Arte y la cultura islámica

Las construcciones más importantes de la arquitectura islámica se encontraban en las ciudades.

Destacaron edificaciones religiosas como las mezquitas y las madraza o escuelas y también como los palacios.

El exterior de los edificios era sobrio pero por dentro eran bien cuidados con numerosas estancias, patios, jardines, fuentes, etc.

El material de construcción era poco resistente pero los edificios estaban cubiertos con una exuberante construcción.

Los temas decorativos solían ser motivos generales o geométrios o bien inscripciones en lengua árabe, generalmente del Corán.

Sobresalían las miniaturas, dibujos que en un principio servían como complemento de la caligrafía para decorar el Corán.

Después se utilizaron para ilustrar cuentos y fábulas, libros de medicina, astronomía o ciencia.

La cerámica, el marfil, los tejidos, la orfebrería, los mosaicos y el vidrio fuero muy valoradas.