Para garantizar la fidelidad de los colores en la impresión, es fundamental preparar el arte final en el modo de color adecuado. El modo CMYK es el estándar usado en la impresión tanto digital como offset, ya que las máquinas de impresión están configuradas para trabajar con tinta directa o cuatricromía.
Un «arte final» es el fichero que contiene la creatividad que queremos imprimir bajo un sistema de impresión y que habremos preparado previamente con una serie de características para garantizar un resultado deseado en la impresión.
Tanto si nuestra creatividad o elemento de identidad visual va a ser impreso en impresión digital o impresión offset, debemos entregar el arte final siempre en el modo de color CMYK. Mandar el arte final para impresión en RGB ocasionará que los colores se alteren en el resultado final, ya que todas las máquinas de impresión tanto offset como digital están preparadas para la impresión por tinta directa o cuatro tintas.
RGB, un acrónimo de los colores que utiliza: rojo, verde y azul (red-green-blue), son colores que se crean mezclando cantidades variables de luz en una pantalla y se consideran colores aditivos; a medida que se necesitan, se iluminan a diferentes intensidades para crear color.
El color se consigue por espectros de luz y no tinta. Los colores se forman mediante la suma de diferentes luces en sus diferentes longitudes de onda. El color blanco se consigue mediante la suma de los tres colores a partes iguales con la máxima saturación posible. Por otro lado, la ausencia de colores primarios nos origina el color negro. El negro es la ausencia de luz. Sin luz el ojo no puede percibir color alguno.
El modelo de color CMYK (también conocido como proceso de color o cuatricromía) es un modelo de color sustractivo, basado en el modelo de color CMY, que se utiliza en la impresión a color y también se utiliza para describir el proceso de impresión en sí . La abreviatura CMYK hace referencia a las cuatro placas de tinta utilizadas: cian, magenta, amarillo y clave (la mayoría de las veces, negro).
En el modo de color CMYK se combinan los pigmentos o colores sustractivos primarios para obtener el resto de colores. Hace uso del Cian, Magenta, Amarillo y el Negro. Éste último siempre aporta cuerpo y fuerza. También puede utilizarse para acentuar el tono o dar profundidad a la impresión.
Este modo de color se utiliza mayormente para imágenes y elementos gráficos que necesiten ser impresos sobre un medio físico.
Existen diferentes modos de color, como el Lab, XY, Hexagesimal, 1 Bit o escala de Grises, aunque son menos importantes para lo que nos ocupa que los dos que vamos a comentaros en este artículo: el RGB y el CMYK.
El espacio de color L*a*b*, también referido como CIELAB, es actualmente uno de los espacios de color más populares y uniformes usado para evaluar el color de un objeto.
en escala de grises implica que pintamos con blanco, negro y todos los grises intermedios que aparecen mediante la mezcla de esos dos elementos.
Los modos de color o formatos de color son representaciones del espectro de color visible, el que percibe nuestro ojo. Entre los modos de color más conocidos podemos encontrar
No debemos olvidar que los modos de color son meras representaciones. Por eso algunos colores se podrán encontrar dentro de algunos modos de color, mientras que en otros pueden no aparecer. Existen por ejemplo modos de color monocromáticos, como son la escala de grises y el modo 1 Bit.
El espectro de color visible depende siempre del tono, la saturación y de la luminosidad o cantidad de luz que refleje (que se puede traducir también como el porcentaje de negro). Los colores claros reflejan más luz que los tonos oscuros.
La identidad visual de una empresa debe estar preparada para reproducirse en varios canales: smartphones, webs, medios impresos, pancartas de exterior, etc. Lo normal es que se haya seleccionado previamente una paleta de colores corporativa, con sus valores correspondientes en el modo de color RGB y CMYK. Es importante que conozcamos siempre dónde va a reproducirse nuestro elemento gráfico. Sólo así podremos asegurar que nuestra creatividad se reproduce en el modo de color correcto.
Como hemos comentado previamente, cualquier elemento de nuestra identidad visual que vaya a ser utilizado en soportes de luz como pantallas, smartphones, webs, televisores, etc. debemos asegurar que siempre se entrega en el modo de color RGB.