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door Ingrid Hernández Lases 3 jaren geleden

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Sociedad Disciplinaria En Michel Foucault

El trabajo explora la relación entre el poder disciplinario y el capitalismo a través del análisis de la obra de Michel Foucault, específicamente "Vigilar y castigar". Foucault cuestiona si el encarcelamiento es un castigo más humano que la tortura y cómo la sociedad controla a los individuos adiestrando sus cuerpos.

Sociedad Disciplinaria En Michel Foucault

En el contexto de estas complejidades y dificultades, en el presente trabajo intento esclarecer la vinculación entre poder disciplinario y capitalismo en la obra de Michel Foucault.

Sociedad Disciplinaria En Michel Foucault

Algunos comentarios adicionales respecto del estudio de M. Foucault:

1 - La genealogía fucoltiana, se diferencia de otros modelos de análisis en la medida en que, siguiendo a los clásicos de las ciencias sociales especialmente Marx, Weber y Durkheim reivindica la necesidad de un uso determinado de la historia en el análisis de los procesos y de las instituciones sociales con el fin de comprender el presente. 2 - El concepto de disciplina le permitió articular los cambios que se produjeron a nivel microfísico el adiestramiento, de los cuerpos, los gestos y los comportamientos de los sujetos con las transformaciones que tuvieron lugar a otros niveles tales como una nueva organización del espacio, del tiempo y de las actividades. Los efectos del poder disciplinario se manifestaron en una nueva percepción funcional del cuerpo, en la formación de un espacio y un tiempo seriados y analíticos que, a su vez, están en la base de una concepción progresiva del tiempo la historicidad evolutiva y el progreso lineal , y en la puesta en marcha de un nuevo arte de organizar y distribuir a los sujetos que, a la vez que combina sus fuerzas para obtener de ellos el máximo rendimiento, permite evitar aglomeraciones y repartos peligrosos e indeseados.

Vigilar y castigar

En cambio, su constitución como fuerza de trabajo sólo es posible si se halla prendido a un sistema de sujeción. Estos recurren a ella, utilizan, valorizan e imponen algunos de sus procedimientos. Pero ella misma en sus mecanismos y sus efectos se sitúa a un nivel muy distinto.
En su obra, Vigilar y castigar se preguntaba si el encarcelamiento es un castigo más humano que la tortura, y de la forma en que la sociedad ordena y controla a los individuos adiestrando sus cuerpos.

Centrándose en la escuela, Foucault dice que en ella:

Un cuerpo disciplinado es el apoyo de un gesto eficaz. La forma de la servidumbre escolar va mezclada con una transferencia de conocimiento.
La escuela moderna, al asignar lugares individuales, ha hecho posible el control de cada cual y el trabajo simultáneo de todos. Ha hecho funcionar el espacio escolar como una máquina de aprender, pero también de vigilar, de jerarquizar, de recompensar. Horarios de la escuela. Una buena letra, por ejemplo, supone una gimnasia, toda una rutina cuyo código riguroso domina el cuerpo por entero.
El espacio disciplinario tiende a dividirse en tantas parcelas como cuerpos o elementos que repartir. Se fijan unos lugares determinados para responder no sólo a la necesidad de vigilar, sino de crear un espacio útil. El cuerpo se convierte en un elemento que se puede colocar, mover, articular sobre otros. El espacio escolar se despliega, la clase se torna homogénea, está compuesta de elementos individuales que vienen a disponerse unos al lado de los otros bajo la mirada del maestro.

La Escuela

El cuerpo humano entra en un mecanismo de poder que lo explora, lo desarticula y lo recompone, nos dice Foucoult. La disciplina fabrica así cuerpos sometidos y ejercitados. La ‘invención’ de esta nueva anatomía política no se debe entender como un repentino descubrimiento, sino como una multiplicidad de procesos con frecuencia menores, de origen diferente, de localización diseminada, que coinciden, se repiten, o se imitan, se apoyan unos sobre otros, se distinguen según su dominio de aplicación, entran en convergencia y dibujan poco a poco el diseño de un método general.