door Vicks Morales 13 jaren geleden
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Es necesaria una moral provisional, regida por máximas, para alcanzar una moral final.
http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/OtrosAutoresDeLaLiteraturaUniversal/Descartes/DiscursodelMetodo.asp
http://www.slideshare.net/irgoma/la-moral-provisional-3258191
http://html.rincondelvago.com/el-discurso-del-metodo_descartes_3.html
Documento donde están explicadas las máximas de la moral provisional.
La moral provisional
La Moral permite a los seres racionales la capacidad del rechazo escolástico, es decir, poner en duda todo lo que se cree saber. Se utiliza una duda metódica para poder alcanzar una verdad evidente, guiándonos a través de la moral provisional y evitar caer en el escepticismo radical.
La capacidad que comparten todos los seres racionales, y que nos capacita para distinguir lo verdadero de lo falso, y la posibilidad de juzgar bien, se denomina razón.
Es necesario distinguir entre la moral metódica y la moral provisional.
La Moral provisional aporta una solución a los seres racionales para no permanecer irresoluto en las acciones, es decir, no caer en la inactividad. Esta capacidad esta formada por 4 máximas o recomendaciones provisionales, que proporcionan a los seres humanos la posibilidad de ser felices y libres.
Según Descartes, con la moral provisional se corre el riesgo de caer en el error, pero es preferible que permanecer en la parálisis. Descartes emplea la analogía del paseante perdido en el bosque, para explicar el estado de parálisis y confusión. El paseante no sabe cómo salir, toma diversos caminos, da vueltas, retrocede y avanza sin llegar nunca a la salida.
Para conseguir una idea evidente en la que no exista la posibilidad de error, Descartes utiliza la duda para alcanzarlo.
Con la duda, Descartes considera que se pueden descartar los principios en los que se duda, logrando alcanzar así los principios que se puedan considerar como verdaderos. Sin embargo, este método tiene un problema; cuando se ponga todo en duda, no se sabrá qué principios morales se tendran que seguir mientras se esté averiguando los verdaderos, para esto, Descartes ofrece la idea de la moral provisional con el fin de orientarle durante los momentos de incerteza.
Se trata de la capacidad que posee el hombre para autodeterminarse y hacer uso de su propia razón.
Esto implica que la felicidad y la generosidad dependen exclusivamente del hombre y no requieren del concurso divino de la Providencia.
Descartes piensa que la libertad es una noción evidente de la cual no hay la menor duda, ya que sin ella no sería posible la elección.
“Estamos tan seguros de nuestra libertad y de la indiferencia que en nosotros existe que nada hay que conozcamos más claramente; así pues, la omnipotencia de Dios no nos debe impedir creer en nuestra libertad’’. [Descartes René. Principios de la Filosofía, parte primera]
En la ética cartesiana la libertad de arbitrio es, en un sentido positivo, el principio de la acción moral. Se trata de la libertad que posee el hombre para autodeterminarse y hacer uso de su propia razón. Esta libertad supone la autodeterminación de la voluntad y la capacidad del hombre de servirse de su propia razón sin la dirección de otro. Por esta razón, la ética cartesiana es una moral de la libertad del pensamiento, del pensar libre. Pero esta libertad del pensamiento no debe ser entendida como la libertad del hombre de hacer lo que le plazca o de pensar lo que quiera, sino como la capacidad o el poder que tiene de servirse de su propia razón y de auto determinarse para escoger lo mejor en sus acciones respetando siempre la cultura y costumbres propias de cada estado.
Se entiende por libertad de entendimiento el uso correcto de la razón, ya que entendimiento es razón; lo que nos permite saber que es verdad y mentira y nuestra capacidad de tomar decisiones repecto a ello.
La libertad corporal se manifiesta en las pasiones que pueden afectar al alma, proviniendo del cuerpo. El alma, a través de la razón, tiene que impedir ser arrastrada por las pasiones.
