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El procesamiento de la información en la mente humana se lleva a cabo a través del sistema cognitivo. La persona tiene un papel activo en los procesos de recepción, selección, transformación, elaboración, recuperación y transformación de la información que llega al cerebro.
El procesamiento de dicha información se compone de elementos cognitivos interrelacionados entre sí que actúan conjuntamente para ejecutar las operaciones mentales más complejas. De esta forma, una función cognitiva se puede unir o complementar con otras formando una unidad superior, un proceso cognitivo, sobre el que se puede intervenir trabajando sus unidades más básicas (funciones cognitivas) o sobre sus procesos más elaborados (habilidades del pensamiento).
Las capacidades cognitivas son todas aquellas que están relacionadas con el procesamiento de la información: la atención, la percepción, la memoria, la resolución de problemas, la compresión…Todas estas capacidades se pueden entrenar mediante una serie de intervenciones desde distintos ámbitos terapéuticos. Así, la estimulación cognitiva es el trabajo sistematizado sobre las capacidades cognitivas para su restauración o mantenimiento.
Estar estimulado cognitivamente marca nuestro aprendizaje y nuestra formación como individuos en contacto con el entorno. En ese proceso,es importante potenciar aquellas habilidades mentales relacionadas con el conocimiento. Aquellas que nos permitan trabajar con la información recibida adecuadamente. Estas se denominan capacidades o habilidades cognitivas y su perfeccionamiento en el aula por medio del diseño de estrategias, ayudará al progreso de la enseñanza y aprendizaje en el alumno.
Para aprender es necesario poner en funcionamiento las capacidades cognitivas, pero para ello nuestro cerebro debe haber sido enseñado a manejarlas correctamente.Los educadores pueden promover estas habilidades en el alumnado a través de la puesta en práctica de estrategias de aprendizaje. La repetición activa de contenidos, enseñar el uso de reglas nemotécnicas, enseñar a copiar, a tomar notas, a resumir, responder cuestiones, trabajar el control de la comprensión de un texto, …entre otras, pueden ser algunas de las acciones encaminadas a desarrollar sus habilidades cognitivas y mejorar el proceso de aprendizaje.
Se consideran como procesos cognitivos superiores a aquellos que suponen el nivel máximo de integración de la información, siendo procesos que se derivan de la unión de la información proveniente de diversas modalidades sensoriales y procesos cognitivos básicos. A menudo son conscientes y que requieren de un esfuerzo mental para realizarlos.
El lenguaje es considerado un proceso cognitivo superior, que además de para comunicarnos con el entorno y nuestros semejantes es utilizado para regular internamente nuestra conducta (a través de auto-instrucciones). Es importante tener en cuenta de que no hablamos solo de lenguaje oral, sino también de otros tipos de comunicación.
La creatividad es considerada por algunos autores como un proceso cognitivo superior, ya que supone la elaboración de estrategias o vías de pensamiento novedosas y alejadas de lo aprendido y adquirido mediante la experiencia.
Así pues, los procesos cognitivos que pertenecen al ámbito de la creatividad son aquellos que escapan a las rutas convencionales de pensamiento, las que a partir de una imagen o una intuición le dan la vuelta a una idea y, a partir de ahí, crean algo nuevo.
El principal y más conocido proceso cognitivo superior es la inteligencia. En él integramos toda la información y a partir de él realizamos diferentes operaciones mentales. Nos permite formarnos conceptos, elaborar juicios y deducciones y aprender. Algunos de los tipos de inteligencia que podemos encontrar son el razonamiento inductivo, deductivo e hipotético-deductivo. Dentro del pensamiento se incluye tanto la capacidad de representación y simbolización como el análisis e integración de informaciones, además de la realización de inferencias.
Desde sus inicios, el ser humano ha contado con medios para adaptarse a su entorno. Dispone de herramientas biológicas que tiene integradas a su cuerpo y le permiten reaccionar. Estos medios son los sentidos.
Sentido es la capacidad para percibir estímulos internos y externos mediante el empleo de órganos específicos. Cada sentido está formado por un grupo de células especializadas que detectan sensaciones por medio de receptores.
Por lo general, se considera que los seres humanos contamos con cinco sentidos los cuales son: oído, vista, olfato, tacto y gusto.
Sentido corporal que permite percibir y distinguir los sonidos. El oído humano puede percibir frecuencias a partir de 20 Hz, que es un sonido grave, y hasta 28,000 Hz que son sonidos muy agudos, con un volumen de intensidad 5 a 15 decibelios.
Es probablemente el sentido más desarrollado en los seres humanos. Es tan importante que se puede imponer sobre la lógica. Cuando la vista se bloquea o elimina, se ponen en alerta el resto de los sentidos.
Es el sentido corporal que permite percibir y distinguir los olores. A diferencia de muchos animales, el sentido del olfato se encuentra menos desarrollado en los seres humanos.
Sentido corporal mediante el cual se perciben el contacto o la presión de las cosas sobre la piel y se distinguen ciertas cualidades que tienen, como la forma, el tamaño, la textura, la dureza o la temperatura.
Es el sentido que permite identificar sabores por medio de la lengua. El ser humano es capaz de percibir un abanico amplio de sabores, dulces o salados, ácidos o amargos, y la combinación de varios estímulos, entre ellos textura, temperatura, olor y gusto.
con el fin de
Manipularla
Recuperarla
Almacenarla