Evaluar un argumento implica considerar varios criterios esenciales. Primero, la coherencia asegura que el argumento no lleve a conclusiones absurdas ni contradictorias. Además, la retórica se centra en la persuasión y el arte del buen discurso, evaluando la elocuencia y efectividad del argumento.
La argumentación como objeto de estudio de la Lógica. Finalmente, la Lógica se
ocupa de los argumentos entendidos como productos de la argumentación para los
que formula y aplica criterios de corrección argumental.
Dialéctica
La argumentación como objeto de estudio de la dialéctica. La dialéctica se en
foca en los procedimientos argumentativos, entendidos como formas de conducta
cooperativa que busca un fin compartido entre varios individuos.
Retórica
La argumentación como objeto de estudio de la retórica. La retórica es considerada arte de la persuasión o de la argumentación eficaz así como de la elocuencia, en tanto que se
Se basa en figuras del buen discurso Con ella, estudiamos la argumentación.
Coherencia
La argumentación
coherente es aquélla que, por un lado, no
aporta premisas que den pie a una respuesta o resolución absurda y, por otro, no produce una conclusión contradictoria respecto de lo
que se expuso en el argumento; es decir, no
vulnera regla o principio alguno de la argumentación.
Suficiencia
El criterio de suficiencia se refiere a la pertinencia en la cantidad
de premisas que fundamentan una tesis; es decir, un argumento no
debe aportar ni más ni menos premisas que las necesarias para derivar su conclusión. Presentar más premisas de las necesarias
Relevancia
Con este criterio juzgamos la llamada
atinencia de lo que exponen las
premisas o argu-
mentos. La pregunta general para
juzgar la
relevancia es:
"¿viene al
caso?"