ESQUEMATICEMOS
LO APRENDIDO.

Los objetivos de aprendizaje son manifestaciones de los que los estudiantes deben ser capaces de hacer como resultado del proceso de enseñanza.

Según Escalante, (2011) “Los objetivos como elementos curriculares, serán las premisas que orientarán y determinarán el resto de decisiones que el resto del profesorado debe tomar. En función de los objetivos marcados, seleccionaremos los contenidos, actividades y pautas de intervención didáctica más acordes para lograr una plena consecución de los mismos”

Un ejemplo de objetivo puede ser: Identificar que es la energía y sus características y su efecto en los seres vivos.

Cuando el profesor verifica si el alumno alcanzo dicho objetivo, asegura lo que el delimitó como contenido

Los objetivos hacen parte del proceso del desarrollo de competencias, ya que permiten establecer medidas para la confrontación de la eficiencia y eficacia del estudiante al realizar ciertas tareas, y a partir de allí decidir si se redirecciona el proceso de enseñanza.

Para realizar un objetivo coherente es necesario tener en cuenta una claridad, factibilidad y el proceso de evaluación.

Algunos tipos de objetivos son:

Generales

Específicos

Concretos

Comunes

Los objetivos deben ir de acorde al currículo, ya que este se fundamenta en las áreas que lo conforman de forma segmentada.

Mientras que el objetivo mide los resultados que pueden ser positivos o negativos, las competencias invitan al alumno y a darle un sentido su proceso de aprendizaje y hacerlo más eficaz

La competencia reconoce el proceso de aprendizaje y el objetivo verifica lo aprendido.

Para Chávez (1998) es “el resultado de un proceso de integración de habilidades y de conocimientos; saber, saber-hacer, saber-ser, saber-emprender

Según Moreno, (2010) “Una competencia es más que conocimientos y habilidades, es la capacidad de afrontar demandas complejas en un contexto particular, un saber hacer complejo, resultado de la integración, movilización y adecuación de capacidades, conocimientos, actitudes, valores, utilizados eficazmente en situaciones reales”

Los enfoques en la educación han cambiado con el tiempo es por ello que el aprendizaje basado en competencias es una excelente opción para erradicar el modelo tradicional que basa el aprendizaje en la memorización de información y que muchas veces tiene resultados irrelevantes. Las competencias están más orientadas a los resultados, y logra un mayor rendimiento en los estudiantes.

Tanto la institución educativa, como el docente deben producir una gran experiencia para el desarrollo de competencias, la cual depende de que el alumno trate de movilizar lo aprendido, lo que significa que los recursos son diversificados, abundantes y suficientes para satisfacer las necesidades del proceso.

Los contenidos deben plantearse desde su funcionalidad, es necesario que tengan sentido para el alumno, es decir, que éste pueda entender su utilidad.

Un ejemplo de competencia aplicando el saber, el ser y el hacer, seria: "Comprende el concepto de energía y su efecto en los seres vivos, sensibilizando sobre el uso responsable de ésta, a través de campañas."

Aprender competencias permite emplearlas no solo en el ambiente académico, sino también en el laboral puesto que integrar habilidades y conocimientos resulta como insumo para desenvolverse en una realidad dada.

Según la Real Academia Española, (2017), Currículo significa “carrera”, y son los lineamientos en que debe fundamentarse toda institución educativa para el desarrollo de las materias.

Cada elemento que forma parte del currículo educativo juega un papel importante en la consecución de logros y metas, por lo que es necesario desarrollar un currículo flexible y adaptable basado en la situación real del entorno.

La malla curricular basada en competencias propone otra opción para la sociedad, pues se está fuera de lo tradicional. Solamente el “saber” no resulta tan importante, pero la noción de "saber hacer" se hace imperativa

Desde una postura reflexiva, considero que el currículo debería ser creado por todos los agentes participes en el proceso educativo, como son: estudiantes, docentes, directivos, padres de familia.

Al basar el currículo en las competencias, es necesario reconocer el comportamiento educativo en el contexto de la práctica, para que los estudiantes puedan reflexionar permanentemente.