Aristóteles define la ética eudemonista como la búsqueda de la felicidad, considerada el bien supremo y el objetivo final de todas las acciones humanas. Su enfoque teleológico sostiene que cada acción está orientada hacia un fin, que es un bien.
Para otros consiste en el honor. Pero el honor es algo extrínseco depende de que otro lo otorgue.
Para Aristóteles la felicidad consiste en el pleno desarrollo de la naturaleza (esencia) de cada ser, para lo cual se requiere de la satisfacción de las tendencias naturales que en él existen.
Para otros consiste en acumular riquezas. Pero éstas no son un bien en sí mismo, sólo valen como un medio para conseguir otras cosas.
Para unos consiste en el placer y el gozo. Pero una vida que se agota en el placer solo es digna de animales.
Las Tendencias Naturales del Ser Humano son:
a razonar
(tendencia solo humana). De carácter intelectivo: conocimiento, deliberación y elección.
a sentir
(común a los animales). De carácter sensitivo–motor: sensación y movimiento.
a vivir
(común a los animales y las plantas). Sus funciones son de carácter vegetativo: nacimiento, nutrición y desarrollo.
ETICA
EUDEMÓNICA.- porque el fin último o bien supremo de toda acción humana es la "felicidad".
TELEOLÓGICA.- porque afirma que toda acción humana está orientada a la consecución de un fin, el cual es un bien y