realizată de 01. Aceves García Alan Yael 3 ani în urmă
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Rebelliones campesina y obreras
Durante el Porfiriato, la explotación y las condiciones laborales desfavorables llevaron a una serie de movimientos de protesta tanto en el campo como en las fábricas. Las tiendas de raya, donde los trabajadores compraban a precios elevados, y las condiciones abusivas en las haciendas y fábricas, generaron un profundo descontento entre los campesinos y obreros.
Los obreros se organizaron en sindicatos y asociaciones para defender sus derechos
Entre las huelgas más importantes destacaron la de los mineros de Cananea, Sonora, en 1906, y la de la fábrica textil de Río Blanco, Veracruz, en 1907.
Utilizaron la huelga como un recurso para exigir mejores condiciones de trabajo. Pero estos movimientos fueron reprimidos por el gobierno porfirista
Tiendas de raya
vendían a costos muy altos los alimentos básicos; esta forma de pago los obligaba a solicitar préstamos por adelantado, que muchas veces los endeudaban de por vida; en las haciendas frecuentemente eran maltratados con golpes y castigos
Unos cuantos mexicanos y extranjeros eran los dueños de la tierra y las fábricas
la mayoría de la población no poseía una parcela para sembrar, ni podía trabajar de forma independiente por la falta de recursos
Tanto en el campo como en las fábricas, la jornada de los obreros y peones era de 12 a 15 horas diarias y recibían un salario que no alcanzaba para cubrir sus necesidades básicas
lograron aumentar la producción agropecuaria
Esta situación provocó el descontento de gran parte de la población rural mexicana, dando pie a levantamientos campesinos en los estados de Veracruz, Hidalgo, Valle de México, Chihuahua, San Luis Potosí, Nayarit, Sonora, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Yucatán, los cuales fueron reprimidos con violencia
afectaron a otros sectores de la población como a las comunidades indígenas y campesinas y a pequeños rancheros, quienes perdieron sus propiedades y no pudieron competir con los grandes hacendados
Una vez establecidas las reformas liberales, el país continuó con el problema de la propiedad de la tierra; para ello el gobierno puso a la venta las tierras comunales y de la Iglesia
Algunos empresarios y hacendados compraron grandes extensiones de tierra y formaron latifundios.
las ofrecían a quienes tuvieran los recursos para adquirirlas.