Juan mantuvo su posición apoyado por sus
barones y por el clero, quienes no apoyaron al monarca fueron expulsados del
reino.
al regreso del rey Juan se negaron a pagar impuestos no exigibles, algunos llevaban ya varios años fraguando la conspiración contra el rey.
La Magna Carta fue desconocida en cuestión de días por el rey Juan,
provocando con ello el levantamiento conocido como Primera Guerra de los
Barones.
la situación el rey Juan decidió rendirse ante el papa entregando el reino de Inglaterra como vasallo del pontífice más 1,000 marcos anuales, rendición que detuvo la inminente invasión francesa, permitió a
la Iglesia recuperar sus posesiones y a Esteban Langton asumir el Arzobispado
de Canterbury.
El rey Juan se lanzó sobre las extensas propiedades de la Iglesia, las pérdidas de ésta fueron cuantiosas, sin embargo Inocencio III no logró la rebelión del pueblo inglés contra su monarca, por lo que en noviembre de 1209 el papa excomulgó al rey Juan y en 1213 promovió la conquista de Inglaterra por Francia como una guerra santa la que con satisfacción se dedicó a atender el rey Felipe II.
El papa Inocencio III, el pontífice más determinante y poderoso del periodo medieval.
Bajo el creciente malestar del pueblo inglés. El propio Arzobispo absolvió al rey Juan de la excomunión en 1213 y le impuso un juramento de buen gobierno y retorno a las buenas leyes de sus predecesores.
El regreso del rey Juan a Inglaterra después de la derrota en Francia en 1214
causó gran malestar en el reino y exasperó a los barones.
APUNTES DE HISTORIA DEL DERECHO
LA MAGNA CARTA: OCHO SIGLOS DESPUÉS (1215-2015)
Aislado en su reino inglés, Juan viajó constantemente vendiendo cargos y privilegios, aumentando los
ya pesados impuestos, e imponiendo fuertes penas pecuniarias a los barones para asegurar la
“buena voluntad” del rey
La Magna Carta constó en su versión definitiva de 63 artículos, recogiendo lo principal de los “Artículos” en un orden distinto, además de numerosas adiciones y modificaciones de detalles.
Se realizaron varias copias, sin conocer su número exacto
Si consideramos la Carta como lo que fue, un texto jurídico en base a la mentalidad feudal, su relación con los propósitos de los barones y los derechos demandados son claros
La influencia de la Magna Carta Libertatum fue creciendo con el tiempo, si bien su
confirmación se dio en los reinos de los monarcas ingleses a partir del propio
Enrique III.
Pasaron siglos para que los aspectos principales del documento
como el derecho al debido proceso y la garantía de audiencia fueran incorporados
a los instrumentos jurídicos principales de otras naciones europeas o incluso,
americanas.
Diana Carolina García Ordoñez, Yury Marecela García Ordoñez Sede Tintal
Los americanos contemplan la Magna Carta con veneración casi religiosa, pues la citan
constantemente en debates políticos, editoriales de prensa, y opiniones y sentencias
judiciales
Tanto por parte de la Corte Suprema como de los juzgados de menor jerarquía, todo
lo cual, pese a la hipérbole y distorsiones de la historia, indican el lugar de la Carta como
símbolo de un gobierno limitado en el pensamiento jurídico y político estadounidense.
La Carta Magna es internacionalmente reconocida como un símbolo de libertad y como uno de los documentos fundamentales en el desarrollo de la justicia y el estado de derecho en la sociedad moderna.
Al sellar la Carta Magna en 1215, el Rey Juan tuvo que aceptar por primera vez que sus súbditos eran ciudadanos, proveyéndoles de derechos, protección y seguridad
Juan consagró el resto de su reinado a buscar recobrar sus tierras, acumulando
frenéticamente recursos para montar una reconquista y desquitarse de Felipe Augusto.
Pero había sido despojado de los medios para ello: la pérdida de sus dominios franceses no fue sólo un golpe a su orgullo, sino que implicaba la pérdida de grandes rentas.
Para recuperarlas necesitaba mucho más dinero del que Inglaterra podía darle en condiciones normales.
La historia y la leyenda han convertido al rey Juan en una figura
paradigmáticamente negativa, incluso a partir de su sobrenombre popular como
‘Juan Sin Tierra’
El rey Juan asumió el trono entre la controversia y el descontento popular, la
desconfianza en la corona, la necesidad de defensa de los territorios
continentales, la amenaza constante del monarca francés, el malestar de la
Iglesia y su propio carácter conflictivo y voluble.