La relación entre ciencia y cultura es fundamental para el desarrollo del conocimiento. No todas las culturas tienen la capacidad de producir ciencia; esto depende de contextos históricos y sociales específicos que fomentan la actividad científica.
El nivel cultural de una sociedad no se mide por la suma de bienes y de riqueza material y espiritual creados en ella, sino sobre todo por el grado de asimilación creadora de esa riqueza por parte de los individuos que la componen, por su grado de humanización y pensamiento.
La educación es un asunto mediante el cual una sociedad inicia y cultiva en los individuos su capacidad de asimilar y producir cultura, de igual forma resulta extraño pensar en una ciencia inculta, así mismo es inverosímil pensar la educación autónoma de la cultura.
La Racionalidad Científica
Quinto Lugar
Es resaltada como dimensión particular de la cultura interpela al hombre, enriquece su mundo espiritual y marca su desarrollo, incorporando a los individuos en la actividad creadora, elaborados y sedimentados por el hombre en su asunto histórico irreversible de auto procesamiento y auto creación.
Cuarto Lugar
Estos esquemas de racionalidad son producidos históricamente, a posteriori como procedimientos y métodos surgidos a partir de la actividad real de los hombres, donde podemos identificar que se proyectan y se reconocen.
Tercer Lugar
En esta se obtiene un interés comunicativo presente en el proceso de investigación, se entiende el problema y propone una hipótesis.
Segundo Lugar
En la cultura se dice que se favorece la producción científica que podría afirmarse que la ciencia nace o se desarrolla, concluimos que no toda cultura es capaz de producir ciencia.
Primer Lugar
Posee un interés místico o pragmático, en la cultura griega que emprendió una investigación desinteresada y contemplativa.
