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EL NIÑO EN EL JARDÍN DE NIÑOS
• En la actualidad, muchos niños permanecen todo el día en el jardín de niños. El éxito en esta institución depende en gran medida del ajuste emocional y social y de la preparación previa. El ajuste emocional y social también influye en la disposición para asistir al jardín de niños y es un fuerte predictor del éxito escolar.
PROGRAMAS PREESCOLARES COMPENSATORIOS
Los programas compensatorios de preescolar están diseñados para ayudar a los niños que, de otro modo, ingresarían a la escuela mal preparados para aprender. En congruencia con su enfoque integral del niño, sus metas no son sólo mejorar las capacidades cognoscitivas sino también la salud física, estimular la autoconfianza y las habilidades sociales.
Muchos niños que hablan tarde (en especial si su comprensión es normal) a la larga se ponen al corriente. Uno de los mayores estudios a la fecha determinó que 80% de los niños que a los dos años presentan demoras en el lenguaje, para los siete años dan alcance a sus pares. Sin embargo, algunos niños con demoras tempranas del lenguaje, pueden experimentar consecuencias cognoscitivas, sociales y emocionales de gran trascendencia si no reciben tratamiento
PREPARACIÓN PARA LA ALFABETIZACIÓN
alfabetización emergente: Desarrollo en los preescolares de las habilidades, el conocimiento y las actitudes que subyacen a la lectura y la escritura.
Este avance incluye saber cómo pedir las cosas, cómo contar un cuento o un chiste, cómo empezar y continuar una conversación y cómo ajustar los comentarios a la perspectiva del oyente. Todos esos son aspectos del habla social, la cual tiene el propósito de ser entendida por quien escucha.
HABLA PRIVADA
Vygotsky propuso que el habla privada aumenta durante los años preescolares y luego se desvanece durante la primera parte de la niñez media, a medida que se incrementa la capacidad de los niños para orientar y dominar sus acciones. Sin embargo, el patrón ahora parece ser más complejo.
Durante la niñez temprana, los niños avanzan en la complejidad de cómo combinan sílabas en palabras y palabras en oraciones. A los tres años, las oraciones son cortas, simples y declarativas. Hacia los cuatro y cinco años, las oraciones son más largas y pueden ser declarativas, negativas, interrogativas o imperativas.
Entre los cinco y siete años, el habla de los niños se asemeja más al habla adulta. Sus oraciones son más largas y complicadas, utilizando más conjunciones, preposiciones y artículos.
A los tres años el niño promedio conoce y puede usar entre 900 y 1 000 palabras; a los seis cuenta por lo general con un vocabulario expresivo(del habla) de 2 600 palabras y entiende más de 20 000. Gracias a la educación formal, el vocabulario pasivo o receptivo de un niño
Esta rápida expansión del vocabulario puede ocurrir por medio del mapeo rápido, que permite al niño captar el significado aproximado de una nueva palabra después de escucharla sólo una o dos veces en la conversación.
Pruebas dinámicas frente a pruebas tradicionales:
Se explica que las pruebas dinámicas se centran en medir el logro potencial en lugar del rendimiento actual. A diferencia de las pruebas tradicionales, que evalúan las habilidades actuales, las pruebas dinámicas buscan medir directamente los procesos de aprendizaje. Estas pruebas involucran la ayuda de examinadores.
Apoyo parental y desarrollo cognitivo:
Se menciona que los padres pueden ayudar a sus hijos a ser responsables de su aprendizaje al permitirles tomar conciencia y supervisar sus procesos cognitivos, reconociendo cuándo necesitan ayuda. Se presenta evidencia de estudios longitudinales que sugieren que el andamiaje proporcionado por las madres a temprana edad puede influir en la capacidad de los niños
Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) según Vygotsky:
Se destaca la importancia de la ZDP, que es la brecha entre lo que los niños ya pueden hacer por sí mismos y lo que aún no están completamente listos para realizar. La ZDP puede evaluarse mediante pruebas dinámicas, que, según la teoría de Vygotsky, ofrecen una mejor medida del potencial intelectual que las pruebas psicométricas tradicionalesbtopic
ZDP y andamiaje en la guía del progreso cognitivo:
Se destaca que la ZDP, combinada con el concepto de andamiaje (apoyo), puede ser útil para guiar eficientemente el progreso cognitivo de los niños. Se sugiere que a medida que un niño es menos capaz de realizar una tarea, se necesita más dirección de un adulto. A medida que el niño adquiere más habilidades, el adulto proporciona menos ayuda.
Influencia de factores genéticos y ambientales en casos de privaciones económicas:
Se menciona que, aunque la privación económica generalmente se asocia con CI más bajo, algunos niños expuestos a esta situación pueden rendir mejor que otros. Se destaca la implicación de factores genéticos y ambientales, como el temperamento sociable, la calidez materna y las actividades estimulantes en el hogar.
Flexibilidad de las calificaciones de CI:
Se destaca que las calificaciones de CI no representan una cantidad fija de inteligencia innata, sino que son medidas de la precisión con la que un niño puede realizar ciertas tareas en comparación con otros niños de la misma edad en un momento específico.
Correlación entre posición socioeconómica y CI:
Se destaca la correlación documentada entre la posición socioeconómica y el CI. El ingreso familiar se asocia con el desarrollo cognitivo y el logro, pero se reconoce que las circunstancias económicas también afectan otros factores como la salud, el estrés y las prácticas de crianza, lo que influye en el rendimiento en las pruebas de CI.
Influencia del entorno en la inteligencia:
Se cuestiona el grado en que el ambiente familiar influye en la inteligencia de un niño. Se señala que la influencia de los padres puede provenir tanto de su contribución genética como del ambiente que proporcionan para el aprendizaje, siendo más pronunciada durante la niñez temprana y disminuyendo en la adolescencia.
Escala de Inteligencia de Wechsler para Preescolar y Primaria, revisada (WPPSI-III)
Cuenta con niveles independientes para las edades de dos años y medio a cuatro años y de cuatro a siete años y arroja calificaciones separadas verbal y de desempeño así como una puntuación combinada. Tanto la Stanford-Binet como la WPPSI-III fueron reestandarizadas con muestras de niños representantes de la población de los preescolares en Estados Unidos.
La WPPSI-III también fue validada para poblaciones especiales, como el caso de los niños con discapacidades intelectuales, retraso del desarrollo, trastornos del lenguaje y trastornos autistas
es una prueba individual en cuya aplicación se emplean de 30 a 60 minutos.
Escalas de Inteligencia de Stanford-Binet
Se pide al niño que defina palabras, ensarte cuentas, construya con cubos, identifique las partes faltantes de un dibujo, recorra laberintos y muestre numérico de los números. Se supone que la puntuación del niño mide el razonamiento fluido (la capacidad para resolver problemas abstractos o novedosos), el conocimiento, el razonamiento numérico, el procesamiento visoespacial y la memoria de trabajo.
Se utilizan a partir de los dos años y su aplicación oscila entre 45 y 60 minutos