Las epístolas no paulinas del Nuevo Testamento, escritas principalmente por Juan, Pedro, Santiago y Judas, abordan temas esenciales para la vida cristiana. La primera y tercera carta de Juan destacan la importancia de la comunión con Dios a través de Jesucristo y el apoyo a los misioneros, mientras que la segunda epístola de Juan exhorta a permanecer en la verdad.