a Daniela Moreno 4 éve
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Traumatismo abdominal abierto
Se clasifica según el agente causal, y teniendo en cuenta que supere o no la cavidad abdominal. Este tipo de traumatismos laceran o cortan los órganos afectados
Tipos de agentes lesivos
Evisceración
Salida de vísceras al exterior, a través de una herida abdominal.
Nunca se deben intentar reintroducir en el abdomen, la actuación en el medio prehospitalario estará encaminada a garantizar que se mantenga húmedo para evitar la necrosis del tejido, cubriendo las vísceras con compresas estériles empapadas en solución salina estéril caliente, humedeciéndose cada cierto tiempo.
El tratamiento definitivo es quirúrgico, por lo que se debe trasladar al paciente a un centro útil, sin olvidar dar al paciente apoyo psicológico, ya que es una situación en la que puede estar afectado, y cualquier acción como llorar, toser o gritar puede ocasionar que salgan más órganos a través de la herida.
Objetos empalados
El objeto permanece insertado en el abdomen de la víctima, bien sean trozos de un vehículo accidentado, vallas, un cuchillo o cualquier objeto punzante que no ha sido extraído.
En estos casos es de vital importancia no mover el objeto, ni extraerlo ya que el mismo puede estar ejerciendo una acción compresiva sobre los vasos que le rodean.
El tratamiento está encaminado a aplicar medidas que garanticen el estado hemodinámico y a inmovilizar el objeto para su posterior retirada, utilizando para ello gasas y vendas que fijan y sujetan el cuerpo de la víctima.
No se debe hacer palpación abdominal, ya que se podrían ocasionar más laceraciones en los tejidos.
Su extracción se realizará en un quirófano y con ayuda de los medios diagnósticos adecuados.
Hay que prestar soporte psicológico tranquilizando al paciente, para evitar movimientos no deseados y que se pudiesen producir más lesiones.
Traumatismos causados por arma blanca
Importante identificar el tipo de arma utilizado y la trayectoria que ha seguido, así como conocer y averiguar si el arma blanca acaba en punta o es romo, si es de sierra o liso, las dimensiones del mismo, la zona abdominal afectada, el número de impactos recibidos y la posibilidad de movimiento del arma una vez que ha penetrado (ya que puede presentar lesiones internas más graves, que no se corresponden con lo que se observa).
Traumatismos causados por arma de fuego
Son heridas más lesivas que las causadas por arma blanca, y la mayoría de ellas precisan tratamiento quirúrgico.
Los proyectiles lanzados por un arma de fuego causan diversas lesiones a su paso por el cuerpo.
En segunda instancia se produce una cavidad permanente, que es el trayecto de la herida y se corresponde con el desgarro tisular.
En cuanto al orificio de salida, normalmente presentan un tamaño e irregularidad mayores al de entrada. Esto se debe a que el proyectil en su recorrido por el interior del cuerpo rota sobre su eje, se deforma por los múltiples impacto contra los tejidos biológicos y arrastra parte de ellos.
Se debe buscar la existencia de orificio de entrada y de salida. Suele producirse un orificio de entrada por cada proyectil, a no ser que rebote y se fragmente.
En primer lugar, aparece una cavidad temporal, que acompaña al proyectil en su penetración. La capacidad de causar lesiones depende del tejido desplazado, produciendo con frecuencia mayor lesión en hígado y bazo.
El daño causado dependerá del arma utilizada, ya sea de baja, media o alta energía
Se consideran de media y alta energía las armas de fuego, tales como pistolas, rifles y escopetas.
Las de baja energía son las armas blancas utilizadas con la mano, tales como un cuchillo o una navaja.
Traumatismo abdominal cerrado
Las lesiones se producen en los órganos internos, principalmente por movimientos de aceleración /desaceleración bruscos o aumentos significativos de la presión abdominal (contusiones)
Tipos de lesiones
Las lesiones viscerales
Son de vital importancia, condicionan la estabilidad hemodinámica del paciente.
Organos de sostén. Aquí se podrían incluir las lesiones de grandes vasos, por la gravedad que entrañan: vasos mesentéricos, porta, cava, suprahepática, ilíacas y tronco celíaco.
Víscera hueca (intestino delgado, grueso, duodeno, vesícula biliar y vejiga)
Se pueden clasificar a su vez en víscera maciza (bazo, hígado, páncreas).
Las lesiones parietales
Generalmente no se asocian a compromiso vital. Se identifican por hematomas, equimosis, roturas musculares y lesiones vasculares.
1 caso, se producen habitualmente por la contusión o impacto con un objeto sólido, con gran intensidad.
2 caso, se producen fuerzas de desgarro, normalmente de órganos sólidos como el hígado, y vasos sanguíneos, provocando hemorragias internas que pueden cursan con una gran inestabilidad hemodinámica.
Se produce un aumento de la presión intraabdominal, que puede ocasionar el desplazamiento de órganos internos, pudiendo causar la rotura de éstos, o compresión a otros órganos adyacentes, así como presión a la cavidad torácica, provocando deterioro de la función respiratoria, y comprometiendo por doble partida la estabilidad hemodinámica del paciente.
Situada en el interior del abdomen y limitada por la musculatura abdominal.
Compartimiento retroperitoneal
Situada por detrás del peritoneo: se encuentra el páncreas, los riñones, las glándulas adrenales, los uréteres, la aorta abdominal y la vena cava inferior y sus ramas.
Compartimiento peritoneal
Rodeado por el peritoneo, membrana serosa que engloba a la mayoría de los órganos digestivos: hígado, estómago, intestino delgado, parte del intestino grueso y bazo