Pedagogía Agustiniana
Pedagogía
Es el saber propio de las maestras y los maestros, ese saber que les permite orientar los procesos de formación de los y las estudiantes (MEN).
La pedagogía Agustiniana se basa en un proceso integral (espiritual, intelectual, moral y de la voluntad) encaminado a hacer emerger y dinamizar, mediante la fuerza cognitiva del amor, todas las potencialidades latentes en el alumno.
Este proceso actúa en la dimension
intelectual, cuando
lleva al conocimiento de las cosas en primer término
para después llegar al conocimiento de Dios.
moral, cuando orienta
al hombre hacia una conducta ejemplar por encima de
meras palabras o intenciones.
de la voluntad reorientándola, ya que el saber no es suficiente para mejorar,
desear o amar a Dios.
Principios pedagógicos agustinianos: base de esta pedagogía
Partir de las necesidades reales del alumno conectando con sus aspiraciones e inquietudes más hondas, desarrollando un aprendizaje reflexivo y una escucha activa.ic
Convertir al alumno en el protagonista de su proceso de enseñanza y aprendizaje, respetando y estimulando sus singularidades y adaptándose a su ritmo evolutivo.
Establecer la interioridad como un eje fundamental para desarrollar la capacidad de reflexión, poniendo el énfasis en lo positivo y buscando la superación de lo negativo.
Fomentar un modelo basado en aprender a escuchar e interrogar, haciendo conectar el interior con la realidad exterior para así modelarla, interactuar y transformarla.
Principios metodológicos
Desarrollo de destrezas didácticas encaminadas a despertar el
interés ante los propios deberes, y fomentar el diálogo en una relación fluida educador-alumno.
Fomento de la autonomía personal en el aprendizaje en sintonía con el educador que se convierte en impulsor, facilitador y mediador del entusiasmo.
Adecuación del proceso de enseñanza-aprendizaje a las capacidades individuales de todos y cada uno de los alumnos atendiendo a su diversidad y desarrollando su propia personalidad.
Establecimiento del amor, la
alegría, el entusiasmo y la cercanía
como elementos dinamizadores de
una enseñanza positiva y eficiente.
Creación de un entorno cooperativo de aprendizaje con un alto nivel de
compromiso interpersonal que impulse las expectativas del alumno y del educador
Agustín Pedagogo
Año 373: abre en Tagaste una escuela para enseñar gramática
Año 374: en Cartago creará una escuela en la que impartirá sus enseñanzas.
Año 383: se establece en Roma donde enseña Retórica, pero no le va muy bien. Luego, pasa a Milán como maestro de retórica.
Año 386: junto con su madre y sus amigos se instala en Casiciaco y de allí nacen los denominados diálogos filosóficos
Año 390 – hasta su muerte: Agustín dedicará su vida a la enseñanza
BÚSQUEDA DE SENTIDO
Búsqueda de la verdad
Búsqueda de la felicidad
Búsqueda de la trascendencia
Búsqueda del amor
encuentra su ámbito de actuación en el hecho de que la naturaleza humana
se puede perfeccionar y que el alma contiene en sí infinitas potencialidades que puede hacer aflorar
Los agentes de la educación
El educador. El educador agustiniano cree en el hombre y en
sus posibilidades, se considera mediador y, desde una perspectiva alegre, humana y comprensiva, suscita
el diálogo que encamina al alumno hacia el conocimiento, hacia la verdad. Basa su misión en la creencia absoluta de que el amor potencia el conocimiento y el conocimiento potencia el amor.
El alumno. El alumno agustiniano ama la verdad y por ello la
busca desde la inquietud y la libertad responsable. Humilde y receptivo pero dialogante y participativo, comienza su camino en el conocimiento de sí mismo para dirigir su vida con
sentido trascendente.
El entorno. El entorno de aprendizaje agustiniano propicia un
clima de seguridad y confianza que favorece las relaciones interpersonales, que es edificante y fomenta la implicación de toda la comunidad educativa. Se centra en un proceso
formativo basado en la amistad, la participación, la flexibilidad y el equilibrio humano y material mediante una “ecología educativa” necesaria, discreta y responsable.
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