En Argentina, el sistema de salud está compuesto por diferentes niveles de cobertura y financiación, dividiéndose en tres sectores principales: público, privado y de seguro social. El sector público se financia mediante recursos nacionales, provinciales y municipales, y atiende principalmente a personas sin cobertura, siendo el Ministerio de Salud y sus equivalentes provinciales y municipales los principales compradores de servicios.