El procedimiento administrativo se estructura en varias fases clave que aseguran la correcta ejecución y resolución de los asuntos públicos. Comienza con la ejecución, que puede implicar medidas como el contrenimiento sobre el patrimonio o la compulsión sobre las personas, buscando siempre la satisfacción de una cantidad líquida de dinero o la realización de actos por parte de la administración.