realizată de Ana Belén Cordón Ponce 6 ani în urmă
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En Francia, el Año Nuevo --que los franceses llaman "Réveillon o la Saint Sylvestre"-- se recibe entre amigos que se reúnen para organizar una gran fiesta. Cada uno se ocupa de algo preciso como comprar las bebidas, las ostras, el típico foie-gras. El dueño de la casa se encarga de la decoración y uno de los elementos esenciales son las velas.
La Fiesta de la Música fue creada en 1982 por el Ministerio de Cultura y Comunicación para homenajear a los músicos aficionados. En la actualidad, este acontecimiento veraniego es ineludible en la agenda de los franceses, y cada vez reúne a más gente para disfrutar de la música en las calles.
En esta fiesta plural se mezclan todos los estilos, todos los públicos y todos los países. Artistas y melómanos de todas las edades se encuentran en todos los rincones en Francia (y en la actualidad por todo el mundo) para compartir estos momentos de placer y descubrir a unos artistas que actúan gratuitamente el 21 junio de cada año.
Conocido como el “poisson d’Avril”- pescado de Abril, en español, en esta jornada, los niños pegan peces de papel en la espalda de los otros, los adultos se gastan bromas y algunos medios de comunicación emiten noticias irreales, para el disgusto de sus más inocentes seguidores.
Aunque el origen de esta tradición no está totalmente claro, la teoría más frecuente es aquella que nos transporta al año 1564, cuando el rey francés Carlos IX impone el 1 de enero, como el primer día del año, en detrimento del primero de abril, fecha en torno a la cual comenzaba el año. Para sembrar el caos, los más conservadores del reino continuarían ofreciendo falsos regalos este día. De los regalos, se pasó a las bromas divertidas y a las historias rocambolescas, con el objetivo de mofarse de los demás.
La explicación del uso del pescado como símbolo para esta tradición despierta bastante controversia. Algunos consideran que los primeros regalos eran de carácter alimentario. Sobre todo, era frecuente ofrecer pescado, puesto que, durante el tiempo de Cuaresma, el consumo de carne estaba restringido. De ahí que los primeros bromistas empaquetaran falsos pescados destinados a sus víctimas.
El Mardi Gras se celebra la víspera del Miércoles de Ceniza, 46 días antes de Pascua, que es siempre el primer domingo después del equinoccio de primavera.
Esta fiesta tiene sus orígenes en antiguas fiestas romanas las “Saturnales” En el siglo XI se permitía un desfile en el que cada uno podía disfrazarse como quisiera . Esta fiesta tenía una importancia especial en la Edad Media porque daba lugar a la elección del “Papa de los Locos” lo que indicaba que no solo se invertía el orden social este día sino el orden del mundo todo entero.
No fue reconocida por la iglesia hasta 1582. Fue el Papa Gregorio XIII el primero en hacer una fiesta este día para terminar con los excesos del carnaval antes de llegar la cuaresma, que era periodo de oración y ayuno. De hecho, en francés “faire gras” significa comer carne y “faire maigre” significa ayunar. El Mardi Gras, una deliciosa tradición francesa que estaba a medio camino entre la fiesta religiosa y la pagana. Era un día especial en el que se comían carnes y sopas pero también pasteles de elaboración sencilla como crêpes, beignets, bugnes, gaufres…
Era costumbre que los niños se disfrazaran y pidieran a los vecinos huevos, azúcar, harina para elaborar los dulces que se iban a degustar durante la tarde. Esta fiesta significaba en su origen la prosperidad, la fertilidad, el retorno de la lactancia en establos… la renovación de la naturaleza.
Esta tradición llegó al estado de Luisiana en Estados Unidos en 1699 y lo hizo gracias a los exploradores franceses. El Mardi Gras de Nueva Orleans es el más conocido de los carnavales en Estados Unidos, aunque la celebración comienza semanas antes en las que celebran grandes desfiles. La fiesta culmina el Martes de Carnaval con todo un día de desfiles, comparsas y fiestas en la calle. Todo se detiene en la medianoche para marcar el inicio de la Cuaresma.
El 2 febrero se celebra la presentación de Jesús en el templo, 40 días después de la Navidad y tradicionalmente se celebraba con una procesión de velas que consistía en que todos los creyentes iban a buscar una vela al templo y debían llevarla hasta su casa encendida y mantenerla así. La tradición de las crêpes tiene que ver también con las cosechas. Se decía que si no se hacían crêpes el día de la Candelaria el trigo se pudriría. Lo que está claro es que cualquier excusa es buena…
Las crêpes pueden ser saladas, dulces, rellenas, sencillas, da igual, lo importante es hacerlas y compartirlas con la gente que nos importa. Os dejo una receta sencilla para poderos uniros a la tradición.
Aunque la Epifanía tenga lugar el 6 de enero, en Francia se celebra el primer domingo siguiente.
El roscón de reyes no es una tradición propiamente francesa, ya que nos viene de la antigua Roma: los romanos celebraban la fiesta de la luz, que tenía lugar en el solsticio de invierno. Durante las Saturnales (nombre de estas festividades), se designaba al rey o a la reina de un día, mediante un haba blanca o negra, escondida en una torta.
Desde el siglo 14, el primer domingo del año, los franceses “tiran los reyes”: el o la que tiene “el haba” es el rey (reina) del día y elige a su reina (rey). El haba es o bien una verdadera haba seca, o bien una figurita de porcelana, colocada en un pastel tradicional llamado “galette” (torta), redondo como el sol.
Según la tradición, la familia se reúne para cortar la galette. El niño más joven se mete debajo de la mesa y designa a los invitados que así reciben su trozo de pastel. Y antiguamente, había tantos trozos como personas reunidas, más uno, para el pobre, llamado “el trozo del buen Dios”.
El que tiene el haba debe comprar otra galette para invitar a los demás al día siguiente, y así varias veces. Por ello, se puede encontrar roscones de reyes en las panaderías francesas durante todo el mes de enero, acompañadas con coronas de cartón dorado.
La frangipane es una crema a base de almendra dulce, mantequilla, huevos y azúcar.
Se trata de una masa de brioche aromatizada con agua de azahar, con forma de corona y trozos de frutas confitadas y azúcar encima.
El 11 de noviembre es la fecha más importante en Francia después del 14 de julio. Feriado nacional y día de conmemoraciones, se recuerda el armisticio de 1918 que puso fin a la Primera Guerra Mundial, también conocida como la Gran Guerra.
El primer homenaje a los muertos durante la Primera Guerra Mundial se realizó el 11 de noviembre de 1920, bajo el Arco del Triunfo, en la Tumba del Soldado Desconocido, donde se encuentra enterrado un soldado que simboliza a todos los caídos durante la Guerra. Desde 1923 cada día excombatientes franceses reavivan la llama que no se extingue jamás, en una ceremonia celebrada a las 18:30.
Se recuerda a los poilus (como se llama a los soldados franceses que lucharon en esta guerra), aunque se ha intentado abarcar también a todos los caídos por Francia.
En 1789, Francia estaba gobernada por el Rey Luis XVI perteneciente a una larga dinastía de monarcas que vivían con grandes lujos y excentricidades mientras el pueblo pasaba hambre. Toda persona considerada peligrosa era encerrada en una prisión llamada Bastilla que estaba en París.
Un grupo de intelectuales burgueses formaron la Asamblea Nacional Constituyente que representaba a todo el pueblo francés y que el 14 de julio salió a las calles para realizar la simbólica Toma de la Bastilla, liberando a los prisioneros.
Si bien solo había cuatro prisioneros, la Toma de la Bastilla representó el triunfo del pueblo sobre el régimen de poder monárquico. El entonces alcalde de París fue ejecutado ese mismo día y su cabeza se exhibió como trofeo de batalla.
De allí en adelante la Revolución Francesa estuvo en plena marcha: El Rey Luis XVI y su famosa esposa María Antonieta fueron tomados prisioneros y un par de años después ejecutados en la guillotina, lo mismo pasó con otros miembros de la nobleza y todos quienes eran considerados enemigos de la revolución.
La Asamblea Nacional tomó el poder y redactó la famosa Declaración Nacional de los Derechos del Hombre, la base de la Constitución Francesa y que se basa en tres ideales claves: Libertad, igualdad y fraternidad. La Revolución Francesa fue el estimulo para otras revoluciones y movimientos independendistas en el mundo, como por ejemplo la Independencia de los Estados Unidos.
El 14 de julio quedó como fiesta nacional a partir de 1880 y si bien se conmemora la Toma de la Bastilla, no queda rastro alguno de dicha prisión que fue completamente demolida. La Revolución Francesa se extendió por décadas y sus ideales hoy son parte de casi todas las constituciones del mundo.
