Sistemas de Administración del Aprendizaje Virtual (LMS)

TIC eminentemente activas

Modeladores de fenómenos o de micromundos.

Calculadoras portátile s, numéricas y gráficas.

Traductores y correctores de idiomas, decodificadores de lenguaje natural.

TIC eminentemente transmisivas

Tutoriales para apropiación y afianzamiento de contenidos.

Bibliotecas digitales, videotecas digitales, audiotecas digitales, enciclopedias digitales.

Sistemas de automatización de procesos, que ejecutan lo esperado dependiendo del estado de variables indicadoras del estado del sistema.

TIC eminentemente interactivas

Juegos en la red, colaborativos o de competencia, con argumentos cerrados o abiertos, en dos o tres dimensiones..

Sistemas de mensajería electrónica (e.g., MSN, AIM, ICQ), pizarras electrónicas, así como ambientes de CHAT textual o multimedial (video o audio conferencia) que permiten hacer diálogos sincrónicos.

Sistemas de correo electrónico textual o multimedial, sistemas de foros electrónicos moderados o no moderados, que permiten hacer diálogos asincrónicos.

La tabla anterior no es exhaustiva, ni implica que cada categoría de TIC vaya a generar ambientes educativos que le son cercanos (algorítmico: medios transmisivos; heurístico: medios activos e interactivos). Como dijimos antes, esto depende de la manera cómo se usen.

Por ejemplo, una TIC eminentemente transmisiva como un demo digital (e.g., un video-caso de docencia) puede usarse heurísticamente cuando el educador decide iniciar con ella un diálogo sobre aquello que se ve en el demo, cuando invita a contrastar lo que se ve con el contenido de tal otro demo, a ligarlo con lo que uno hace en su propia aula, a reflexionar sobre la conveniencia y pertinencia de lo que se ve. En fin, cuando lleva a construir conocimiento a partir de reflexión, mediante puesta en contexto, contrastación y otras maneras de ir más allá de lo dicho en el demostrador.
Y al contrario, un simulador, un juego, un sistema experto, pueden volverse plenamente algorítmicos cuando el educador los usa para demostrar las ideas que quiere enseñar, para enseñar a volar como él lo hace, más que a desarrollar un propio estilo de vuelo, cuando cambia tiza y tablero por ratón y computador.
Lo mismo sucede cuando en un diálogo en la red el educador se convierte en el centro de la interacción, cuando, en vez de ayudar a construir sobre las ideas de otros, se convierte en el experto que resuelve las inquietudes de sus alumnos, pregonando desde el estrado digital.