a Ricardo Garcia Moreno 2 éve
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los factores de riesgo
– Desarrollar a un alto ritmo de trabajo. Realizar muchas acciones con la mano en un determinado periodo de tiempo incrementa el riesgo. – Las posturas y movimientos que tengan que realizar cada segmento articular. El riesgo se incrementa cuanto más tiempo tengamos que forzar alguna de las articulaciones de las extremidades superiores (hombro, codo, muñeca o mano). – La realización de fuerza necesaria para ejercer el trabajo. Aplicar fuerza de forma repetida es un factor de riesgo; la intensidad de esta fuerza y el tiempo que dura la aplicación de la fuerza incrementarán la probabilidad de daño. – La ausencia de periodos de recuperación suficientes, con inactividad substancial de las extremidades superiores después de exigirlas.
– Posturas forzadas del hombro, por tener que alcanzar continuamente cosas que están altas, o bien, cuando las manos tienen que trabajar a la altura de la cabeza; – Movimientos forzados del codo, al tener que girar o voltear continuamente las cosas que manipulamos, o tener que mover continuamente la mano de una posición lejos del cuerpo a otra cerca del cuerpo, debido a que el área operativa es grande. – Posturas forzadas de muñeca, al estar mucho tiempo con la muñeca desviada, por no utilizar la herramienta adecuada para esa tarea; – Posturas forzadas de la mano, por agarrar objetos, piezas o unidades continuamente durante una parte importante del tiempo
Zona de afectación la ESPALDA: Lumbalgia; Lumbalgia crónica; Hernia de disco.
estos trastornos se producen por una sobre exigencia de la unidad disco-vertebral ya sea por someterlo continuamente a fuerzas internas, como por someterlo a una fuerza de compresión puntual que supera su tolerancia. El levantamiento o transporte manual de cargas, el empuje-tracción manual de cargas y la movilización manual de personas son condiciones de trabajo que pueden generar este tipo de trastornos.
se refiere a enfermedades médicamente definidas de las extremidades superiores (principalmente), columna vertebral (principalmente lumbar) y en mucho menor importancia extremidades inferiores (clasificados como TME específicos). Y también a síndromes dolorosos múltiples o localizados
también se pueden clasificar en: Inflamaciones de tendones (tendinitis y tenosinovitis); Dolor y deterioro funcional de grupos musculares; Compresión de nervios; Trastornos degenerativos de la columna vertebral.
-Posturas de trabajo forzadas, como en el caso de posturas estáticas, mantenidas durante más de 4 segundos, del tronco o extremidades superiores o inferiores del trabajador. Movimientos repetitivos por manipulación de cargas de distintos pesos. Manejo de herramientas en los que la aplicación de fuerzas sea constante, tales como destornilladores manuales, martillos. Puestos de trabajo con iluminación insuficiente. Lugares de trabajo con dimensiones muy reducidas donde el trabajador apenas tenga espacio para el desarrollo de sus tareas. Puestos donde el trabajador esté sometido a ruido, que puede provocar enfermedades profesionales como la hipoacusia o sordera profesional. Puestos donde el trabajador o trabajadora pueda estar sometido a vibraciones, que pueden ser “Mano-Brazo” (VMB) o de “Cuerpo Completo” (VCC) y derivar en enfermedades profesionales osteoarticulares o angioneuróticas provocadas, por ejemplo, por trabajos con remachadoras y pistolas de sellado. Lugares donde el trabajador o trabajadora pueda estar sometido a temperaturas extremas que puedan derivar en estrés térmico por calor o frío. En este caso, se debe tener en cuenta que el trabajador o trabajadora no debe estar expuesto a corrientes de aire molestas, cambios bruscos de temperatura u olores desagradables.