El movimiento #NiUnaMenos surgió en Buenos Aires en 2015 como una reacción contra los feminicidios, promovido por activistas feministas, comunicadoras y artistas. La convocatoria inicial se difundió a través de un hashtag en Twitter, lo que permitió articular diversas subjetividades políticas.
El activismo menstrual instiga a atender el cuerpo como espacio de expansión de las tecnologías
disciplinarias y como espacio de resistencia y cambio social. Su importancia radica en su
capacidad de poner en evidencia el proceso por el cual lo fisiológico se utiliza para repruducir
un orden social, sexual y simbólico que fundamenta la desigualdad de género (Heritier 1996). El
activismo menstrual logra conectar y desenmascarar los diversos dispositivos que, no solo se
apropian del cuerpo y la salud de las mujeres, sino que sirven a la expansión de las lógicas
productivistas, capitalistas y explotadoras.
En esta comunicación analizamos el proceso de resignificación de la menstruación que se
producen en la contracultura menstrual (Guillo 2013) que, como expresión de la tercera ola, se
caracteriza por su inclusión, multiplicidad, contradicción y las políticas cotidianas (Bobel 2010).
Para ello, analizamos 10 entrevistas semiestructuradas realizadas a activistas menstruales
regimèn de gobierno y sistema politico.
Subtopic
Así mismo se procede a una serie de conceptualizaciones que fundamentan y enmarcan el cuerpo de esta investigación, donde el ciberactivismo como primera medida, protagoniza el eje principal de dicho documento, exigiendo un alto nivel en cuanto a contextualización y soporte teórico preciso, dando cabida a una amplia gama de expositores y expertos del tema, reconociendo así una proximidad más contundente y certera con respecto a la temática manejada, permitiendo ultimar y asemejar un concepto más propio.
En primera instancia se hace una descripción de carácter evolutivo entorno al proceso tecnológico y digital de la era moderna donde las TIC representan y soportan el devenir de la sociedad alimentando su propio desarrollo, hasta llegar al punto de quiebre con la aparición del Internet. Desde allí se percibe una proximidad entre una nueva forma de pensar, el cambio social, y el actuar de la sociedad, generando nuevos conceptos trabajados a lo largo del documento.
ciberactivismo praxis feministas y visibilidad polìtica en el numeral Niunamas.
las condiciones estructurales en que se desarrolla la movilización social, y los marcos simbólicos de referencia en el proceso de construcción de subjetividades colectivas. Asimismo, se analizan las disputas de sentido en torno a significantes tales como “cuerpos”, “mujeres” o “vidas” como fronteras de sentidos constitutivas del proceso de construcción de subjetividades colectivas en la búsqueda de visibilidad política.
la construccion de las sujetividades colectivas.
“Los acontecimientos de la vida cotidiana, con su
carácter intrascendente o rutinario, aparecen ante
los ojos del investigador social como indicios
plenos de significado, emergentes de una realidad
que los utiliza como signos para manifestarse”.
(Pichon-Rivière, 1966a. p.65).
“La sociedad sólo puede ser comprendida en su
totalidad, en su dinámica evolutiva, cuando se está
en condiciones de entender la vida cotidiana en su
heterogeneidad universal”. (Lukács, G. 1971. p.20).
tramas historicas de la emergencia del colectivo.
#NiUnaMenos, en su vasta polisemia, podría definirse en primer lugar como un colectivo nutrido mayoritariamente por activistas feministas, comunicadoras y artistas de Buenos Aires, quienes en 2015 lanzaron la convocatoria a una concentración para manifestarse contra los feminicidios, primero a través de un hashtag en Twitter articulador de subjetividades políticas3 (#NiUnaMenos), y, luego por medio de una página oficial de Facebook creada bajo dicha consigna.