realizată de Priscila Vargas Ormachea. 5 ani în urmă
1525
TRADICIONES EN PIURA
Las celebraciones en Piura son ricas en tradiciones y festividades que atraen a miles de personas cada año. El Día de los Angelitos se celebra el 1 de noviembre, donde las familias honran a sus difuntos con cirios y reparten dulces llamados '
El “plato” atractivo de esta festividad es la feria y la corrida de toros. A esta ciudad llegan turistas de todo el país.
El centro poblado San Clemente, en la provincia de Sechura, celebra desde años la tradicional fiesta al Señor de Los Milagros.
DÍA DE LOS ANGELITOS
En esta festividad se oferta el café de olleta y las roscas de muerto (panes grandes con una cruz al centro).
Al anochecer, las familias enteras acuden a los cementerios a honrar a sus difuntos con cirios que duran toda la noche.
La veneración de los muertos se inicia el 1 de noviembre con la coronación de los niños fallecidos, en cuyo honor se reparten los dulces llamados “Angelitos”.
EL SEÑOR CAUTIVO DE AYABACA
El día central es el 12 de octubre.
Esta es una festividad católica que se remonta a 200 años atrás y donde miles de fieles de Perú y Ecuador se dan cita a este lugar de los andes de Piura.
Desde el 4 de octubre se pueden observar a miles de peregrinos rumbo hacia la ciudad de Ayabaca, para buscar al Señor Cautivo o “Negrito lindo”.
LA FIESTA DE “MAMÁ MECHITA”
Miles de peregrinos y personas de todas las condiciones sociales acuden a esta festividad religiosa.
La ciudad portuaria de Paita se viste de gala todos los 24 de septiembre para celebrar a su patrona.
CARNAVAL DE BERNAL.
En todo el Bajo Piura se juegan los carnavales, pero en el distrito de Bernal, considerado la Capital del Carnaval, es donde más se entretienen los visitantes.
Se hacen competencias de barrios, tumba de “yunzas” y la quema del “Ño Carnavalón”.
Los juegos se convierten en fiesta con pica pica, agua, pintura y serpentina.
SEMANA SANTA EN CATACAOS.
La Semana Santa culmina con la procesión de la Resurrección.
El "Depositario" y "Doliente" se preparan para representar la última cena y la muerte de Jesucristo.
Es una festividad religiosa que dura siete días con procesiones, una feria y los tradicionales siete potajes del Jueves y Viernes Santo.