Las clasificaciones éticas se dividen en varias categorías, cada una con sus propias características y fundamentos. Las éticas materiales se basan en contenidos determinados por factores externos y son consideradas heterónomas, mientras que las éticas formales se enfocan en la forma racional de las normas morales sin depender de elementos externos.
Éticas de fines: El bien moral es independiente del deseo del sujeto, si no, es un fin objetivo, como en la ética eudaimonista de Aristóteles. Otra ética de fines es el estoicismo.
Éticas de bienes: Sostiene que el bien es la realización de un fin subjetivo, de un bien deseado.
Éticas sustancialistas y procedimentales
Éticas procedimentales: Herederas de la tradición kantiana en un nuevo contexto de sociedades plurales y dentro del giro lingüístico en filosofía. Eso hace que se hayan tenido que revisar algunos presupuestos del pensamiento kantiano. Entre los filósofos de estas éticas están Apel y Habermas.
Éticas sustancialistas: Éstas consideran que la moral y sus normas sólo tienen sentido dentro de una concepción de la vida buena que conforman comunidades de vida. Así, los bienes y las virtudes sólo pueden tener una lectura moral dentro de contextos comunitarios que las contienen
A través de la historia de la ética muchas teorías se han propuesto para comprender el fenómeno moral
Éticas de intención y de responsabilidad
Éticas de responsabilidad: Llamadas "éticas de las consecuencias", porque el sujeto considera los efectos previsibles de las acciones ante las cuales tiene que ser responsable; por ello tiene en cuenta los medios según el fin. Weber las considera típica de los políticos:
"Tenemos que ver con claridad que toda acción éticamente orientada puede ajustarse a dos máximas fundamentalmente distintas entre sí e irremediablemente opuestas: puede orientarse conforme a la "ética de la convicción" o conforme a la "ética de la responsabilidad". No es que la ética de convicción sea idéntica a la falta de responsabilidad o la ética de la responsabilidad a la falta de convicción
Éticas de intención: También llamadas "éticas de la convicción". Son aquellas que tienen en cuenta la intención, la convicción interna (lo que involucra su sentir y su forma de vida) y su correspondiente cosmovisión, sea religiosa o laica.
Éticas materiales y formales
Éticas formales: Las éticas formales no hacen depender el valor moral de algún elemento heterónomo ni empírico sino de la forma de las normas. Dichas normas deben tener ciertas formas racionales para que sean consideradas morales.
Éticas materiales: Son éticas cuyos enunciados tienen contenidos orientados por un bien, fin o valor determinado. La materia o el contenido son dados por la ontología, la teología, la sociología o la psicología. Por su dependencia a factores no morales estas éticas son heterónomas.
Éticas de móviles y de fines
Éticas de fines: Tratando de superar el subjetivismo de los móviles de las éticas anteriores, las éticas de fines concentran su reflexión en el perfeccionamiento humano que es el bien objetivo del hombre. Como sostiene Cortina:
"A partir de lo que el hombre es verdaderamente podemos extraer lo que debe ser: cuál es el fin de su naturaleza metafísicamente considerada. El acceso a la naturaleza humana no es, pues, empírico, sino que se trata de llegar a la esencia del hombre
Éticas de móviles: Desde una indagación empírica de la conducta humana se pretende descubrir los móviles de la conducta. Se trata de evitar fundamentaciones metafísicas o trascendentales para basarse en hechos constatables. Son ejemplos de esta ética los hedonismos y utilitarismos que parten del reconocimiento de dos elementos imprescindibles de la naturaleza humana, el placer y el dolor. Los que siguen esta ética formulan criterios para una vida buena.
Éticas subjetivistas y éticas objetivistas
Éticas subjetivistas: Los enunciados morales no representan ninguna propiedad o estado de las cosas. De ese modo nada es bueno o malo fuera de nuestra subjetividad. La consecuencia clara es que nada es bueno o malo en sí mismo, aparte de la subjetividad individual
Éticas objetivistas: Los enunciados morales son válidos porque contienen referencias a propiedades objetivas. Así, "X es bueno" significaría
"X es una propiedad objetiva:'. El objetivismo ético sostiene que los enunciados y conceptos morales son independientes de las preferencias subjetivas, como el querer, los deseos o los sentimientos. Podemos hablar de un objetivismo naturalista como la ética estoica, y de un objetivismo platónico como la ética axiológica de Scheler y Hartmann.
Éticas deontológicas
Son aquellas que consideran que lo moral es el ámbito del deber (gr. to deon, lo obligado, el deber) el cual no tiene fundamento en algún fin superior (o bien general) ni en consideraciones empírico-pragmáticas. Comparándolas con las anteriores, Rawls dice que la teoría deontológica "no especifica el bien independientemente de la justicia, o no interpreta lo justo como maximización del bien.
Éticas cognitivistas y no cognitivistas
Éticas no cognitivistas: Consideran que el ámbito moral no es asunto de conocimiento, por lo que no puede hablarse de proposiciones verdaderas o falsas dentro de la moral. Los enunciados morales no requieren pasar por un proceso de verificación; son sólo mandatos, prescripciones, deseos, etc. Es el caso de las éticas emotivistas y prescriptivistas.
Éticas cognitivistas: Son aquellas que sostienen que el ámbito moral forma parte del conocimiento humano, por lo que sus enunciados pueden ser verdaderos o falsos.
Éticas naturalistas y no naturalistas
Éticas no naturalistas: Son aquellas que no reducen el fenómeno moral a otros fenómenos. George E. Moore fue el que hizo esta clasificación entre éticas naturalistas y no-naturalistas y argumentó que no se puede obtener un "debe" de un "es"; es decir, que no se puede derivar la moralidad de los hechos de la conducta humana, que no se puede pasar de los hechos naturales al deber moral.
Éticas naturalistas: Estas teorías reducen el fenómeno moral a otros fenómenos. Así, la moral no es independiente de otros factores, sean psicológicos, sociológicos, biológicos o teológicos.
Éticas descriptivitas y no-descriptivitas
Éticas no-descriptivitas: Los significados de los enunciados morales no están completamente determinados por la sintaxis y las condiciones de verdad.
Éticas descriptivitas: es la concepción según la cual el significado está completamente determinado por las condiciones de verdad.
Éticas de máximos y éticas de mínimos
Éticas de mínimos: Reconociendo el contexto plural de las sociedades actuales, estas éticas ponen el acento en mínimos necesarios para vivir como ser humano. Los mínimos a los que hacen referencia son deberes y derechos, expresiones de la ética deontológica, que da prioridad al concepto de justicia.
Éticas de máximos: Estas éticas proponen una concepción de vida buena, un ideal de realización personal y colectiva. Es la forma como se presentan hoy las éticas teleológicas o de convicción o sustancialistas