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realizată de Cristina Torres 3 ani în urmă

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Organigrama

El texto trata sobre la organización estructural de la personalidad y cómo se refleja en las características predominantes de los pacientes, específicamente en términos de integración de identidad, operaciones defensivas y capacidad para la prueba de realidad.

Organigrama

Diagnóstico estructural

Características estructurales de la organización límite de la personalidad

Pruebas de realidad
la capacidad de diferenciar el sí-mismo del-no-sí-mismo, lo intrapsíquico-de—los orígenes externos de la percepción y estímulos, y la capacidad para evaluar realistamente el contenido de nuestro propio afecto, conducta y pensamiento en términos de las normas sociales ordinarias.
Carencia de una identidad integrada: El síndrome de difusión de identidad
La difusión de identidad aparece en la incapacidad del paciente para transmitir a un entrevistador interacciones significativas con otros, no pudiendo éste empatizar emocionalmente con la concepción del paciente respecto de sí mismo y de otros en tales interacciones.
Síntomas descriptivos como "presunta" evidencia
Los síntomas descriptivos de los pacientes límite son similares a los presentados en las neurosis sintomáticas ordinarias y de patología del carácter, pero la combinación de ciertos rasgos es peculiar en los casos límite: ansiedad, neurosis polisintomática, tendencias sexuales perversas polimorfas.

La entrevista estructural como método diagnóstico

Esta, se centra en los síntomas, conflictos o dificultades que presenta el paciente, y los modos particulares en que los refleja en la interacción de aquí-y-ahora con el entrevistador. La concentración del entrevistador sobre los principales conflictos del paciente creará suficiente tensión, de modo que surja la organización "estructural" y defensiva del funcionamiento mental del paciente.
Bellak y cols. (1973), desarrollaron una entrevista clínica estructurada en un intento por lograr un diagnóstico diferencial entre sujetos normales, pacientes neuróticos y esquizofrénicos sobre la base de un modelo estructural de funcionamiento del yo. Aunque su estudio no buscaba diferenciar a los pacientes límite, estos autores encontraron diferencias notables entre los tres grupos en escalas de calificación que evaluaban estructuras y funciones del yo. Su estudio ilustra la utilidad de un enfoque estructural para el diagnóstico diferencial.

Estructuras mentales y organización de la personalidad

Estos tipos de organización neurótica, límite y psicótica se reflejan en las características predominantes del paciente, particularmente respecto a (1) su grado de integración de la identidad, (2) los tipos de operaciones defensivas que habitualmente emplea, y (3) su capacidad para la prueba de realidad.
Existencia de tres organizaciones estructurales amplias correspondientes a la organización neurótica, límite y psicótica de la personalidad. En cada caso la organización estructural desarrolla la función de estabilizar el aparato mental, mediando entre los factores etiológicos y las manifestaciones conductuales directas de la enfermedad.
Las estructuras son configuraciones relativamente estables de los procesos mentales; superyó, yo e id son estructuras que dinámicamente integran subestructuras, como las configuraciones cognoscitivas y defensivas del yo.
La añadidura del enfoque estructural enriquece el diagnóstico psiquiátrico, particularmente en casos que se resisten a una clasificación fácil, y contribuye también a la determinación del pronóstico y tratamiento.
Un entendimiento de las características estructurales intrapsíquicas de los pacientes con una organización de personalidad límite junto con criterios originados en el diagnóstico descriptivo, pueden resultar en una mejoría amplia de la precisión del diagnóstico
La aproximación descriptiva al diagnóstico, que se centra en los síntomas y en la conducta observable, y la genética, que enfatiza el trastorno mental en los parientes biológicos del paciente, son valiosas, especialmente en los trastornos afectivos importantes y en la esquizofrenia, pero, ya sea que se usen por separado o juntas, ninguna ha probado ser suficientemente precisa cuando se aplica a trastornos de la personalidad.