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a DIEGO ALONSO CHICA BETANCURT 3 éve

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Primeras Manifestaciones obreras en Colombia siglo XX Y XXI

En Colombia, las primeras manifestaciones obreras tuvieron un papel crucial en el siglo XX y principios del XXI. Este periodo fue fundamental para la consolidación y estructuración de movimientos laborales, influenciados por diversos factores, desde iniciativas sociales hasta estrategias políticas.

Primeras Manifestaciones obreras en Colombia siglo XX Y XXI

Primeras Manifestaciones obreras en Colombia siglo XX Y XXI

EL MOVIMIENTO OBRERO DURANTE EL GOBIERNO LIBERAL 1930-1946

Hacia el año 1945, al interior de la organización se percibieron tendencias políticas disidentes, los que apoyaban la candidatura presidencial de Jorge Eliecer Gaitán y los defensores de la campaña de Gabriel Turbay. Con posterioridad a la renuncia del presidente Alfonso López Pumarejo, se desataron una serie de huelgas en todo el territorio colombiano, la huelga de ferroviarios, la huelga de petroleros y otro número de huelgas en Cali. La huelga más importante se desarrolló por los del río Magdalena, braceros y navegantes, agrupados en la Fedenal, un sindicato de corte radical, muy combativo, con gran influencia del Partido Comunista, el 1 de enero de 1946 esta huelga se declaró ilegal y se despidieron a los trabajadores sin el reconocimiento de sus derechos.
Es necesario señalar que durante el segundo gobierno de López Pumarejo pretendió controlar la acción sindical a través de la CTC, y tener dominio sobre todas la acciones del sindicalismo. Sin embargo, los trabajadores habían desarrollado un sentido social y protestaban por la reivindicación de sus derechos.33 Así se desató una de las huelgas más fuertes, la de los textiles de Monserrate, pero la respuesta fue el despido de trabajadores sin el respeto del fuero sindical. Este mismo tratamiento se dio a los trabajadores de la federación del Valle, porque la huelga fue declarada ilegal, estos fueron los inicios del debilitamiento de la CTC.
En 1936 se reunió la Confederación en Medellín, es necesario aclarar que esta recibió apoyo permanente del gobierno, lo que se legaliza a través del Decreto 2342 de 1938. En 1943 tomó el nombre de Central de Trabajadores de Colombia, en el VI Congreso Nacional realizado en Bucaramanga, a la que se afiliaron un sinnúmero de sindicatos de todo el país. En este congreso igualmente se determinó apoyar la causa anti fascista. Asimismo se discutió lo pertinente para generar entendimiento con el gobierno, con miras a la expedición del código del trabajo, el impulso a la acción cultural de masas y la creación de universidades populares e institutos agrícolas.
El presidente Alfonso López Pumarejo en su programa de gobierno “la revolución en marcha” logró llegar a los sectores sociales vulnerados, entre ellos a los trabajadores, durante su administración la asociaciones sindicales lograron un reconocimiento significativo, lo que favoreció el incremento del número de sindicatos, los que pasaron de 99 en 1929 a más de 150 aproximadamente. En 1935 promovió la creación de la primera organización obrera nacional, la Confederación de Trabajadores de Colombia, la que se convirtió en el apoyo para el partido liberal gobernante —López.
Durante el gobierno de Olaya Herrera se emitió una ley para que se reconocieran legalmente los sindicatos y para regular su funcionamiento,30 igualmente se expidió el decreto 895 de 1934, que establecía la jornada laboral de 8 horas; y la ley 10 de 1934 que reglamentaba algunas prestaciones sociales para funcionarios del sector público y posteriormente se hizo extensiva al privado. Estas fueron las bases para fortalecer la acción de la clase obrera y para promover el reconocimiento de sus derechos.
Otra etapa del movimiento obrero la constituyen los sindicatos en su lucha por la reivindicación de sus derechos, como se aprecia en las diversas manifestaciones desatadas en la década de los años treinta, que coincide con un cambio de gobierno conservador-liberal; el que en términos legales reconoce a los sectores populares y elabora programas de gobierno para “realizar una revolución legal” y evitar un levantamiento de masas.

En la región del eje cafetero también se apreciaron movilizaciones obreras como la de 1909, que fue una agrupación formada por sastres, zapateros, artesanos, bajo la denominación de “Sociedad de Artesanos de Sonson”, la que al parecer fue promovida por la Iglesia. En esta región el Sindicato Agrícola de Fresno, Tolima en 1910, el Sindicato Nacional de Obreras de la Aguja en 1910, el Sindicato Central Obrero en 1917 y el Sindicato de Profesores y Maestros del Tolima (1918). Al parecer uno de los más activos fue el Sindicato Central Obrero, porque tuvo una conciencia política incluso con el apoyo al candidato presidencial del partido liberal, general Benjamín Herrera.19

Bogotá no fue ajena a estos movimiento, precisamente el 10 de marzo de 1918 se lanzaron a la huelga los integrantes de la Asamblea Obrera Profesional de Bogotá, en protesta contra un contrato hecho por el gobierno del presidente Marco Fidel Suárez en el exterior, para fabricar uniformes militares; la fuerza pública repelió el movimiento, con el resultado de siete personas muertas y más de 15 heridas.

siglo XXI

Al respecto Álvaro Tirado Mejía plantea que en el siglo XIX se desarrollaron una serie de huelgas, habla de un movimiento huelguístico en el ferrocarril del pacífico en 1878; otro de más intensidad organizado por los trabajadores del Canal de Panamá 1848.7 Con todo
Como antecedente de los movimientos obreros podemos referirnos a las protestas de los artesanos a mediados de siglo XIX y tal vez al inicio del trabajo asalariado, con la producción y exportación de quina, añil y tabaco.

LA HUELGA DE LAS BANANERAS

El fundamento de la huelga de las bananeras fue reclamarle a la United Fruit Company mejores condiciones laborales, entre estas: abolición del sistema de contratistas, aumento de salarios, descanso dominical remunerado, indemnización por accidente, construcción de viviendas óptimas para los obreros de la zona. Cabe señalar que previamente a la huelga se había expedido la ley 69 de 1928, a través de la cual se declaraba ilegal cualquier pretensión o acción obrera, para tratar de obtener concesiones con los patronos; teniendo en cuenta esta normatividad la United Fruit Company se negó a cualquier tipo de acuerdos con los trabajadores y las categorizó como “peticiones subversivas”, este fue el inicio de la huelga. El 12 de noviembre de 1928 se paralizaron todas las actividades en la región bananera del Magdalena, con el desarrollo de la huelga cuya participación fue de aproximadamente 25.000 trabajadores de las plantaciones bananeras, los que se negaron a cortar la fruta hasta tanto no se les mejoraran las condiciones laborales y prestacionales.

MOVIMIENTO OBRERO EN LA DÉCADA DE LOS AÑOS VEINTE

Las huelgas desarrolladas entre 1927 y 1929 le dieron presencia y representatividad al movimiento obrero en Colombia. Entre estas huelgas una de las más importantes y que más ha permanecido en la memoria colectiva es “la huelga de las bananeras”, efectuada en noviembre de 1928 en la región del Magdalena, en la que los trabajadores reclaman mejores condiciones laborales y un reconocimiento más justo de acuerdo con su trabajo. Pero las tácticas “de negociación” adoptadas por el gobierno que dejaron un saldo de aproximadamente 100 muertos y 270 heridos, hicieron que trabajadores y población en general repudiaran las acciones violentas adoptadas por el gobierno.
Posteriormente, el 6 de octubre de 1924 estalló una huelga en Barrancabermeja en que participaron trabajadores del área petrolera, comerciantes y habitantes, los que en primer lugar protestaban por el monopolio que tenía la compañía y en segundo lugar por la forma como afectaba las condiciones económicas de los trabajadores habitantes. La huelga estaba tan bien organizada que la movilización popular tenía unas acciones explícitas para garantizar la negociación, por ende la huelga se prolongó por 10 días.
Otra etapa del movimiento obrero en Colombia se puede asociar con el desarrollo de las primeras acciones de resistencia —las huelgas y la articulación del movimiento obrero organizado con el partido socialista y posteriormente con el comunista. Durante esta etapa es de resaltar la actividad sindical desarrollada por María Cano, una mujer activista que luchó por los derechos de los trabajadores, esta mujer desarrolló diversas actividades para defender y fortalecer el movimiento obrero, tanto en el reconocimiento institucional como en el accionar enmarcado dentro del partido de izquierda. Esta activista sindical junto con Raúl Mahecha e Ignacio Torres Giraldo, afianzaron el movimiento y fundaron el Partido Socialista Revolucionario en 1926; y desde allí apoyaron el desarrollo de protestas de trabajadores, las que se centraron principalmente en huelgas.

En este sentido los trabajadores fueron construyendo bases de legitimación que les permitieron existir legalmente, como fue el caso del sindicato de tipógrafos de Bogotá, que obtuvo su reconocimiento en 1906 con la personería jurídica. Tomamos este hecho porque desde allí se establece un reconocimiento por parte del Estado de las agremiaciones mediante un registro oficial que reconoce y legaliza la organización de sindicatos. Posteriormente se reconocen otras organizaciones sindicales y con estas se crean entidades que agrupan a diversas organizaciones como la Unión Obrera de Colombia creada en 1913,10 con el que se pretendía fomentar una acción política en los trabajadores en forma independiente de los partidos tradicionales, lo que fue expuesto en los periódicos la Unión Obrera y el Manifiesto de los Obreros Colombianos

siglo XX

es en el siglo XX, con un verdadero proletariado en formación cuando se dan las huelgas de magnitud y con sentido gremial y político.
Con relación al surgimiento de los movimientos obreros a comienzos del siglo XX, se asocian con la expansión de la producción cafetera, que demandó mano de obra que debía ser contratada para satisfacer estas necesidades, por ende estos trabajadores se convertían en el núcleo del movimiento obrero
fue un periodo crucial en la consolidación y estructuración de estos movimientos ya por iniciativa de los actores sociales, por políticas de partido, como estrategia para afianzar el conflicto bipartidista que vivía la sociedad colombiana o como tendencia política independiente al bipartidismo. Es importante señalar que con el término obrero se designó, en forma amplia y ambigua, a asalariados, artesanos, campesinos, trabajadores independientes, pequeños empresarios y dueños de talleres.