se da más que nada en machos jóvenes , los cuales muestran un retraso en el desarrollo sexual, y pubertad, debido a la supresión de la actividad endocrina de los testículos y función secretora de los órganos de la reproducción masculinos.
En toros, carneros y verracos se afecta la libido y producción de testosterona, antes que el semen cuando se suministran raciones bajas en energía.
También la obesidad y sobrealimentación producen reducción de la libido.
2. Déficit de vitaminas: la deficiencia de vitaminas A, carotenos o de la dieta provoca una degeneración testicular en todos los animales.
El déficit de vitamina A provoca la supresión de la liberación de gonadotropinas hipofisarias, la cual se restablece si no existió daño irreversible con la administración de la misma.
3. Déficit de minerales: el déficit de Yodo se cree que produce falta de libido, y se observa mejoría en la producción de semen al administrar cobre, cobalto, zinc y magnesio.
4. Agentes tóxicos: Pastizales estrogénicos, se relacionan con los cambios de moco cervical, y la incapacidad en el transporte de espermatozoides.
Las temperaturas corporales elevadas durante periodos de alta temperatura ambiental o pirexia por enfermedad conducen a degeneración testicular y disminuyen el porcentaje de espermatozoides normales y fértiles en el eyaculado.
En diversas especies hay variaciones estacionales en la calidad y fecundidad durante todo el año pero en muchos casos esta se deprime cuando los apareamientos ocurren durante los meses calientes del año.
Cuando el contenido escrotal de los carneros se calienta a unos 40ºC durante 2 horas aumenta de manera intensa la proporción de espermatozoides anormales desde el punto de vista morfológico en el eyaculado a los 14 – 16 días después. También las enfermedades infecciosas que producen reacción febril es probable que afecten la fertilidad del verraco en forma subsecuente durante un periodo de 5 – 6 semanas.
es blando e invasivo.
es el más frecuente en perros, y produce alteraciones de la piel, etc.
es el menos invasivo de los 3. Es blando a la palpación, circunscripto y de color pardo anaranjado. Es frecuente encontrarlos en machos viejos.
Es la inflamación de los testículos.
Afecta a toros, carnero y verracos.
Las causas generalmente son infecciosas como Brucelosis o Tuberculosis, las que pueden provenir de las glándulas accesorias infectadas que llegan a los testículos por los conductos deferentes, también pueden deberse a causas traumáticas como espinas o lesiones de esquila.
Síntomas: Los testículos están hinchados, calientes y después se presenta formación de abscesos o fibrosis crónica; hay cambios inflamatorios en testículos que producen degeneración de los túbulos seminíferos.
Los cambios seminales son astenzoospermia, oligoespermia células gigantes, eritrocitos y leucocitos con volúmenes normales de semen.
Puede estar reducida considerablemente la espermatogénesis e incluso no existir producción por daño irreversible de los túbulos seminíferos, si solo está afectado un testículo, debe considerarse la extirpación para que los cambios degenerativos no afecten ala testículo sano.
Afecta a toros y carneros.
Las causas son: infecciones localizadas o generalizadas, nutrición (vitamina A), lesiones obstructivas de la cabeza del epidídimo, agentes tóxicos, y factores hormonales.
Síntomas: tamaño testicular reducido, fibrosis, destrucción de túbulos seminíferos en casos avanzados, trastornos de la espermatogénesis.
Cambios seminales: aumento de espermatozoides inmaduros y anormales, con movilidad normal, el eyaculado tardío es ligero y acuosos debido a la reducción en la concentración de espermatozoides células gigantes con azoospermia o necrospermia en casos graves.
Es un defecto congénito en el cual no alcanza la potencia para el desarrollo del epitelio espermático. La hipoplasia de los testículos también puede darse por exceso de grasa escrotal.
En toros estériles el semen es acuoso con muy pocos espermatozoides, pero por lo general la libido, y capacidad de servicio no están afectadas.
Un testículo hipoplásico tiene reducido tamaño, pudiéndose diagnosticar por medición del escroto y testículos, pero a veces las diferencias no son apreciables.
La hipoplasia en carnero también puede manifestarse con testículos de reducido tamaño y semen anormal.
En el descenso del testículo participan la emigración abdominal por el anillo inguinal interno, y el pasaje a través del conducto inguinal y al final el pasaje adentro del escroto.
En esta afección uno o ambos testículos no logran descender de la cavidad abdominal al escroto.
Se cree que la deficiencia de gonadotropinas puede ser causa de la incapacidad de descenso del testículo. La frecuencia de criptorquidismo es más elevada en cerdos y equinos, siendo un defecto hereditario trasmitido por el macho, dominante en el caballo y recesivo en otras especies.
Uno o ambos testículos pueden estar localizados en la cavidad abdominal o en el conducto inguinal, los animales con criptorquidismo bilateral son estériles, debido a la supresión térmica de la espermatogénesis, mientras que animales con criptorquidismo unilateral son fértiles pero con la concentración disminuida, con características secundarias normales, dado que hay secreción de testosterona casi a niveles normales por las concentraciones elevadas de LH.
A pesar de la capacidad del macho con criptorquidia unilateral para reproducirse no debe ser empleado para cruzamiento porque el rasgo puede trasmitirse a las crías.
La maduración y almacenamiento de espermatozoides se lleva a cabo en el epidídimo y cualquier inflamación del mismo puede afectar de manera adversa la calidad del semen y la fertilidad.
Afecta a toros y carneros.
Las causas son infecciosas como Brucelosis (Brucella ovis en carneros) o infecciones vírales, pudiendo ser causada en forma primaria o secundaria por los mismos m.o que producen la orquitis.
Síntomas: inflamación del epidídimo, agrandamiento de la cola del epidídimo adherencias de la túnica vaginal con fibrosis, infiltración de linfocitos y espermatozoides muertos y células gigantes.
Semen deficiente, contaminado con exudados inflamatorios.
Él diagnostico se basa en la presencia de induraciones por palpación de los testículos, examen bacteriano, y prueba de fijación del complemento (serología).
El pronóstico es malo ya que se forman obstrucciones que impiden el paso de los espermatozoides de los testículos a los conductos deferentes.
Se ve sobretodo en carneros, con mayor incidencia en animales adultos.
Incidencia: 8,3% en adultos y 2,8% en jóvenes.
Toros jóvenes 0,3% y 1,8% en toros adultos.
Transmisión: por sodomía entre machos o desde las hembras. Los retarjos también la transmiten.
Lesiones: - Clínicas: El primer motivo de consulta van a ser los bajos porcentajes de parición y que estas son más largas. Al revisar epidídimo, vamos a tener un granuloma a nivel de la cola del epidídimo generado por una lesión inmune. Este proceso inflamatorio genera un aumento de temperatura y un aumento de la presión intratesticular que provocan degeneración testicular con atrofia y calcificación. El granuloma a nivel de epidídimo no permite el pasaje de los espermatozoides y no hay flujo de estos.
En la hembra hay placentitis y muerte perinatal.
A nivel de semen hay reducción de la concentración y de la motilidad, y se presentan defectos en la morfología, como cabezas sueltas y defectos de cola. También aparecen células extrañas, en especial glóbulos blancos.
Diagnóstico: - Clínico: palpación de las lesiones crónicas y análisis de la fertilidad de la majada.
- Serológico: por fijación de complemento o IDGA (inmuno difusión en gel de agar), para determinar la presencia de Brucella ovis.
Pronóstico: es grave. Es necesaria la eliminación de los animales positivos. Los retarjos también deben ser incluidos en la eliminación ya que pueden ser portadores.
Este defecto presenta la falta de segmentos de uno o ambos conductos de Wolff (por ej epidídimo, deferente o ampolla) los machos con deficiencias unilaterales a menudo tienen fecundidad normal, pero si la alteración es bilateral son estériles.
En vacunos es común la ausencia parcial de uno (por lo general el derecho) o ambos epidídimos, esto se asocia con la acumulación localizada de espermatozoides dentro del epidídimo ocluido, lo que se conoce como espermatocele.
Estenosis del orificio prepucial, por lo que el pene no puede exteriorizarse a través del prepucio.
Naturaleza:
Congénita: se manifiesta tras el parto.
Adquirida: se instaura como consecuencia de heridas, retracciones e inflamaciones crónicas.
Cuadro clínico:
Alteraciones en la micción
Acumulación de orina en el interior de la cavidad prepucial,
Signos de constante goteo de la orina
Inflamación prepucial e infecciones bacterias secundarias
Diagnóstico: inspección visual
Tratamiento según el tipo de animal:
Animales no destinados a la reproducción y no presenten síntomas de enfermedad no está indicado el tratamiento quirúrgico
Animales destinados a la crianza es aconsejable la reconstrucción quirúrgica del orificio prepucial
Es la inflamación de glande y prepucio.
En casos graves la hinchazón aguda, dolor y cicatrices pueden dificultar o retardar la copula.
Incidencia: es mayor en toros (17,15%) que en carneros (1,6%).
Etiología: Las causas pueden ser infecciosas o traumáticas, puede darse una estenosis prepucial, adherencias del pene o prepucio y dolo o incomodidad.
Traumas por contacto con espinas, etc. en campos sucios (flora del prepucio), mosca de los cuernos, infecciosas (IBR), las dietas hiperproteicas (predisponen tanto a toro como a carnero) (aumentan la excreción de amoníaco por la orina, o la flora normal del prepucio metaboliza la urea que está en la orina y produce amoníaco).
La cavidad prepucial puede contener normalmente amplia variedad de m.o patógenos y saprofitas; en general la balanopostitis no se acompaña, en la cavidad prepucial de la presencia de m.o con excepción de la tuberculosis e IBR.
El trauma y la laceración facilitan la entrada de m.o provocando la inflamación, dolor y supuración
Signos: hay inflamación visible con intenso dolor. Se pueden producir fimosis (por procesos cicatrizales) o dificultad en la cópula (por adherencias que desvíen el pene, etc.). También pueden formarse lesiones ulcerativas por exceso de proteínas. Son frecuentes las infecciones que complican los cuadros.
Pronóstico y tratamiento: se puede producir la regresión en 1 o 2 semanas si no hay complicaciones como miasis o fimosis. Como tratamiento se recomienda el reposo sexual por 45 a 60 días, acompañándolo con lavados prepuciales con antibióticos o acriflavina, pero evitando el uso de antisépticos irritantes. El tratamiento que se aplica es reposo sexual, terapia con antibiótico local, se recupera en aproximadamente 2 semanas; si es de naturaleza infecciosa no debe usarse este animal para el servicio.
Es una patología que produce edemas, hinchazón y balanopostitis.
Puede deberse a estrechez congénita del orificio prepucial o ser una causa secundaria de una infección, trauma, etc.
No es común en razas lecheras
El pronóstico es reservado, dependiendo de la rapidez del tratamiento y del grado de traumatización, se debe evitar el edema elevando el pene, en casos de necrosis o prolapso crónico hay que amputar el pene.
Las adherencias del glande van desde la mucosa visceral a la parietal, en la porción posterior del glande, pudiendo darse:
· Desde glande a piel
· Desde el pene al conjuntivo
· Desde el pene a los músculos retractores prepuciales con fibrosis de estos.
Puede asentar en cualquier lugar del miembro desde la curvatura distal de la S peneana al fondo del saco prepucial.
Se originan de lesiones capaces de producir una reacción de tejido conjuntivo que une diferentes planos anatómicos; el bovino es muy propenso a esto, por extracción del pene y palpación se comprueba es cordón fibrosos; si no puede realizarse la extracción por la extensa adherencia, se extrae con 2 hemostáticas pinzando y reinvirtiendo la mucosa en varias etapas, cada vez más profundamente.
El tratamiento consiste en hacer tensión sobre el extremo peneano, luego se incide verticalmente en piel donde se manifiesta la fosa de inserción, se cortan las adherencias con bisturí, tratando de lesionar lo menos posible las estructuras del pene; cuando externamente no se manifiesta la inserción, se palpan los cordones fibrosos que se asocian en la misma forma.
Las adherencias del pene a nivel de la flexura sigmoidea por inyección de anestésicos locales para bloquear el nervio dorsal del pene, impiden la elongación de la curva en S y la protrusión normal del pene.
Las adherencias de las partes caudales del prepucio o de la pared abdominal producen fimosis y son más graves que las producidas cranealmente en prepucio, por lo general son secundaria de lesiones del prepucio.
Es una lesión que se presenta como un estrechamiento fibroso circular, producido no solo por lesiones en el lugar, sino también por procesos en otros lugares que dan edemas en declive, produciéndose luego el anillo por la organización conjuntiva.
El tratamiento consiste en la incisión del anillo en dirección del eje peneano en uno o 2 lugares, tomando todas las neofibrillas conjuntivas, no se sutura, se aplica tripsina antibióticos y diurético; Si hay pliegues fibrosos de mucosa, se extraen y se une la mucosa por puntos separados, si se produce la formación de un anillo fibroso se opera nuevamente luego de 3 meses.
Es muy importante el tratamiento médico con el antibiótico y el diurético.
En esta lesión es muy importante la presencia de un microorganismo - Corynebacterium pyogenes - el que se encuentra en la mayoría de los diagnósticos de absceso de pene, además hay que tener en cuenta 2 elementos que son, la tensión que se produce en la zona lo que impide la fluctuación y la diferencia de temperatura con relación a las zonas vecinas.
Puede apreciarse varios abscesos a la vez o sucesivamente en el tiempo, a uno, ambos lados o sobre la línea media. Tienden a abrir espontáneamente hacia la piel o hacia la cavidad prepucial complicando el proceso. Terminan siendo sustituidos por tejido fibroso.
La abertura de un absceso debe hacerse en piel, en forma vertical, para evitar adherencias, se coloca enseguida una mecha, tripsina, antibiótico local y sistémico y diuréticos.
Las consecuencias postoperatorias de un proceso de este tipo pueden ser las adherencias y las tumoraciones fibrosas.
Los tumores del glande del pene en ocasiones pueden evitar la protrusión del pene.
Los fibropapilomas de origen viral se observan a menudo en el glande del pene en toros de 2 años de edad, estos se rehúsan a servir o son incapaces de lograr la penetración.
Puede ocurrir una regresión espontanea del tumor pero por lo general se realiza la extirpación quirúrgica o la vacunación con vacuna de origen tisular.
Los tumores de pene pueden causar fimosis, parafimosis e impedir la copula normal
En el perro el tumor venéreo transmisible es bastante común, son friables y sangran fácilmente,
El tratamiento es quirúrgico, con una terapia a base de antibiótico y citostáticos.
El prolapso pendulosos que ocurre en razas Bos indicus o la tendencia de eversión prepucial que ocurre en algunas razas, pueden provocar traumatismos, cambios inflamatorios y termina en un prolapso prepucial o fimosis. Los animales son incapaces de hacer protrusión o es muy poco a través del orificio prepucial.
El trastorno se puede corregir por amputación quirúrgica de la mucosa prepucial prolapsada.
Son afecciones propias del aparato reproductor con las mismas etiologías que un hematoma, las más comunes son a nivel de mucosa parietal y menos en el glande.
Se clasifican según su ubicación y etiología en:
· En mucosa prepucial
· En el pene
· En boca prepucial
· Por estrangulamiento de pelos
· Por arrancamiento de papiloma
Sintomatología: las heridas y desgarros en la mucosa parietal se acompañan de intensa inflamación y edema, pudiendo llegar a grandes dimensiones; en general presentan posición anterior, correspondiendo a la forma de la cavidad prepucial.
El edema no suele producir más que un pequeño prolapso prepucial, siendo la evolución más común el absceso.
En cambio las heridas del glande suelen producir prolapso peneano primero intermitente y luego permanente con intenso edema y alteraciones de la mucosa, si la herida está en el extremo peneano puede llegar a producir uretritis que puede impedir la micción
La gangrena del pene y de la mucosa puede presentarse sino se trata bien este tipo de lesión.
Diagnóstico: por inspección digital cuando no se puede protruir el pene, también el vaginoscopio tubular, pero es muy doloroso, y no sirve si la inflamación es muy grande.
Tratamiento: diuréticos, antibióticos sistémico y local de amplio espectro, cicatrizantes; en caso de que la lesión lo imponga puede realizarse una cirugía menor de reactivación de los bordes.
La amputación de pene puede realizarse si el proceso es irreparable, a pesar de que se presenta un gran hemorragia, se detiene de forma espontánea rápidamente; el glande se amputa sin ligadura ni sutura, si la parte extraída es pequeña el toro puede incluso servir para monta natural.
La amputación de una parte mayor requiere de la fijación de la mucosa al pene por puntos de sutura separados, se hace un pequeño corte longitudinal de 0,5 cm en el estrecho uretral para evitar estenosis del orificio; se aplica antibiótico local y sistémico, el cuadro evoluciona favorablemente, pero pierde totalmente la capacidad reproductiva.
La fractura de pene o quebradura de verga, es una afección común del reproductor bovino debido a la violencia del acto sexual o a la inexperiencia de las primeras montas.
Aunque se le denomina trauma de pene, no siempre se produce la ruptura o desgarro del órgano, siendo en muchos casos una lesión muscular interna o externa sin llegar a ser fractura.
Los hematomas pueden ser desde pocos centímetros cúbicos de sangre, hasta de varios litros; pueden ser intra o extrapeneano, tomando en cuenta la extravasación o no del líquido fuera de las estructuras del pene.
Sintomatología: se aprecia una tumoración fusiforme acompañando al pene de uno o ambos lados, ubicada preferentemente por delante del escroto, tensa y edematosa. Hay imposibilidad de protruir el pene (fimosis o prolapso) pero si la presión superior es muy grande se puede llegar a producir protrusión del prepucio, hasta del pene, pueden no presentarse manifestaciones generales como ser acortamiento del pene, rigidez, dolor y leve arqueo del lomo, hinchazón es zona craneal del escroto.
Puede haber prolapso prepucial secundario al edema que se forma.
Empieza con una hinchazón leve y fluctuante, luego firme y dura, el dolor es evidente; hay resistencia e incapacidad del animal a la copula, pueden presentarse adherencias, para lo que debe hacerse un diagnóstico diferencial con tumores, fibrosis crónicas y rotura de uretra.
La punción diagnostica debe ser aséptica, es común que los hematomas del bovino se absceden por lo que en condiciones de campo es conveniente la cirugía inmediatamente posterior a la punción; es preferible no puncionar y posponer el diagnostico si no se cuenta con los medios para la cirugía; el líquido de la punción según sea sangre o suero nos está indicando la evolución del proceso.
Tratamiento: como primeras medidas ante un caso de este tipo se hace:
· El retiro inmediato del toro del servicio
· Antibióticos sistémicos y coagulantes
· Duchas de agua fría a nivel de la lesión
1 - Hematoma pequeño: es solucionable sin cirugía, se puede inyectar intrahematoma hialuronidasa, derivados de la heparina sobre piel, diuréticos y antibióticos.
2 - hematoma mayor: se aplica un tratamiento preoperatorio durante 7 - 10 días posteriores al accidente, la intervención se practica por medio de una incisión vertical en el lugar más prominente de 1 o ambos lados del pene, se limpia el coágulo para evitar la formación de un anillo fibroso, y se sutura solo piel, en cirugías a campo no se sutura ni albugínea ni conjuntivas, se deja colocada una mecha por 48hs con tripsina y se aplica una terapia de antibióticos.
3 - Hematoma difuso : la extravasación sanguínea se extiende del escroto al fórnix , siendo necesario incidir a nivel de 3 puntos el hematoma y dejarlo como esta , se administra una terapia a base de diuréticos y antibiótico sistémico; realizando un movilización diaria del pene para evitar las adherencias , esto se puede hacer acercándole diariamente una vaca preferentemente en celo, contra un alambrado (pero nunca debe saltarla) se espera un periodo de 3 meses de recuperación para volverlo al servicio.
En este tipo de lesiones el resultado es bueno si se opera en el momento adecuado (entre los días 4 - 10 posteriores a la lesión) y se lleva un postoperatorio correcto, si se deja pasar mucho tiempo el riesgo de organización conjuntiva (adherencia) o de formación de abscesos es alto.
Los abscesos post operatorios deben drenarse preferentemente hacia la cavidad prepucial para prevenir la formación de adherencias entre prepucio y piel.
Es común en bovinos de carne de origen Indico, el prolapso es de 8 - 20 cm, se complica con pisadas, dando traumatismos, edematización y miasis.
A menudo se da en razas carniceras (Shorthorn y Aberdeen), en esta patología el frenillo une la parte ventral del glande del pene en dirección ventral o hacia abajo.
Esta deformación se corrige ligando y cortando la banda de tejido.
ventral, en arco iris o en S
Son formas menos comunes de alteraciones congénitas.
tipo sacacorchos
Es similar, en esta la desviación se da previamente a la penetración, lo que en la mayoría de los caso imposibilita la misma.
Esta patología es corregible mediante fijación quirúrgica del ligamento dorsal del pene a la túnica albugínea.
en espiral
Es común en la mayoría de los toros normales después de la penetración