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によって Rafael Uribe 3年前.

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Organizador Grafico - Estrategia Nacional de Educación Inclusiva - RAFAEL URIBE OROZCO

La Estrategia Nacional de Educación Inclusiva se fundamenta en tres dimensiones esenciales: políticas, culturales y prácticas. Estas dimensiones, inspiradas en el índice de inclusión de Ainscow y Booth, buscan interrelacionarse para crear comunidades educativas más inclusivas.

Organizador Grafico - Estrategia Nacional de Educación Inclusiva - RAFAEL URIBE OROZCO

Especialidad en Intervención Didáctica.

Alumno: Rafael Uribe Orozco

Mtra. Helga Patricia Frola Ruiz

SESIÓN 1 : EL MARCO DE INCLUSIÓN Y DE LEGALIDAD, DEFINICIONES Y CONCEPTOS AFINES.

Atención a alumnos con Barreras para el Aprendizaje y la Participación

Estrategia Nacional de Educación Inclusiva.

Exclusión en la Educación

Existen factores propios de la estructura y funcionamiento del sistema educativo que resultan excluyentes, relacionados con la infraestructura, el equipamiento y las prácticas de enseñanza y evaluación que se desarrollan en los centros educativos, los cuales se suman al resultado de condiciones sociales desventajosas.
La exclusión educativa puede darse en el acceso, a lo largo del trayecto formativo o en los resultados del proceso. (reprobación, actos de discriminacion, violencia escolar, desmotivación, centros educativos poco acogedores o carentes de los servicios y requerimientos).
La exclusión en educación se debe tanto a factores externos al sistema educativo, como son la pobreza, la marginación, la violencia social, el desempleo o la desnutrición, por mencionar algunos; como también a factores internos, es decir, relacionados con la manera como está diseñado y funciona el sistema educativo.
La exclusión tiene repercusiones graves cuando se traslada al sector educativo, donde la negativa al acceso al derecho a la educación propicia condiciones de injusticia y desigualdad social.

Desafío de la Educación Inclusiva en los distintos tipos de BAP

Inclusión social:
Hace referencia a la oportunidad de establecer relaciones con los otros en un ambiente de respeto a la diversidad, desarrollando así una ciudadanía y un modelo de convivencia democratico.
Aprendizaje:
Que cada niña, niño, adolescente y joven aprenda lo que le es pertinente y relevante, desarrolle actitudes y habilidades para seguir aprendiendo a lo largo de su vida y participe plenamente en la sociedad.
Participación:
Oportunidades para que los educandos participen activamente en su propio proceso de aprendizaje y para que desarrollen competencias que los preparen para involucrarse activa y responsablemente en los asuntos públicos, al tiempo que los habiliten para responder creativamente a los desafíos de su entorno.
Presencia:
Se refiere a que cada niña, niño. adolescente y joven acceda y permanezca en la escuela, transite por ella, contando con la infraestructura, materiales y métodos que le permita alcanzar los aprendizajes esperados y concluir oportunamente los ciclos de la educación obligatoria.

Educación Inclusiva

Existen cuatro acepciones principales:
Inclusión como desarrollo de una escuela común, no selectiva, organizada para acoger la diversidad y asegurar el logro educativo de todas las personas.
Inclusión como atención a los grupos en mayor riesgo de exclusión como indígenas, migrantes o comunidades rurales aisladas.
Inclusión como respuesta a los problemas de conducta.
SubInclusión como escolarización de educandos con discapacidad.topic
Promueve una forma de convivencia basada en el valor de la diversidad, que ofrece al alumnado y a toda la comunidad escolar oportunidades para aprender a relacionarse con respeto y valorar a todas las personas, a través de la eliminación de estereotipos, prejuicios, segregación, exclusión o cualquier otra práctica discriminatoria.
Se sustenta el reconocimiento de la igualdad de todas las personas, en dignidad y en derechos, el respeto a las diferencias, la valoración de cada estudiante, el compromiso con el éxito escolar, el énfasis en aquellos que enfrentan mayores desventajas sociales; el combate a cualquier forma de discriminacion, y la transformación de las políticas, las culturas y las prácticas de cada centro educativo.
La educación inclusiva se propone actuar sobre las condiciones tanto internas como externas al sistema educativo que, al limitar o privar a ciertas personas y colectivos sociales del ejercicio que, al limitar o privar a ciertas personas y colectivos sociales del ejercicio del derecho a la educación, generan brechas de desigualdad.
La inclusión defiende el replanteamiento de la función de la escuela para dar cábida a toda persona, con independencia de sus características o condiciones.

Acuerdo Educativo Nacional: Artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (Nueva Escuela Mexicana).

Se establecen los principios de la educación: universal, pública, gratuita, inclusiva y laica.
Asumen la obligación de garantizar una cobertura universal en educación, pues por primera vez se reconoce la responsabilidad del Estado para asegurar el acceso a todas las personas a la educación, desde el nivel inicial hasta el tipo superior y por primera vez en ese precepto constitucional se establece el interés superior de niñas, niños, adolescentes y jóvenes
4. Enfatizar la necesidad de analizar, diseñar e instrumentar esquemas de financiamiento, con pleno respeto del Federalismo, y con ello aplicar las disposiciones constitucionales en materia educativa para realizar el derecho a la educación de manera plena.
3. Manifestar el respeto a los derechos de las maestras y los maestros, así como el compromiso de realizar las acciones para mejorar las condiciones bajo las cuales prestan sus servicios educativos.
2. Colocar en el centro, el aprendizaje de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes como los destinatarios finales de toda la suma de esfuerzos y voluntades políticas.
1. Garantizar el derecho a la educación como un elemento indispensable para el bienestar de las personas.

Dimensiones de la Educación Inclusiva: Políticas, Culturales y Prácticas.

Las dimensiones de la educación inclusiva, retomadas del índice de inclusión de Ainscow y Booth (2000 y 2015), están relacionadas entre sí y constituyen el núcleo del quehacer de la escuela en el proceso de avanzar hacia comunidades más inclusivas. Se trata de políticas, culturales y prácticas que para ser genuinamente inclusivas deben ser reconocidas y apreciadas por todos los actores y ser producto de la participación reflexiva y crítica del conjunto de los actores vinculados con la comunidad educativa.
Prácticas Inclusivas:

Estas prácticas deben asegurar que las actividades en el aula y extraescolares promuevan su participación y consideren sus conocimientos, así como su experiencia adquirida fuera de la escuela.

Culturas Inclusivas:

Igualdad, reconocimiento de derechos, participación, respeto a la diversidad, honestidad, confianza y sustentabilidad.

Crear un ambiente de aprendizaje en el que se acepte y valore a todos los miembros.

Políticas Inclusivas:

Es necesario que todas las modalidades de apoyo se agrupen dentro de un mismo marco con el objetivo central de eliminar las BAP de la comunidad educativa. Estas políticas deben estar sostenidas en un marco normativo acorde.

Barreras para el Aprendizaje y la Participación

Barreras Didácticas:
Rutinas de trabajo y distribución de los espacios y mobiliario que no consideran la diversidad del estudiante
Prácticas pedagógicas no incluyentes tanto de docentes, como de los demás actores educativos.
Planeaciones docentes que no atienden características y/o condiciones diversas del grupo.
Estrategias de enseñanza que no consideran la diversidad.
Uso de recursos y materiales didácticos homogéneos.
Un clima escolar hostil y que propicia el acoso escolar.
Actitudes de rechazo, segregación o exclusión por parte de la comunidad educativa, por razones de discriminación.
Son aquellas acciones de enseñanza y prácticas de aprendizaje de los educadores que no son culturalmente pertinentes, que no corresponden al ritmo ni al estilo de aprendizaje del educando y que se caracterizan por desarrollar bajas expectativas académicas en relación con un sector del estudiantado, por lo general procedente de sectores en situación de vulnerabilidad.
Se refiere a aquellas que se dan en el acto educativo y en las mismas prácticas educativas y actitudinales dentro del entorno escolar.
Barreras Normativas:
Prevalencia de una visión puramente sectorial que no visualiza la coordinación con otros sectores fundamentales para el ejercicio pleno del derecho a la educación, como salud, vivienda, comunicaciones y transportes, medio ambiente, energía, cultura, justicia, entre otros.
Contradicciones entre leyes respecto a la educación de las personas y culturas diferentes.
Son las barreras que derivan de leyes, ordenamientos, lineamientos, disposiciones administrativas, políticas, principios o programas que impiden, omiten, invisibilizan o desprotegen condiciones en lugar de permitir el efectivo derecho a la educación en su sentido más amplio.
Barreras Estructurales:
Falta de oportunidades de acceso a la educación.
Ausencia o debilidad de políticas de educación para la inclusión.
Ausencia de trabajo colaborativo y coordinación entre la escuela, la familia y el Gobierno.
Infraestructura deficiente o que no permite el libre acceso, tránsito, interacción y autonomía de todas las personas.
Exclusión o discriminacion social y culturalmente normalizada.
Condiciones socioeconómicas que dificultan el acceso, avance, permanencia, aprendizaje y/o la participación de Niñas, Niños, Adolescentes y Jovenes (NNAJ).
Falta de acceso por razones de proximidad escolar.
Estas barreras son el resultado de un sistema que ha normalizado la exclusión y la desigualdad de personas, grupos o poblaciones desde la misma organización política, social o económica.
Las barreras para el aprendizaje y la participación se identifican bajo tres grandes categorías: estructurales, normativas y didácticas, lo que facilita la identificación de los actores responsables de removerlas dentro y fuera del Sistema Educativo Nacional.
A las barreras internas al sistema se les suele llamar Barreras para el Aprendizaje y la Participación (BAP) (cfr. Booth, Ainscow, Black-Hawkins, 2002) y son aquellas que impiden a las personas el acceso, la permanencia, el tránsito, la conclusión o la construcción de aprendizajes relevantes dentro del sistema educativo.