Los terrores nocturnos son episodios de miedo extremo que ocurren durante el primer tercio del sueño (fase NO MOR) y afectan tanto a niños como a adultos, aunque se manifiestan de manera diferente en cada grupo.
agonistas dopaminérgicos
o incluso anti-hipertensivos con acción en el SNC pueden favorecer el desarrollo de las mismas.
Estudios sugieren que el
sonambulismo y los terrores nocturnos representan 2 manifestaciones de la misma alteración funcional (entidad fisiopatológica
En los niños parece como si huyeran de una amenzza invisible y los padres dificilmente pueden calmarlos
En contraste con los niños en los adultos presentan episodios explodsivos como saltar repentinamente de la cama de una manera violenta y agitada y tener un recuerdo de un sueño parcial despues del evento
Ocurren durante el primer tercio del sueño nocturno (NO MOR)
Es importante no confundir los terrores nocturnos con las pesadillas.
Los temas de estos sueños normalmente
se refieren a amenazas a la integridad física o autoestima que pueden reflejar experiencias reales o
eventos ficticios.
Las pesadillas son sueños
(más correctamente denominados “ensoñaciones”)
muy angustiantes que suelen interrumpir el sueño
de la persona llevándolos a un estado de total vigilia en la que recuerdan vívidamente el contenido del sueño.
Suelen durar varios minutos pero despues las personas regresan de forma tranquila a dormir
Las personas afectadas lucen asustadas, inconsolables, confusas y son dificiles de despertar
Se trata de un TS caracterizado por una excitación
repentina que se manifiesta como episodios nocturnos de terror y pánico
SUELEN IR ACOMPAÑADOS DE:
Movimientos bruscos (sentarse en la cama)
diámetro de las pupilas)
respiratoria, sudoración, rubor facial y aumento del diametro de las pupilas
la frecuencia cardiaca, incremento de la frecuencia
autonómica (que se traduce en un incremento de
miedo intenso, gritos penetrantes e intensa activación