La democracia por Robert Dahl
Proviene de los vocablos griegos “demos” pueblo y “kratos” poder por lo cual se define como un gobierno donde el poder reside en el pueblo.
Grecia alrededor del año 500 a.C.–, el gobierno democrático, en sentido amplio, existió en varias regiones del mundo mucho antes de finales del siglo V a.C.
Democracia directa y democracia representativa.
Sociedades donde los ciudadanos escogen a los representantes que van a gobernar, el protagonismo recae sobre los partidos políticos. Su origen se da en la revolución francesa y el liberalismo
Donde los ciudadanos participan en la toma de decisiones públicas sin la intermediación de funcionarios elegidos o designados. Ejemplo: En Suiza muchas decisiones políticas sobre asuntos fundamentales salud, energía y empleo se someten al voto de los ciudadanos.
1. ¿Cuál es la unidad o asociación adecuada en la que debería establecerse un gobierno democrático?
2. ¿Quiénes de entre sus miembros deberían gozar de ciudadanía plena?
3. ¿Cómo han de gobernar los ciudadanos? ¿Qué organizaciones o instituciones políticas necesitarán?
4.¿Qué opiniones deberían prevalecer, y en qué circunstancias?
5. ¿Qué habrá de constituir una mayoría adecuada?
6. ¿por qué debería regir “el pueblo”? ¿Acaso la democracia es realmente mejor que la aristocracia o la monarquía?
7. ¿Qué hace que algunas democracias hayan logrado perdurar, incluso a través de
períodos de crisis severas, mientras tantas otras han colapsado?
Entre los pueblos establecidos para la agricultura y comercio, desaparecieron los gobiernos populares, para ser reemplazados por miles de años de gobiernos basados sobre la monarquía, el despotismo, la aristocracia o la oligarquía, hasta 500 a.C en Grecia y Roma donde se retomo la democracia.
Grecia clásica
La asociación política más adecuada para el gobierno democrático es la polis o ciudad-Estado.
La ciudadanía en Atenas era hereditaria, la membresía en el demos se limitaba a los ciudadanos varones de 18 años de edad o mayores.
La Asamblea (Ecclesia), Consejo de los Quinientos, magistrados, líderes políticos y los tribunales populares ( el Dikasterión)
República romana
Sistema República, del latín res, que significa cosa o asunto, y publicus o publica, que significa público –por lo tanto, una república era la cosa que pertenecía al pueblo romano.
Asambleas en pequeños Foros en el centro de la ciudad.
Aunque la ciudadanía romana era conferida por nacimiento, también era otorgada mediante la naturalización y la manumisión de los esclavos.
Senado y cuatro asambleas, cada una denominada comitia (“asamblea”) o concilium (“concilio”). La Comitia Curiata; la Comitia Centuriata; Concilium Plebis; y la Comitia Tributa.
Sistemas contemporaneos
Sistemas presidencial y parlamentario: Mientras que el sistema presidencial norteamericano fue generalmente adoptado en América Latina, en África y en otros lugares del mundo en vías de desarrollo; a medida que los países europeos se fueron democratizando, adoptaron versiones del sistema parlamentario inglés, que preveía un primer ministro responsable ante el parlamento y un jefe de Estado ceremonial; Francia combina ambos sistemas.
Sistema unitario y federal: Sistemas unitarios contrastan notablemente con los sistemas federales, en los que la autoridad se divide constitucionalmente entre el gobierno central y los gobiernos de entidades subnacionales relativamente autónomas.
Sistemas proporcionales y ganador único: Los sistemas de representación proporcional están diseñados para asegurar una mayor correspondencia entre la proporción de votos obtenidos por un partido y la proporción de bancas que recibe. Algunos países democráticos dividen sus territorios en distritos electorales donde cada uno de ellos tiene derecho a una sola banca en la legislatura, banca que gana el candidato que obtiene la mayor cantidad de votos.
Sistemas bipartidarios y multipartidarios: en los países que se rigen por la representación proporcional casi siempre ocurre que hay tres o más partidos representados en la legislatura, y suele requerirse un gobierno de coalición compuesto de dos o más partidos para ganar el apoyo legislativo respecto de las políticas de gobierno.
Sistemas mayoritarios y consensuales: Los críticos de los sistemas consensuales sostienen que éstos permiten a una minoría de ciudadanos vetar las políticas que no son de su agrado y que dificultan excesivamente las tareas de formar gobiernos y aprobar legislación. Sus partidarios arguyen que los arreglos consensuales generan un apoyo público comparativamente más amplio a las políticas de gobierno e incluso contribuyen a aumentar la legitimidad y el valor que se percibe de la democracia en sí.
Su difusión en el s. XX se debió a
Fallas de los sistemas no democráticos: Luego del fin de varias guerras, Primera y Segunda Guerra Mundial , la monarquía, aristocracia, oligarquía, fascismo, comunismo se vieron desacreditadas y deslegitimados, al igual que las dictaduras en América Latina.
Economías de mercado: algunas de las condiciones esenciales para el funcionamiento exitoso de las economías de mercado también contribuyeron al desarrollo de la democracia: el pronto acceso a información confiable, niveles de educación relativamente altos, la facilidad para el movimiento de personas y el Estado de derecho.
Bienestar económico: los ciudadanos de países democráticos que padecen una persistente pobreza son más susceptibles de sucumbir a los encantos de demagogos antidemocráticos que prometen soluciones simples e inmediatas a los problemas económicos de su país.
Cultura política: La supervivencia de las instituciones democráticas en estos países es atribuible, en parte, al hecho de que en sus sociedades existía una cultura de creencias y valores democráticos ampliamente compartida.
Democracia o república
Madison define “democracia pura” como “una sociedad que se compone de un reducido número de ciudadanos, que se reúnen y administran personalmente el gobierno” y la república como “un gobierno en que tiene efecto el sistema de la representación”. Según Madison, “las dos grandes diferencias entre una democracia y una república son: primera, que en la segunda se delega la facultad de gobierno en un pequeño número de ciudadanos, elegidos por el resto; segunda, que la república puede comprender un número mayor de ciudadanos y una mayor extensión de territorio”. En suma, para Madison, democracia significaba la democracia directa, y república significaba el gobierno representativo.
James Wilson, propuso una clasificación nueva. “[L]as tres especies de gobiernos (...) son el monárquico, el aristocrático y el democrático. En una monarquía, el poder supremo pertenece a una única persona; en una aristocracia (...) a un órgano que no está formado según el principio de la representación sino que goza de su situación por descendencia o elección entre sí o por derecho conforme a algún requisito personal o territorial; y por último, en una democracia, es inherente a un pueblo y es ejercido por él o por sus representantes”.
John Marshall, futuro presidente de la Corte Suprema, declaró que “la Constitución proveyó ‘una democracia bien regulada’ donde ningún rey ni presidente podrían socavar el gobierno representativo”.
Alexis de Tocqueville aseguró en términos claros que el país que él había observado era una democracia –en realidad, la primera democracia representativa del mundo, donde el principio fundamental del gobierno era “la soberanía del pueblo”–.
James Mill proclamó que el sistema de la representación era “el gran descubrimiento de los tiempos modernos”
en el cual “quizás se halle la solución de todas las dificultades, tanto especulativas como prácticas”.
John Stuart Mill, en Consideraciones sobre el gobierno representativo (1861) llegó a la conclusión de que “el tipo ideal de gobierno perfecto” sería a la vez democrático y representativo.
Nuevas respuestas a viejas preguntas
Sufragio: Extensión del sufragio a las mujeres en Nueva Zelanda, Suiza y Estados Unidos entre 1893-1920, y la inclusión de los afroamericanos dentro de la demos de Estados Unidos con la aprobación de la Civil Rights Act de 1964.
Facciones y partidos: En varios países las democracias representativas desarrollaron partidos políticos con el fin de seleccionar candidatos para la elección al parlamento y su organización. La experiencia histórica demuestra que, antes del siglo XVIII, la existencia de facciones en una democracia o república tendía a socavar la estabilidad de su gobierno. La “inestabilidad, la injusticia y la confusión insertadas en los consejos públicos” por el faccionalismo, escribió Madison, han sido “las enfermedades fatales a causa de las cuales han perecido los gobiernos populares por doquier”. El ejercicio del poder gubernamental por representantes en lugar de directamente por el pueblo “perfecciona y amplía la opinión pública, pasándola por el tamiz de un grupo escogido de ciudadanos, cuya prudencia puede discernir mejor el verdadero interés de su país”.
Para fines del siglo XIX, se aceptaba casi universalmente que la existencia de partidos políticos independientes y competitivos constituye una pauta básica que toda democracia debe cumplir.
Gobierno de la mayoría, derechos de la minoría y tiranía de la mayoría: El temor a la tiranía de la mayoría fue mitigado y finalmente abandonado una vez que los líderes de varios países democráticos tomaron conciencia de que podían crear numerosas barreras contra el gobierno irrestricto de la mayoría, y que ninguna de ellas era claramente inconsistente con los principios democráticos básicos.
Una ruptura importante en la ortodoxia prevaleciente ocurrió durante las Guerras Civiles Inglesas (1642-51), y con posterioridad cuando partidarios de la igualdad y otros seguidores radicales del puritanismo exigieron mayor
representación en el Parlamento, facultades ampliadas para la cámara baja del Parlamento (la Cámara de los Comunes) y el sufragio universal masculino.
Su desarrollo regional de dio en
Inglaterra: Surge el Parlamento por innovaciones oportunistas, de los consejos convocados
por los reyes para resarcir agravios y ejercer funciones judiciales. Para fines del siglo XV, el sistema inglés revelaba algunos
de los rasgos básicos del gobierno parlamentario moderno: por ejemplo, la sanción de las leyes requería ahora la aprobación de los proyectos por ambas
cámaras del Parlamento y la aprobación formal del monarca.
Alrededor de 1800, facultades importantes habían pasado al Parlamento. Esta evolución estuvo muy influida por la emergencia de facciones políticas en el Parlamento durante los primeros años del siglo XVIII. Estas facciones, conocidas como Whigs y Tories, más tarde se convirtieron en partidos maduros.
La Reform Act de 1832, inicio de la democracia parlamentaria en Inglaterra, extendió el sufragio a cerca del 7 por ciento de la población adulta (la Reform Bill). Se requerirían otras leyes parlamentarias en 1867, 1884 y 1918 para alcanzar el sufragio masculino universal y una ley más, aprobada en 1928, para otorgar el derecho de voto a todas las mujeres adultas.
Europa continental:En el año 900, los vikingos hacían asambleas locales, los vikingos se dieron cuenta de que para afrontar determinados problemas mayores necesitaban asociaciones más incluyentes, y en Noruega, Suecia y Dinamarca se crearon asambleas regionales. En el 930, descendientes de vikingos de Islandia crearon el primer ejemplo de lo que hoy se denominaría asamblea, legislatura o parlamento nacional –el Althing (cosa)–.
Estados Unidos: Creación de la identidad norteamericana: Fijación de impuestos directos a las colonias a través de la Stamp Act (1765), el estallido
de la guerra con Gran Bretaña en 1775, y las penurias y sufrimientos compartidos
por el pueblo durante los muchos años de lucha, la adopción de la Declaración de Independencia de 1776, la huida a Canadá e Inglaterra de muchos colonos leales a la Corona, y el rápido aumento en los viajes y la comunicación entre los estados recién independizados.
Gobierno representativo con exigencia de partidos políticos para organizar a el Congreso ye electorado.
Un país de la extensión de Estados Unidos
requeriría un gobierno representativo en los niveles inferiores –por ejemplo
territorios, estados y municipalidades– con poderes correspondientemente limitados.
Aun cuando el sufragio se extendió
ampliamente entre los blancos adultos, continuó excluyendo segmentos importantes de la población adulta, como las mujeres, los esclavos, muchos negros libres y norteamericanos nativos.
Las repúblicas italianas desde el siglo XII hasta el Renacimiento
Oligarquias constitucionales: En las ciudades-Estado de Italia, en la primera mitad del s. XIII, el demos de las repúblicas seguía siendo sólo una minúscula fracción de la población total.
En la segunda mitad del s. XIV, La de cadencia económica, la corrupción, las disputas entre facciones, las guerras civiles y las guerras contra otros estados condujeron al debilitamiento de algunos gobiernos republicanos y a su eventual reemplazo por gobernantes autoritarios, fueran monarcas, príncipes o soldados.
Dilema democrático: ¿Aumentar o reducir el tamaño de las ciudades-Estado o Estado-naciones?
Muchas ciudades-Estado respondieron a este dilema forjando alianzas o confederaciones con otras ciudades-Estado y con asociaciones políticas mayores. Pero el problema no hallaría una solución definitiva hasta el surgimiento del gobierno representativo (s. XVIII)
Consta de teorías democráticas
Dewey: la democracia es la forma de gobierno más deseable porque solamente ella provee las clases de libertad necesarias para el autodesarrollo y el crecimiento individual. La participación en la democracia exige hábitos mentales críticos e inquisitivos, una inclinación hacia la co
operación con otros, y un sentimiento de fogosidad pública y un deseo de
alcanzar el bien común. Poniendo énfasis en la educación.
El derecho de los trabajadores de participar directamente en el control de las empresas que los emplean. Únicamente el público, sostenía, puede decidir cuál
es el interés público.
Habermas: argumentaba que la idea de lograr un “consenso racional” dentro de un grupo sobre cuestiones fácticas o valorativas presupone la existencia de lo que él llama una “situación de discurso ideal”.
Rawls: Procuró desarrollar una justificación no utilitarista de un orden político democrático caracterizado por la justicia, la igualdad y los derechos individuales. Tras este “velo de ignorancia”, sostiene Rawls, ese grupo unáni
memente
rechazaría los principios utilitaristas –tales como que “las instituciones
políticas deberían apuntar a maximizar la felicidad del mayor número”–
porque ningún miembro del grupo sabría si pertenece a una minoría cuyos derechos e intereses podrían verse relegados bajo instituciones justificadas
con motivos utilitaristas. En lugar de ello, la razón y el interés propio llevarían al grupo a adoptar principios tales como: (1) todos deberían gozar de un mismo grado de libertad, incluidas todas las libertades que tradicionalmente
se asocian con la democracia; (2) todos deberían tener la misma oportunidad de buscar cargos y puestos que ofrezcan mayores recompensas
en términos de riqueza, poder, estatus u otros bienes sociales; y (3) la distribución
de la riqueza en la sociedad debería ser tal que quienes tienen menos estén mejor de lo que estarían bajo cualquier otra distribución, sea pareja o desigual.
Pericles: La libertad de que gozamos en nuestro gobierno se extiende también a nuestra vida habitual.
Aristóteles: el concepto de “constitución”, que él define como “una organización de funciones, que todos los ciudadanos distribuyen entre sí según el poder que poseen las diferentes clases”. Aristóteles identifica tres tipos de constitución ideal –cada uno de los
cuales describe una situación en la que quienes gobiernan persiguen el bien común– y tres tipos de constitución pervertida –cada uno de las cuales describe una situación en la que quienes gobiernan persiguen objetivos mezquinos
y egoístas–. Al observar que “la base de un
Estado democrático es la libertad”, Aristóteles propuso una conexión entre
las ideas de democracia y de libertad en la que todos los partidarios posteriores
de la democracia pondrían un marcado énfasis.
Locke: partidario inequívoco de la igualdad
política, la libertad individual, la democracia y la regla de la mayoría. Locke sigue siendo fiel a su principio fundamental según el cual la única forma legítima de gobierno es
aquella que se basa en el consentimiento de los gobernados. La democracia no requería una unidad política pequeña, como
una ciudad-Estado, en la que todos los miembros del demos pudieran participar
directamente en el gobierno. Locke creía, como casi todos los que habían expresado una opinión sobre esa cuestión, que los niños no debían gozar de los derechos plenos de la ciudadanía, si bien sostenía que los padres están moralmente obligados a respetar los derechos de sus hijos como seres humanos. Casi sin argumento sustantivo, Locke adoptó la visión tradicional de que las mujeres debían
quedar excluidas del demos, aunque insistió en que debían retener todos los demás derechos fundamentales.
Montesquieu: distingue tres tipos ideales de gobierno: la monarquía “en la que una única persona gobierna mediante leyes fijas y establecidas”; el despotismo “en el que una única persona dirige todo a su voluntad y capricho”; y el gobierno republicano (o popular), que puede ser de dos tipos, una democracia o una aristocracia. Según Montesquieu, una condición necesaria para la existencia de un
gobierno republicano, democrático o aristocrático, es que las personas en quienes reside el poder supremo posean la cualidad de la “virtud pública”, que significa estar motivado por un deseo de alcanzar el bien común.
Hume: Con el fin de disminuir el potencial destructivo del faccionalismo, sostenían Hume y Madison, más grande es
en realidad mejor, porque en las asociaciones más grandes cada representante debe encargarse de una mayor diversidad de intereses.
Rousseau: afirma que la democracia es incompatible con las instituciones representativas, postura de suma relevancia para los Estados-nación. según Rousseau, si llegara a
existir una asociación política lo suficientemente pequeña como para practicar la democracia directa, como la ciudad-Estado, inevitablemente sería sometida por Estados-nación más grandes, y por tanto, dejaría de ser democrática. Rousseau insinúa que los gobiernos democráticos sólo pueden
ser viables si se unen en confederaciones.
John Stuart Mill: sostuvo, sobre fundamentos utilitaristas, que la libertad individual no puede ser legítimamente transgredida, por el gobierno, la sociedad o las personas. En el área de lo que él llamaba libertad de
pensamiento y discusión, otra libertad crucial para la democracia, Mill sostenía, también sobre bases utilitaristas, que no hay nada que justifique las restricciones legales a la expresión de la opinión. La “colisión de opiniones adversas”, alegaba, es parte necesaria de la búsqueda de la verdad en cualquier sociedad.
La democracia ideal tiene unas características
Participación efectiva.
gualdad de votos.
Electorado informado.
Control ciudadano del programa de acción.
Inclusión.
Derechos fundamentales.
Los sistemas ideales, se
emplean para identificar qué rasgos de un sistema real son esenciales, o qué leyes subyacentes son fundamentales, en combinación con factores empíricos, para el comportamiento de un sistema en circunstancias reales. En otro sentido, un sistema es ideal si es el “mejor” desde el punto de vista moral.
Un sistema ideal, en este sentido, es un objetivo que la persona o la sociedad deben esforzarse por alcanzar y un estándar que permite medir el valor moral de lo que se ha logrado o de lo que existe.
Consta de instituciones como
Elecciones libres, limpias y periódicas.
Libertad de expresión.
Fuentes de información independientes.
La institución misma de la representación,
mediante la cual todas las decisiones y las políticas de gobierno importantes son
formuladas por funcionarios elegidos por el pueblo, que rinden cuenta al electorado de su accionar.
Democracias reales.
Para las asociaciones menores en población y en área, las instituciones políticas de la democracia directa parecen ser las que mejor se aproximan al ideal del “gobierno por el pueblo”. En esta democracia todos los asuntos de importancia para la asociación en su conjunto pueden ser decididos por los ciudadanos. Los ciudadanos tienen la oportunidad de discutir las políticas que se les presentan y de recabar información directamente de quienes consideran que están bien informados así como de otras fuentes. Pueden reunirse en un sitio conveniente para discutir la política con mayor profundidad y ofrecer reformas y revisiones. Finalmente, su decisión se somete a voto, los votos se computan por
igual y prevalece el voto de la mayoría.
Tiene un valor
La democracia ayuda a prevenir que el
gobierno sea ejercido por autócratas crueles y viciosos
Las democracias representativas modernas no libran guerras entre sí.
Los países con gobiernos
democráticos tienden a ser más prósperos que aquellos con gobiernos no democráticos.
La democracia tiende a promover el desarrollo humano más plenamente que otras formas de gobierno.
La democracia ayuda al pueblo a proteger sus intereses fundamentales.
La democracia garantiza a sus ciudadanos derechos fundamentales que los sistemas no democráticos no otorgan ni pueden otorgar.
La democracia asegura a sus ciudadanos
una gama más amplia de libertades personales que las demás formas de
gobierno.
Únicamente la democracia brinda al pueblo la máxima oportunidad de vivir bajo
leyes de su propia elección.
Solamente la democracia ofrece a la gente la oportunidad máxima de asumir la responsabilidad moral respecto de sus elecciones y decisiones en torno a las políticas de gobierno.
Sólo en una democracia puede existir un nivel relativamente alto de igualdad política.
Tiene problemas y desafíos que atender como
La desigualdad de recursos
Debido a que los que tienen más recursos
naturalmente tienden a emplearlos para influenciar el sistema político en provecho propio, la existencia de dichas desigualdades constituyó un obstáculo
persistente para el logro de un nivel satisfactorio de igualdad política.
La inmigración
Las diferencias de
idioma, cultura y apariencia entre los grupos de inmigrantes y los ciudadanos
del país que los recibía, sumadas a la percepción difundida en cuanto a que los inmigrantes les quitan el empleo a los ciudadanos y usan servicios
sociales costosos, hicieron de la inmigración una cuestión muy controvertida
en numerosos países.
El terrorismo
En los albores del siglo XXI, aún está por verse si los gobiernos democráticos
pueden encontrar un equilibrio satisfactorio entre dos imperativos a veces en conflicto: garantizar la seguridad y preservar la democracia.
Tiene sistemas internacionales
Estas organizaciones plantearon a la democracia dos desafíos vinculados.
En primer lugar, al trasladar el control último de las políticas de un
país en un área determinada hacia un nivel internacional, reducía en la medida correspondiente la influencia que los ciudadanos podían ejercer sobre dichas políticas por vías democráticas. En segundo lugar, todas las organizaciones internacionales, incluso aquellas que más formalmente rendían cuentas a los gobiernos nacionales, carecían de las instituciones políticas propias de la democracia representativa.
Después de la Segunda Guerra Mundial
se crearon numerosas organizaciones internacionales, entre las que se destaca
las Naciones Unidas (1945), y su número y responsabilidades fueron creciendo rápidamente durante todo el resto del siglo XX.
Tuvo sus transiciones, consolidación y colapso
Los obstáculos en la senda hacia una consolidación exitosa de las instituciones democráticas incluyeron problemas económicos, como la pobreza generalizada, el desempleo, desigualdades masivas en términos de ingresos y riqueza, una inflación vertiginosa e índices bajos o negativos de crecimiento económico.
Los países con bajos niveles de desarrollo económico usualmente carecían de una clase media extensa y una población instruida. En muchos de estos países, la
división de la población en grupos étnicos, raciales, religiosos o lingüísticos antagonistas dificultó el manejo pacífico de las diferencias políticas. En otros, la amplia intervención gubernamental en la economía, sumada o otros factores,
generó una corrupción generalizada de los funcionarios de gobierno.
Además, muchos países carecían de un sistema legal efectivo, lo cual tornaba los derechos civiles sumamente inseguros y permitía el abuso por las elites políticas y los elementos criminales.
El extraordinario
ritmo de democratización que comenzó en el siglo XX no se adentre
mucho en el siglo XXI. En algunos países, es probable que continúen en pie sistemas autoritarios. En ciertos países que han hecho la transición a la democracia, puede ocurrir que las nuevas instituciones democráticas permanezcan débiles y frágiles. Otros países podrían perder sus gobiernos democráticos y revertir a alguna forma de gobierno autoritario.