によって Douglas Isaac Villegas 1年前.
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Está integrado por un conjunto de disciplinas que ponen de relieve la enorme variedad de usos lingüísticos que se dan en el seno de la sociedad y su estrecha relación con los contextos socioculturales en los que éstos se producen. Su atención, por tanto, se centra en los usuarios de las lenguas y en la diversidad de sus usos lingüísticos en función del contexto social en el que las utilizan.
Es una corriente derivada de la sociolingüística y su finalidad es averiguar qué necesita saber un hablante para de forma apropiada dentro de una comunidad y cómo lo aprende. El objeto de la etnografía de la comunicación es el estudio de la adquisición de la competencia comunicativa por parte del hablante.
Para los teóricos de la etnografía de la comunicación, importa conocer cómo se aprende la lengua en su con texto social y cultural más inmediato, para qué se aprenden determinadas estrategias comunicativas, cómo reflejan estas estrategias las relaciones sociales entre los individuos y en qué medida influyen en el proceso de adquisición la familia, los compañeros, la organización del sistema educativo y las creen cias de la comunidad.
Comunidad de habla, conjunto de hablantes que comparten una misma variedad lin güística y sus normas y reglas de uso; competencia comunicativa, conocimientos y habilidades que debe poner en práctica un hablante para comunicarse de forma apropiada en cualquier con texto; situación comunicativa, contexto y conjunto de actividades dentro de los cuales se produce la comunicación; y rutinas, uni dades simples utilizadas en las conversaciones diarias que se repi ten de acuerdo con unas convenciones sociales y cumplen una función comunicativa.
Esta disciplina considera que las interacciones lingüísticas son actos perfectamente estructurados en los que los participantes, al iniciarlos, establecen un compromiso conversacional, que se manten drá durante el desarrollo del mismo y finalizará de mutuo acuer do. En dicho proceso comunicativo los participantes adoptan unas posiciones, que realizan mediante códigos verbales (las pala bras, las frases, los elementos prosódicos, etc.) y códigos no ver bales (los gestos, movimientos, etc.)
Los etnometodólogos se han ocupado del estudip de la conversación espontánea y de cómo los aprticipantes en ella construyen su propia realidad mediante la negociación y la interacción. Consideran que los turnos de palabra, que están sujetos a unas normas de uso, organizan y estructuran la conversación. Distinguen también otros tipos de interacciones comunicativas no espontáneas, como un debate, una asamblea, etc., que tam bién estarían sujetas a unas reglas.
Disciplina derivada también de la sociolingüística que, frente a ésta que se centra en el contexto social de la lengua, se ocupa rá de los aspectos sociales de la misma, entre los que se encuentra su enseñanza. Entre los conceptos aportados a la Didáctica de la Lengua por esta disciplina, hay que destacar por su gran repercusión e importancia los de bilingüismo, dominio y diglosia, conceptos clave para la enseñanza de la lengua, sobre todo si se trata de enseñanza bilingüe.
Concibe la lengua como variación y la diversidad lingüís tica como una realidad social, múltiple y compleja, pues los usos comunicativos de una comunidad varían por razones geográficas, pragmáticas y sociales. La sociolingüística aporta conceptos clave para abordar la enseñanza de la lengua desde un enfoque comunicativo y desde el reconocimiento a la diversidad. Destaca especialmente su interés por los usos lingüísticos y su diversidad, integrada por la variedad de dialectos, estilos y registros.
Las disciplinas que integran este marco nacen como consecuencia de los avences científicos que se producen a partir de conceptos definidos anteriormente por la lingüística.
Esta disciplina se centra en el análisis del lenguaje en su uso y pone de manifiesto la importancia del discurso y la influencia del contexto y las circunstancias culturales en el uso del lenguaje. Los analistas del discurso hacen una clara diferencia entre texto y discurso.
Supone un superación de las teorías tradicionales estructuralistas y generativas, en las que la unidad superior del discurso es la oración.
Entre los conceptos más importantes aportados por esta disciplina a la Didáctica de la Lengua y la Literatura destacamos el nuevo y más amplio concepto de texto, además de las concreciones realizadas en torno a las características textuales: adecuación, con la selección del registro; coherencia, con la información; cohesión, con las conexiones entre las frases; gramática, con la formación de las frases; presentación, con la ejecución del texto; y estilística, con los recursos retóricos utilizados (Cassany, 1999: 77-88).
Ciencia encargada de estudiar los signos y su significación en el seno de la vida social, que arranca de Saussure y alcanza un desarrollo espectacular durante la segunda mitad de este siglo.
Es una disciplina cuyo objeto de estudio es la lengua en su uso y en su contexto de producción. La pragmática se ocupa de las condiciones y reglas que han de darse para que un enunciado o un acto de habla sean idóneos o adecuados a un contexto determinado. Nociones como emisor, destinatario, intención comunicativa, contexto verbal, situación o conocimiento del mundo van a resultar de capital importancia.
Brown y Levison (1987) en torno al principio de cortesía, como principio que regula el uso comunicativo de la lengua, al adecuar los usos lingüísticos a cada situación y contexto comunicativos, en función de circunstancias socioculturales e interpersonales.
Grice (1975; 1989), formula el principio de cooperación, como principio regula dor de todo acto comunicativo, en el que los participantes en el mismo, mediante un proceso de implicatura, negocian sus actua ciones y las finalizan de mutuo acuerdo. Estas son las cuatro máximas que deben regir todo principio de cooperación:
Cantidad: no des ni más ni menos información que la necesaria.
Calidad: di la verdad; no digas algo sobre lo que no tienes suficiente evidencia.
Relación: sé pertinente.
Manera: sé claro y ordenado.
Teoría diseñada por Austin (1962), Searle (1964;1969) y Van Dijk (1978), se basa en que cuando producimos un enunciado, se realizan simulktánemente tres actos:
Locutivos: surgen cuando se dice algo y se emite un enunciado.
Ilocutivos: se realizan cuando se dice algo con una intención por parte del hablante.
Perlocutivos: son consecuencia de los anteriores y suponen el efecto que ellos provocan en los receptores.
Está integrado por un conjunto de teorías literarias que han centrado su atención en los aspectos pragmáticos de la literatura, en los procesos de recepción de la obra literaria y en el papel activo que en dicho proceso desempeña el receptor, que, en definitiva, da sentido y confiere su valor último al texto.
Entre sus objetivos está el desmontaje del discurso crítico tradicional.
Nacen como producto de una lucha orientada a exponer las prácticas machistas para erradicarlas. Entre las cuestiones de interés planteadas por esta teoría está la de considerar o no la existencia de una literatura particular escrita por mujeres, la validez de los métodos críticos creados por hombres para el análisis de literatura creada por mujeres o la consideración de la mujer como receptora de textos creados por hombres.
Supone la crisis de la "literariedad" y cuestiona las nociones asumidas hasta el momento por la crítica. La cuestión central de esta teoría se da en la oposición lectura correcta/lectura incorrecta, concluyendo que toda interpretación es una mala interpretación, una tergiversación. Para estos críticos, como afirma Martínez Fernández (1997: 79), "deconstruir no es destruir, sino desmontar, enfrentar los textos a sus contradicciones internas".
El desarrollo de la dimensión pragmática de la literatura se ha orientado en los últimos años hacia el fenómeno de la recepción y ha supuesto un giro radical en el paradigma de la interpretación del texto de amplias repercusiones para la Didáctica de la Literatura.
Se centra en el fenómeno de la recepción y ha representado un gran cambio en cuanto a la interpretación del texto. Según esta teoría, los textos no son literarios de forma inmanente y tampoco hay una lengua específica de la literatura. La teoría estética de la recepción defiende la interpretación y considera que es la lectura la que actualiza el texto y le da sentido.
Integran este bloque aquellas teorías de carácter pragmático que, como indica Martínez Fernández (Ibídem: 70), "entienden la literatura como un sistema (noción que prevalece sobre la de texto), a la vez que actividad socio-cultural de carácter comunicativo".
Según esta teoría, el conocimiento literario surge de la asignación a los textos de un significado que no es inmanente a los mismos, como pensaba la crítica tradicional, sino fruto de la intervención de los participantes en el proceso literario; de ahí, la orientación pragmática de la teoría.
Han tenido una gran relación con los enfoques lingüísticos y semióticos en busca de métodos científicos para aplicar al hecho literario.
La pragmática literaria ha tenido un desarrollo más tardío y se ocupa emisor del estudio de las relaciones de los signos con sus usuarios, y receptor, y con el contexto comunicativo. Hay dos maneras de concebir esta disciplina:
Concibe al texto literario como signo y, como tal tiene una función comunicativa. Las consideraciones semióticas han tenido amplias repercusiones en el análisis del relato.
Como señala Martínez Fernández (1997: 62), a lo largo de la historia de la teoría literaria hemos asistido a un claro desplazamiento a través de los distintos elementos implicados en el proceso comunicativo.
Emisor (autor)> Mensaje (texto)> Receptor (oyente o lector)
Finalmente, los actuales enfoques de la literatura se centran en el receptor (oyente o lector), en su implicación en el fenómeno de la recepción del texto y en la construcción de su intertextualidad.
A partir de las aportaciones de Saussure (1916) y la lingüística, las teorías formalistas y estructuralistas, surgidas en la segunda década del siglo XX y cuya influencia llega hasta bien entrados los años sesenta, se centran en el mensaje (texto). La enseñanza de la literatura desde este enfoque se centra en el análisis y comentario de textos, en la disección del texto hasta sus más mínimos elementos en los distintos niveles lingüísticos y en establecer las interrelaciones entre ellos para llegar a encontrar el sentido último del texto.
Las teorías tradicionales de la teoría y la crítica literaria se centraban en el emisor (autor) y servían para conocer la personalidad del mismo, el cual proyectaba dicha personalidad en sus escritos. En este sentido, podemos decir que hasta llegar al siglo XX la ciencia literaria se centraba en aspectos descriptivos y en clasificaciones de tipo histórico. El enfoque historicista parte de los orígenes para avanzar a lo más reciente. El sentido se construía de forma extrínseca a la obra literaria y después se proyectaba sobre ella. El aprendizaje se realizaba de forma memorística y expositiva; por ello, no resultaba significativo y constructivo. Sólo se contemplaba la actividad receptiva y no la expresiva y creativa del alumno.
Está constituido por las contribuciones de las teorías psicopedagógicas, que centran su interés en los procesos de aprendizaje desarrollo del alumnado y que configuran los enfoques cognitivos y constructivistas del aprendizaje.
Inciden en el desarrollo cognitivo y en la construcción del conocimiento y configuran el constructivismo. Para el primero, el lenguaje es antes comunicación que representación y el desarrollo del conocimiento humano está íntimamente ligado al de los intercambios lingüísticos, poniéndose de manifiesto la importancia de la relación interpersonal en los procesos de aprendizaje lingüístico.
Definido por Ausubel, Novak y Hanesian (1986), entendido como aquel que construye el individuo desde sus propios esquemas de conocimientos mediante un proceso de diferenciación progresiva, el cual conlleva la aparición de conflictos cognitivos entre lo ya sabido, es decir, entre sus conocimientos previos y el nuevo material objeto de conocimiento, a través de la conciliación integradora de ambos conocimientos mediante nexos de unión.
Inciden en los procesos cognitivos y funcionales implicados en la adquisición y el desarrollo de la lengua mediante procesos de simbolización, a partir de la interacción con el medio físico.