A lo largo de los años, la forma en que los estados han gestionado la regulación y sus propias estructuras ha evolucionado significativamente. Desde un enfoque liberal en el período de 1789 a 1929, caracterizado por la mínima intervención estatal y la promoción de la iniciativa privada, se pasó a una etapa de mayor intervención estatal entre 1929 y 1990, con diversas modalidades como el Estado Benefactor y el Estado Regulador en diferentes regiones.