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door Daniel Urbina 3 jaren geleden

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Desarrollo del Cerebro Adolescente

Durante la adolescencia, el cerebro sigue desarrollándose y madura completamente entre los 25 y 30 años. En las niñas, el cerebro alcanza su tamaño máximo alrededor de los 11 años, mientras que en los niños esto ocurre a los 14 años.

Desarrollo del Cerebro Adolescente

Desarrollo del Cerebro Adolescente

Las investigaciones muestran que las concentraciones de melatonina (la "hormona del sueño") en la sangre de los adolescentes son naturalmente más altas más tarde por las noches y caen más tarde por las mañanas que en la mayoría de los niños y adultos.

Esta diferencia puede explicar por qué muchos adolescentes se quedan despiertos hasta tarde y les cuesta levantarse por la mañana.
Los adolescentes deben dormir entre 9 y 10 horas por noche, pero la mayoría de ellos no duermen lo suficiente. La falta de sueño puede dificultar la atención, aumentar la impulsividad e incrementar el riesgo de irritabilidad o depresión.

Los cambios continuos en el cerebro, junto con los cambios físicos, emocionales y sociales, pueden hacer que los adolescentes sean vulnerables a problemas de salud mental.

Todos los grandes cambios que experimenta el cerebro pueden explicar por qué la adolescencia es una época en la que pueden surgir muchos trastornos mentales, como esquizofrenia, ansiedad, depresión, trastorno bipolar y trastornos alimentarios.

Aunque el cerebro puede haber dejado de crecer, no termina de desarrollarse y madurar sino hasta que se tiene unos 25 a 30 años de edad.

Debido a que estas habilidades aún se están desarrollando, es más probable que los adolescentes participen en comportamientos arriesgados sin tener en cuenta los posibles resultados de sus decisiones.
La parte frontal del cerebro, llamada corteza prefrontal, es una de las últimas regiones del cerebro en madurar. Esta es el área responsable de ciertas habilidades como planificar, establecer prioridades y controlar impulsos.

Aunque la adolescencia es una etapa vulnerable para el cerebro y para los adolescentes en general, la mayoría de los adolescentes crecen y llegan a ser adultos sanos. Ciertos cambios en el cerebro durante esta fase tan importante del desarrollo podrían realmente ayudarles a protegerse contra trastornos mentales a largo plazo.

Debido a que el cerebro adolescente todavía está en desarrollo, los jóvenes pueden responder al estrés de manera diferente que los adultos, lo que podría originar trastornos mentales relacionados con el estrés, como ansiedad y depresión.

El cerebro de los adolescentes tiene mucha plasticidad, lo que significa que puede cambiar, adaptarse y responder a su entorno. Las actividades académicas o mentales desafiantes, el ejercicio y las actividades creativas, como el arte, pueden ayudar al cerebro a madurar y aprender.

En el caso de las niñas, el cerebro alcanza su mayor tamaño alrededor de los 11 años, mientras que en los niños ocurre alrededor de los 14 años. ¡Pero esta diferencia entre los niños y las niñas no significa que unos son más inteligentes que otros!