por dilan rodriguez 7 meses atrás
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Los motores eléctricos transforman la energía eléctrica en energía mecánica utilizando los campos magnéticos. Para ello, no necesitan las explosiones ni las combustiones que utilizan los motores de gasolina o los de diésel. Podemos encontrar varios tipos: los BEV, los FCEV de pila de combustible, o los HEV y PHEV.
Los motores GLP y GNC son motores de gas licuado del petróleo (GLP) o gas natural comprimido (GNC). Son un tipo de combustible muy ecológico que no contienen ni plomo ni azufre. Además, producen menos partículas de carbono y, por tanto, el motor no sufre acumulaciones de carbonilla. La vida útil de este tipo de motores puede ser hasta el doble que la de los motores de gasolina o los motores diésel.
Los motores híbridos pueden ser tanto enchufables o auto recargables. Este tipo de vehículos pueden usar un tipo de combustible como, por ejemplo, la gasolina y funcionar en modo eléctrico o con gas. Es decir, alternan ambos tipos. Los enchufables se recargan gracias a la red eléctrica y los auto recargables utilizan una batería que se recarga de forma automática.
Los motores de gasolina son máquinas termodinámicas que convierten la energía química que se extrae de mezclar aire y el combustible (la gasolina) en energía mecánica. De esta forma, conseguimos el tipo de energía que necesita el vehículo para desplazarse. Este tipo de motores son muy similares a nivel estructural a los de diésel. Sin embargo, tienen un mayor rendimiento que los motores diésel. Esto se debe al tipo de combustión que utiliza, con mayor poder energético.
Los motores diésel son un tipo de motor de combustión interna que funciona gracias a las elevadas temperaturas que se derivan de la compresión del aire en el cilindro. No necesitan una chispa para producir la energía que necesita, lo hacen mediante bujías incandescentes que elevan la temperatura de la cámara de combustión. Este tipo de motor consume menos que los de gasolina. Sin embargo, contaminan más debido a las partículas NOx.