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Mer som dette
Es la que clasifica según su tipo a las palabras o vocablos que encontramos en la legua de español.
La preposición es la clase de palabra invariable que introduce el llamado sintagma preposicional. Las preposiciones generalmente tienen la función de introducir adjuntos, y en ocasiones también
complementos obligatorios ligando el nombre o sintagma nominal
al que preceden inmediatamente con un verbo u otro nombre que las antecede. En algunas lenguas las preposiciones pueden no encabezar un sintagma preposicional, como en inglés, donde incluso pueden aparecer al final de la frase.
Referencia
(Acerca de, en referencia a, hablando de ti)
Causa
(A causa de, por su culpa)
Propósito
(Para conseguir, por lograr)
Agente
(Hecho por)
Instrumento
(Por medio de una herramienta, escrito a lápiz)
Posesión
(La casa de la señora)
Material o Composición
(Hecho de madera, compuesto por tubos)
Comparación
(En cambio, también)
Tiempo
(Durante, después de haber, antes de estar)
Desplazamiento
(Desde, hacia)
Ubicación
(En, sobre, bajo, a través de)
Por otro lado, las preposiciones pueden sufrir metábasis, es decir, cambio de función, y volverse conjunciones formando locuciones conjuntivas; en español suele ocurrir algunas veces cuando la preposición va seguida de un verbo en infinitivo:
Al + inf.= Cuando + verbo conjugado:-Al cantar el gallo...= Cuando cante el gallo...De + inf.= Si + verbo conjugado:-De venir Pedro...= Si viene Pedro...Con + inf.= Aunque + verbo conjugado:-Con ser tan guapo...= Aunque era tan guapo...Por + inf.= Porque + verbo conjugado:-Por venir tarde...= Porque vino tarde...
Estas preposiciones preceden necesariamente a un
sintagma nominal. En el caso de las preposiciones "a" y "de", ante el
artículo determinado masculino singular [el] forman los artículos contractos "al" y "del", respectivamente. No se suele hacer esta contracción por escrito si el artículo "el" forma parte de un sustantivo propio; por ejemplo: «Este platillo es típico de El Salvador», «Varios periodistas de El País», «La ciudad de El Cairo».
Las llamadas locuciones preposicionales son dos o más palabras que equivalen a una preposición. Precisan algunos aspectos de espacio, tiempo y modo que las preposiciones existentes matizan mal: acerca de, al lado de, alrededor de, antes de, a pesar de, cerca de, con arreglo a, con objeto de, con tal de que, con tal que, debajo de, delante de, dentro de, después de, detrás de, encima de, en cuanto a, enfrente de, en orden a, en pos de, en virtud de, frente a, fuera de, gracias a, a merced de, junto a, lejos de, por culpa de, respecto a, etc.
Es una palabra o conjunto de ellas que enlaza proposiciones, sintagmas o palabras. Constituye una de las clases de nexos. No debe confundirse con los marcadores del discurso, nexos de orden superior que unen textos, y no palabras, sintagmas ni oraciones.
Conjunciones distributivas
Distribuyen elementos:
Ora... ora... - Ora fregaba, ora barría... ya... ya... - Ya fregaba, ya barría... bien... bien... - Bien fregaba, bien barría... Sea... sea... - Sea Juan, sea Pepe Siquiera... siquiera... - Siquiera venga, siquiera no venga.
En realidad no son verdaderos nexos porque tienen función sintáctica dentro de la proposición que introducen y se trata de casos de
yuxtaposición o bien de nexos discontinuos disyuntivos en casos como "vendrá, sea hoy, sea mañana".
Conjunciones explicativas
Son aquellas que unen proposiciones que expresan lo mismo, pero de distinta forma, a fin de explicarse mutuamente. Son por lo general giros aislados entre comas como: o sea, esto es, es decir, mejor dicho. Ejemplo: Se fue al otro mundo, es decir, se murió. En realidad se trata de casos particulares de disyuntivas o copulativas.
Conjunciones adversativas
Sus nexos llevan siempre una pausa delante expresada con coma, punto y coma o punto y son "pero", "aunque" (cuando equivale a "pero"), mas (más suave que "pero" y que se emplea solo en la lengua escrita), sin embargo, no obstante y empero (arcaica, solo de uso en lengua escrita y equivalente a "sin embargo". Por ejemplo: "Llueve, pero no me mojo". También se emplea "sino" o "sino que" cuando una de las proposiciones está negada: "No lo hizo Pedro, sino Juan / sino que Juan lo realizó"). Giros conjuntivos también empleados y gramaticalizados en todo o en parte como conjunciones adversativas son con todo, más bien, excepto, salvo y menos.
Conjunciones disyuntivas
Sus nexos son o y u (ante palabras que empiezan por "o-" u "ho-"). Las conjunciones disyuntivas indican alternancia entre opciones. Dicha alternancia puede ser:
.
Conjunciones copulativas
Sirven para reunir en una sola unidad funcional dos o más elementos homogéneos; indican adición o suma. Son y, e (delante de palabras que empiecen por -i, por eufonía), ni (equivalente a y no) y que (en expresiones como "dale que dale" o "vuela que vuela").
La conjunción ni equivale a y no y señala la adición de dos términos, pero implica que sean negativos: «No hizo los trabajos ni estudió». A fin de marcar la expresividad, se antepone a veces a todos los términos unidos: «Ni tengo trabajo ni dinero». A veces se emplea de forma prepositiva, en cuyo caso equivale a ni siquiera «Ni salir se puede». Cuando se acompaña de la preposición qué en forma exclamativa denota una manera de negar rotundamente o desmentir «¡Qué explicación ni qué explicación!».
Conjunciones coordinantes o coordinativas
Las conjunciones coordinantes o coordinativas son las que unen palabras, sintagmas u oraciones del mismo nivel sintáctico de forma que sean intercambiables entre sí sin que el sentido general de la oración compuesta varíe: "Pedro y Juan lo hicieron" = "Juan y Pedro lo hicieron". "Los libros y el cine me gustan mucho" = "El cine y los libros me gustan mucho". "Pedro plancha y María barre" = "María barre y Pedro plancha".
Entre las conjunciones coordinantes se agrupan las copulativas
las copulativas, disyuntivas y adversativas. Las antiguas explicativas y distributivas se consideran hoy, según la Nueva Gramática de la Lengua Española (2011), casos particulares de las disyuntivas y las yuxtapuestas, respectivamente. Se discute si deben entrar en este capítulo también las llamadas ilativas, identificadas por lo común con las conjunciones subordinantes consecutivas.
Conjunciones discontinuas o correlativas
Existe además un grupo de conjunciones discontinuas o correlativas que aparecen en dos partes, de forma correlativa, una parte en la primera proposición unida y otra parte por lo general encabezando la segunda: «"Hasta tal punto le tenía antipatía, que vino para matarlo».
Locuciones conjuntivas
Por otra parte, existen determinadas construcciones que agrupan diversas preposiciones, sustantivos, adverbios, conjunciones y otros elementos a fin de formar las llamadas locuciones conjuntivas, funcionalmente equivalentes a nexos o conjunciones; forman un vasto repertorio que expresa los más curiosos matices: de manera que, así que, a fin de [+ infinitivo], por más que, pese a que, a pesar de, a pesar de que, habida cuenta de que, antes de que, después de que, a pesar de, etc.
Adverbios conjuntivos
Igualmente, existen algunos adverbios y pronombres que pueden funcionar como conjunciones. Si son adverbios, se denominan adverbios conjuntivos: cuando, mientras, donde, como, así, etc.
Giros conjuntivos
Hay muchos nexos, en su origen preposiciones, que encabezan oraciones y que adquieren valor de conjunción, aunque no tengan forma conjuntiva, cuando se suman a un infintivo. A estas construcciones se les llama giros conjuntivos. Por ejemplo:
La gramática tradicional suele distinguir entre conjunciones
coordinantes o propias y conjunciones subordinantes o impropias.
Un adverbio es una parte de la oración que complementa a un verbo, un adjetivo, otros adverbios e incluso oraciones. Los adverbios expresan circunstancias, como pueden ser modo, lugar, tiempo, cantidad, afirmación, duda, etc., respondiendo a preguntas como ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo?, ¿de qué manera?, entre otras. Esta función es llamada función adverbial, y puede ser llevada a cabo por palabras aisladas (adverbios) o por grupos de dos o más palabras (locuciones adverbiales).
Adverbios Interrogativos/Exclamativos y Relativos
las formas usadas ortográficamente en oraciones interrogativas y exclamativas son cuándo, cómo, cuánto y dónde (las formas relativas son idénticas aunque se escriben sin tilde).
Adverbios de Duda o Dubitativos
Quizá(s), acaso, probablemente, posiblemente, seguramente, tal vez, puede, puede ser, a lo mejor.
Adverbios de Orden
Primeramente, últimamente.
Adverbios de Negación
No, jamás, nunca, tampoco.
Adverbios de Afirmación
Sí, también, cierto, ciertamente, efectivamente, claro, exacto, obvio, verdaderamente, seguramente, asimismo, etc.
Adverbios de Cantidad o Grado
Muy, poco, mucho, bastante, más, menos, algo, demasiado, casi, solo, solamente, tan, tanto, todo, nada, aproximadamente.
Adverbios de Modo
Bien, mal, regular, despacio, deprisa, así, tal, como, aprisa, adrede, peor, mejor, fielmente, estupendamente, fácilmente, negativamente, responsablemente —todas las que se formen con las terminaciones «mente»—.
Adverbios de tiempo
Antes, después, luego, pronto, tarde, temprano, todavía, aún, ya, ayer, hoy, mañana, anteayer, siempre, nunca, jamás, próximamente, prontamente, anoche, enseguida, ahora, mientras, anteriormente.
Adverbios de Lugar
Aquí, allí, ahí, allá, acá, arriba, abajo, cerca, lejos, adelante, delante, detrás, encima, debajo, enfrente, atrás, alrededor.
Adverbios Epistémicos
Los «adverbios» epistémicos parecen tener restricciones diferentes de los adverbios de ubicación, modo y cantidad. De hecho sintácticamente muchos de ellos parecen requerir posiciones sintácticas diferentes de la de un adjunto verbal (como es el caso de los de ubicación, modo y cantidad).
Por ejemplo, el complejo comportamiento sintáctico de las palabras con polaridad negativa no puede explicarse adecuadamente tratándolas simplemente como adverbios. Por esa razón algunos lingüistas han conjeturado que forman una clase especial de epistémicos negativos que ocupan la posición de núcleo sintáctico de un hipotético sintagma de negación.
El verbo es la parte de la oración o categoría léxica que expresa una acción, movimiento, existencia, consecución, condición o estado del sujeto. Sintácticamente representa una predicación.
En la oración, el verbo conjugado funciona como el núcleo sintáctico del predicado (si el verbo está en una forma conjugada ocupará en general la posición del núcleo del sintagma de tiempo, y si no de un sintagma verbal simple).
Los verbos son palabras variables que indican acción, proceso o estado. En Ramón sube las escaleras, sube supone una acción que está realizando, en Ramón ha crecido un montón, ha crecido supone un proceso que ha experimentado, y en Ramón está cansado, está supone un estado.
Sintaxis
Además de requerimientos de orden sintáctico, la aparición de un verbo en una frase puede estar ligada por concordancia gramatical. Esto significa que en muchas lenguas se requiere que el verbo tenga una u otra forma en función de otros constituyentes sintácticos que le preceden o le siguen.
En español el verbo concuerda con el sujeto:
El niño corrió mucho.
Los niños corrieron mucho.
En cambio en otras lenguas como el euskera hay concordancia con el "sujeto" y "objeto":
ditut 'los tengo' / dut 'lo tengo'
ditugu 'los tenemos' / dugu 'lo tenemos'.
Diátesis
Es la que tiene que ver con el número de argumentos requeridos por el verbo o valencia del verbo. Muchos verbos requieren solo un argumento (intransitivos) cuyo papel temático frecuentemente es un experimentador Otros verbos que requieren entre sus argumentos un agente frecuentemente son transitivos y requieren además un paciente o tema.
En español algunos de los verbos que requieren un agente como uno de sus argumentos pueden aparecer en diátesis transitivas o intransitivas:
me comí el pollo (DT)
estabas comiendo (DI)
Otros verbos transitivos del español son rígidamente intransitivos y no admiten esta duplicidad de diátesis:
Juan devoró el pollo (DT)
*Juan devoró (DI)
La segunda oración no es directamente interpretable sin inferencias pragmáticas adicionales, ya que devorar no admite aquí una diátesis intransitiva.
Las lenguas del mundo presentan procedimientos morfológicos que pueden alterar la valencia del verbo entre ellos:
La pasivación consiste en la formación de un intransitivo a partir de un transitivo. Obsérvese que por ejemplo en español el "
complemento agente " introducido por la preposición en una oración pasiva es omitible, y por tanto es un adjunto sintáctico: Fue elegido presidente es gramatical al igual que Fue elegido presidente por la mayoría de la cámara. En las lenguas nominativo-acusativas
este proceso de intransitivización se llama formación de voz pasiva, mientras que en las lenguas ergativo-absolutivas este proceso se llama formación de voz antipasiva.
La voz causativa.
La voz aplicativa.
Argumentos Verbales
Los argumentos requeridos por el verbo incluyen el sujeto y los
complementos verbales. En diversas lenguas se denominan de manera diferente pero en términos generales un verbo transitivo requiere un
complemento directo (ocasionalmente complemento de régimen); algunos ditransitivos requieren también complemento indirecto. El llamado "complemento" circunstancial no es obligatorio en ningún caso, por lo que sintácticamente es un adjunto del sintagma verbal.
Modo
El modo informa sobre la actitud del hablante ante la acción verbal. En español, la acción verbal es vista de tres formas:
Aspecto
Informa de la perspectiva del hablante ante el desarrollo de la acción verbal.
pretérito perfecto simple tienen aspecto perfectivo.
Tiempo, Aspecto y Modo (TAM)
Referencia temporal (relativa o absoluta según las lenguas), que permite ubicar el orden cronológico de los eventos y acciones. En las lenguas flexivas el tiempo gramatical se refleja usualmente en un conjunto de paradigmas asociados a un conjunto de desinencias, que en conjunto se denominan tiempos verbales.
Variación de número y persona
En lenguas como el chino o el inglés el verbo tiene muy pocas marcas y apenas existe flexión verbal. Sin embargo, esa situación no es la más común entre las lenguas del mundo y muchas lenguas no aislantes presentan una gran cantidad de variación morfológica en las formas verbales. Dos de las categorías más comúnmente expresadas son el
número gramatical y la persona gramatical. El número señala si la forma verbal es singular, plural, dual, etc., y la persona típicamente indica si el verbo corresponde a la primera persona, la segunda o la tercera.
Las formas verbales que distinguen la persona son formas personales, y las formas verbales que no la expresan son formas no personales, es decir, el infinitivo, el gerundio y el participio. En español, latín, las lenguas romances y otras lenguas indoeuropeas, tanto el infinitivo como el gerundio poseen formas compuestas. Pero en las lenguas del mundo existe una gran variación sobre las formas marcadas.
Los verbos constituyen una clase de palabras con gran variación formal, ya que transmiten acción, proceso, estado, número, persona, tiempo, etc. Se distinguen los siguientes constituyentes morfológicos de las formas verbales simples
Vocal Temática
Es un elemento característico de las lenguas romances que carece de significado y permite clasificar los verbos en conjugaciones. En español, los verbos de la primera conjugación presentan la vocal temática -a-, los de la segunda la -e-, y los de la tercera la -i.
Desinencia de Tiempo, Aspecto y Modo.
Desinencia de tiempo, aspecto y modo: En cantábamos, -ba- indica tiempo pasado, aspecto imperfectivo y modo indicativo.
Desinencias
Morfemas flexivos que aportan informaciones gramaticales.
Morfedas Derivativos
Los morfemas derivativos están colocados junto a la raíz, es decir, funciona como prefijo y sufijo, como por ejemplo reconstruir, que está formado por el morfema derivativo re.
Raiz
La raíz aporta la información léxica. Puede estar compuesto por dos raíces, como por ejemplo malcriar, que está formado por mal-cri-ar.
En la inmensa mayoría de lenguas del mundo el verbo es la clase de palabra más compleja en el sentido de que puede reflejar muchas más categorías gramaticales que otras palabras. Es frecuente que exprese una o varias personas gramaticales (en lenguas como el español solo marca la persona gramatical asociada al sujeto; en otras lenguas también puede marcar el objeto),
número gramatical, tiempo-modo-aspecto y más raramente en algunas lenguas puede llevar género gramatical, evidenciales, direccionales, clasificadores de forma, intencionales, etc. En gramática tradicional las categorías expresadas en el verbo se denominan "accidentes gramaticales".
En la mayoría de lenguas flexivas existen tres categorías gramaticales típicas del verbo.
chino que no tienen tiempo gramatical, y la noción semántica
de tiempo se realiza mediante adverbios explícitos (hoy, ayer…)
son palabras o morfemas cuyo referente no es fijo sino que se determina en relación con otras que normalmente ya se han nombrado.
Pragmáticamente se refieren con frecuencia a personas o cosas reales extralingüísticas más que a sustantivos del contexto. A esta propiedad de referirse a otros elementos tanto lingüísticos como extralingüísticos se le denomina deixis.
Ejemplo: Pedro no es tan listo como él pensaba; ellos comen mucho.
En cuanto al número, la inmensa mayoría de lenguas del mundo distinguen en los pronombres personales formas de plural y formas de singular, aunque en algunos casos los pronombres son invariantes respecto al número. Menos frecuente es que también existan formas diferentes que expresan número dual, que podría estar presente en alrededor de una quinta parte de las lenguas del mundo. Las distinciones de número a veces no alcanzan a todas las personas. Si una lengua no distingue algunas formas de número en alguna persona, es más probable que sea la tercera.
Genero Gramatical.
Género gramatical es otra categoría que frecuentemente interviene en los pronombres personales. Alrededor de una quinta parte de las lenguas del mundo expresan género en alguna de las personas. Las distinciones de género de todas maneras son más frecuentes en las terceras y segundas personas que no en la primera.
Pronombres Personales
Los pronombres que expresan la categoría de persona gramatical. Los sistemas más comunes de pronombres personales distinguen tres personas, que la gramática tradicional llama primera persona, segunda persona y tercera persona.
Estas tres formas se analizan usualmente con respecto a la referencia posible como:
Pronombres y Anáforas
Las anáforas como los pronombres son elementos cuyo referente no es fijo sino que depende del contexto lingüístico. La diferencia sintáctica entre ellos es que las anáforas requieren un antecedente en su dominio local, mientras que los pronombres no tienen antecedente en su dominio local (aunque pueden tener antecedente discursivo).
El ejemplo más claro de anáforas son los reflexivos, indebidamente llamados «pronombres» reflexivos. Estos reflexivos requieren estar regidos por su antecedente de acuerdo con los principios de
rección y ligamiento.
Pronombres y Determinantes
Los pronombres y los determinantes están estrechamente relacionados y tienen propiedades de distribución en la oración curiosas.
De hecho se piensa que todos los pronombres pueden considerarse como un determinante que no acompaña a un nombre.
es una parte de la oración o clase de palabra que complementa un sustantivo para calificarlo; expresa características o propiedades atribuidas a un sustantivo, ya sean concretas (perceptible por los sentidos, como en el libro grande o the big book) o abstractas (cognoscible por la mente, como en el libro difícil). Estos adjetivos acompañan al sustantivo (libro, book) y cumplen la función de especificar o resaltar alguna de sus características.
En las lenguas fusionantes es común que el adjetivo tenga las mismas flexiones que el sustantivo, tales como género, número o caso; pero no siempre es así.
Ejemplo en inglés el nombre tiene número (singular o plural) pero el adjetivo no.
Grabación de Adjetivo
La gradación se refiere a la posibilidad de expresar grados en la cualidad. Los grados del adjetivo son los siguientes:
Ejemplo niño simpático.
Superlativo:Admite afijos y morfemas de grado superlativo (los
sufijos-ísimo, -érrimo). Es determinado asimismo por adverbios
cuantificadores que le confieren los otros grados, el comparativo de igualdad (tan), de superioridad (más) y de inferioridad (menos), así como el grado superlativo analítico (muy bueno). Lo sustantivan o transforman en sustantivo el artículo neutro lo ("lo bueno") y el masculino el y, además, la supresión del sustantivo en una lexía habitual: el barco velero = el velero, la j = la letra j, entre otros.
Expresa la cualidad en el grado más alto, intenso. Puede ser superlativo relativo, superlativo absoluto, etc. y existen dos tipos:
superlativo absoluto y superlativo relativo.
Adjetivo interrogativo
Son los que se emplean en la oración interrogativa o exclamativa, siempre se antepone al sustantivo y se acentúan.
Los adjetivos interrogativos son: Cuál(es), cuánto(s), cuánta(s), qué, quién(es).
Adjetivo cuantificador
Los cuantificadores se agrupan en dos grandes clases, los numerales, que miden de forma precisa el sustantivo núcleo del sintagma nominal, y los extensivos o indefinidos, que lo miden o evalúan de forma imprecisa.
Los numerales pueden ser cardinales (correspondientes a la serie de los números reales:un, dos, tres, cuatro…); ordinales (que señalan precedencia o seguimiento en una lista: primer, segundo, tercer,
cuarto...); multiplicativos (que multiplican el número del núcleo del sintagmanominal: doble, triple, cuádruple, quíntuple/quíntuplo, séxtuplo,séptuplo, óctuple, nónuple, décuplo, undécuplo...), divisores o partitivos,que dividen el núcleo del sintagma nominal (medio), y distributivos, que reparten el núcleo del sintagma nominal (ambos, sendos).
Adjetivo actualizador
Los actualizadores presentan al sustantivo núcleo del sintagma nominal, esto es, lo transforman de conocido a desconocido, lo ubican en el espacio y en el tiempo.
Los determinantes cuantificadores, por el contrario, miden al sustantivo núcleo del sintagma nominal. Los determinantes interrogativos o interrogadores preguntan por el sustantivo núcleo del sintagma nominal.
Los actualizadores son cuatro; el predeterminante todo-a-s, que puede preceder a los demás determinantes y delimita la integridad del sustantivo núcleo del sintagma nominal; el artículo, que presenta al sustantivo en un espacio y un tiempo concreto (el, la, lo, los, las); el posesivo, que señala la pertenencia del sustantivo a un elemento de la situación o contexto (mi, tu, su, nuestro, vuestro, su y sus femeninos y plurales); y el demostrativo, que sitúa al sustantivo en un lugar más o menos próximo o lejano (este, ese, aquel y sus femeninos y plurales).
Adjetivos calificativos, relacionales y determinativos.
Los adjetivos calificativos son los adjetivos más propiamente dichos, que se limitan a señalar una cualidad o característica del sustantivo al que modifican, como en hombre alto, perro hermoso.
Los adjetivos relacionales son aquellos que, pese a limitar la extensión del sustantivo al que acompañan como los calificativos, carecen de grado. Es decir, no pueden aparecer en grado comparativo ni superlativo. Así, podemos decir, que un coche es "policial", pero no que es *muy policial o *policialísimo. Por tanto, adscriben al sustantivo dentro de una clase pero no lo califican en determinado grado.
La gramática tradicional considera a los determinantes, que en español preceden siempre al nombre al que determinan, como adjetivos determinativos. Actualmente, algunos consideran que en un sintagma en el que existe un nombre determinado por un adjetivo determinante, es este último el núcleo de un hipotético
sintagma determinante.
Adjetivos explicativos y especificativos
Cuando un adjetivo acompaña a un sustantivo, este puede tener dos distintos valores:
Adjetivos según su función sintáctica
Se puede distinguir entre las siguientes funciones sintácticas:
La interjección es una clase de palabras de las lenguas naturales que no constituye una parte de la oración. Equivalen a oraciones que expresan un sentimiento vivo (¡ay!), una llamada enérgica (¡eh!) o describen elementalmente una acción (¡zas!, zigzag) sin ser léxica y gramaticalmente organizadas. Son signos pregramaticales que desempeñan las tres funciones elementales del lenguaje: expresiva, conativa o representativa.
Se cree que constituyen restos de la forma más antigua, primitiva o sintética de lenguaje. Algunas de sus funciones, fuera de la de expresar o desahogar un sentimiento, son apelar al interlocutor, saludarlo, despedirlo, darle conformidad o agradecimiento, etc.; por ejemplo, en español:
Interjecciones Expresivas o Sintomáticas
Se orientan hacia el hablante manifestando o desahogando sus sensaciones, sentimientos y otros estados de ánimo: ¡ajá, ay, caramba, lástima, maldición...!
Interjecciones Apelativas o Directivas
Están orientadas hacia el oyente, es decir, se dirigen a un destinatario con la intención de moverlo a la acción o provocar alguna reacción emocional en él: "¡Ah del barco!". Un grupo de ellas poseen alguna función social, como saludar, despedirse, brindar etcétera: ¡hola, adiós, chao, gracias, de nada, ojo, cuidado, órale, ánimo...! Otro se dirige a animales: ¡zape, arre, pitas, so...!'
Interjecciones por Traslación
Ciertas palabras tónicas o grupos de palabras que en sí no son interjecciones pueden tomar una entonación exclamativa y se hacen valer por interjecciones: ¡Hombre!, ¡Hay que jorobarse!, ¡Anda ya!
Interjecciones Apelativas
Este grupo se utiliza para iniciar o concluir la comunicación, establecer contacto con el oyente antes de emitir el mensaje o para actuar sobre la voluntad del receptor; pertenecerían así a la función conativa o apelativa del lenguaje: ¡Chist!, vengan ustedes por este lado ¡Aúpa!, que tú puedes. ¡Hola! ¡Hasta pronto!
Interjecciones Expresivas
En otros casos las interjecciones no tratan de imitar, sino de expresar sensaciones o emociones del hablante: ¡Ah! ¡Oh! ¡Qué gusto! ¡Uf! ¡Qué descanso!. Por ello pertenecerían a la función expresiva del lenguaje.
Interjecciones Imitativas
Se han formado como onomatopeyas con la intención de imitar ruidos de la realidad: ¡Zas! ¡Pum! ¡Chas! ¡Miau! Este carácter icónico las asociaría a la función representativa del lenguaje.
Clasificación Mixta
Los gramáticos Manuel Seco, Leonardo Gómez Torrego y José Martínez de Sousa clasifican las interjecciones con criterios mixtos: por sus funciones comunicativas y por su morfología o estructura.
Sintagmas Interjectivo
Son aquellos cuyo núcleo es una interjección propia o impropia y sus complementos, pero no pueden sustituirse por una interjección: «¡Ay de mí!»; «¡Ay de los vencidos!» «¡Cuidado con el perro!»
Locuciones Interjectivas
Son aquellas locuciones equivalentes a una interjección que constan de dos o más elementos y forman habitualmente sintagmas: «¡Mi madre!», «Madre mía», «¡Dios santo!».
Interjecciones Impropias
Son formas creadas a partir de sustantivos o sintagmas nominales (¡cielos!, ¡hombre!, ¡Virgen santa!), verbos (¡arrea! ¡venga!), adverbios (¡adelante! ¡fuera!) o adjetivos (¡bravo!), de forma que no son interjecciones idiomáticamente puras. Se emplean como interjecciones por su significación usual: «¡Socorro!», «¡caracoles!», «¡diablos!», «¡rayos y centellas!» Algunas expresiones de este tipo son consideradas palabras de lenguaje soez.
.
Interjecciones Propias
Propiamente dichas se emplean únicamente como interjecciones y constituyen una sola palabra, comprendida entre signos admiración o
de interrogación. Ejemplos
avanzar, en el español mexicano del Norte para afirmar, y . también se usa en el español rioplatense para representar . . algo irónico.
«¡Arre, caballo!» (para azuzar un caballo) «Arre, dijiste eso y . . te pasó» (ironía) «Arre, vamos a la plaza.»
―Camina con cuidado para no caerte.
―¿Eh?
«¡Guay, que se nos vienen encima!»
―Quizá mañana no llueva.
―¡Ojalá!
En morfología lingüística, es un tipo de determinante actualizador, una categoría morfológica que emplean algunas lenguas para actualizar o precisar la referencia de un sustantivo, transformándolo de desconocido y abstracto («un libro») a conocido y concreto («el libro»). Es un indicador que sitúa lo que se dice en el campo en que se dice, común al que lo dice y al que lo oye, o sea, en el mutuo acuerdo de los interlocutores.
Artículos indefinidos o indeterminados
El idioma español posee además artículos indefinidos:
Un perro (masculino singular).
Unos perros (masculino plural).
Una gallina come maíz (femenino singular).
Unas gallinas comen maíz (femenino plural).
Un ventilador está en oferta (masculino singular).
Ustedes son unos hombres trabajadores (masculino plural).
Eres una mujer muy educada (femenino singular).
Unas niñas se dirigen directo a la escuela (femenino plural).
Género
Los sustantivos femeninos en singular que empiezan con una "a" tónica deben llevar el artículo masculino (a menos que entre el artículo y el sustantivo haya un adjetivo):
Artículos definidos o determinados
Hay cuatro artículos determinados: masculino singular (el),masculino
plural (los), femenino singular (la) y femenino plural (las), aunque algunos autores incluyen un neutrosingular (lo).34.
Ejemplos:
El perro (masculino singular).
Los perros (masculino plural).
La gallina come maíz (femenino singular).
Las gallinas comen maíz (femenino plural).
En español, el uso del artículo ante un nombre propio no es habitual en los registros formales, sin embargo es bastante común en registros informales en muchas zonas. Ejemplos: "Al Daniel le gusta hacer ejercicio." "La Cristina Estudia Sociales."
Artículos en el idioma
Los artículos pertenecen a una clase de palabra de significado
gramatical que precede al sustantivo, y concuerda en género y número.1
Los artículos indican si a lo que se refieren el sustantivo es determinado (conocido) o indeterminado (desconocido).
Leguas con Artículos.
Es la que permite designar o nombrar objetos, personas, animales, cosas y distintos tipos de entidades.
Ejemplos:
Presión, casa, amigo, trofeo, competición, humedad, ruido, silla, amistad, adversidad, demolición entre otras.
Número
Es la que informa del número de referentes: puede ser singular, dual, trial, plural etc.
Número Singular: Nombra a una sola persona animal o casa.
Ejemplo: Vaca, lápiz, toro.
Número en Plural: Nombran a muchas personas, animales o cosas.
Ejemplos: Vacas, lapices, toros.
Genero
Propiedad Gramatical que permite agrupar a los sustantivos en masculino y femenino.
En caso de los animales y personas se diferenciará macho o hembra, hombre o mujer.
Nombres Individuales
Designan en singular un ser contable de un conjunto de seres, ejemplo, perro y cerdo. Designan a un único ser, pero en idiomas con el plural gramatical admiten en el morfem del plural para designar a más de uno.
Sustantivos Incontables
Señalan realidades que no se puede contar salvo a referirse a claves o variedades distintas, ejemplos, leche , humor, aire, humo, basura. Solo se puede combinar con cuantificadores en singular sin modificar su significado.
Sustantivos Contables
Denominados que se pueden contar, ejemplos, cinco niños, tres rocas, trece euros. Los sustantivos contables se combinan con cuantificadores plurales se combinan con cuantificadores plurales .
Nombres Abstracto
Denominados por conceptos, se puede recibir solamente por la mente y no por los sentidos, en forma de ideas. ejemplo, con el miedo y la belleza. Estas palabras por lo general no tienen plural, y cuando lo pluralizan suelen estar recategorizados como sustantivos concretos, ejemplo, tienes que superar tus miedos, (las situaciones que te provocan miedo).
Abstracto de fenómeno: Esta relacionadas con sustantivos que designan acción de estados o sus efectos, ejemplo , lectura, caminata , casa.
Abstracto de Cualidad: Esta relacionadas con adjetivos y designan cualidades de propiedades de objetos o de seres , ejemplo, belleza, maldad.
Abstracto de números o cuantitativos: Cuantifican tanto de forma precisa como de forma imprecisa, ejemplo, cantidad , montón.
Nombres Concretos
Se le denomina a seres que se perciben por los sentidos, pero no significa que existan en realidad, como sucede con las hadas o los unicornios que son seres imaginarios representados por imagines.
Nombres Propios
Identifica e individualiza a un ser para diferenciarlos de otros de una misma clase.
se encuentran los antropónimos, son nombres y apodos de las personas ejemplo Ramón, Raúl, Lola y Sebastian y los topónimos son nombres de lugares geográficos ejemplo Aguadulce y Almería. Tienen diferencia única y crecen en el significado lingüístico.
Nombres Comunes
Es la que la permite nombrar a las personas, animales o cosas de misma clase o especie, sin particularizar su significado como hombre, caballo, casa. Agrupan los objetos que denominan por sus características sin expresar rasgos distintos. por eso se considera sustantivos genéricos.