En el contexto del siglo XIX, Karl Marx analizó los sistemas económicos del capitalismo y el socialismo, señalando las problemáticas y características de cada uno. En el capitalismo, la propiedad privada y la libertad de mercado predominan, pero también conlleva la explotación laboral, largas jornadas de trabajo, y la acumulación de capital en manos de pocos, resultando en monopolios y oligarquías.